Sin grandes lujos, pero «con muchos sueños»: Alcaraz desvela cómo fue su camino a tenista profesional

Para entender el éxito actual de Carlos Alcaraz hay que retroceder varios años en el tiempo e irse a cuando era pequeño. En aquellos tiempos, el murciano soñaba en convertirse en uno de los mejores tenistas del mundo y empezó a jugar al deporte de la raqueta en su Murcia natal siendo un niño.

El murciano venía de una familia de clase media y tuvo una buena infancia «sin grandes lujos», tal y como desveló el pasado viernes en la inauguración de la exposición 'Los pies en la tierra', en la que hizo un repaso al camino que tuvo que recorrer desde pequeño hasta llegar a la élite.

«Mi infancia la recuerdo como una etapa muy bonita. Sigo teniendo los amigos que hice y mi grupo era de la Sociedad Club de Campo de El Palmar. Vivía feliz y en un entorno cariñoso, sin grandes lujos, pero hoy sé que las pequeñas cosas marcan la diferencia. No necesitaba más para ser feliz», se sinceró Carlos Alcaraz en la inauguración de su exposición, que se podrá visitarse de manera gratuita en la Cárcel Vieja de Murcia desde el 14 de diciembre al 15 de febrero.

En dicha inauguración, Carlitos explicó que su sueño era convertirse en tenista profesional y que a base de trabajo lo acabó consiguiendo: «Era un crío con sueños, como todos. Los perseguí y hoy estoy rodeado de los ídolos que tenía. No me creería lo que ya ha conseguido».

Lo que está claro es que Carlos Alcaraz está cumpliendo el sueño de su vida. Con 21 años, el murciano ya ha ganado un total de cuatro Grand Slams y afronta el 2025 con toda la ilusión del mundo. La primera parada en su calendario será el Open de Australia, el único major que le falta por lograr al menos una vez (ya ganó Roland Garros, Wimbledon x2 y US Open).