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Carlos Alcaraz, en las semifinales de Indian WellsAFP

La crisis de Carlos Alcaraz: de bordar el tenis a ser traicionado por los nervios

«¿Debería comprarme una casa aquí?». Ese fue el mensaje que puso en la cámara Carlos Alcaraz tras ganar por 6-3 y 7-6(4) a Francisco Cerúndolo en los cuartos de final de Indian Wells. Fue un partido donde el español no se sintió cómodo pero que terminó sacando adelante por su experiencia en un torneo donde llevaba una racha de 16-0. Parecía invencible Carlitos hasta que llegaron las semifinales ante Jack Draper y llegó el golpe.

Después de haber volado en sus tres primeros partidos de este Indian Wells 2025, en los cuartos de final el murciano tuvo dudas y, aunque ganó y acabó muy contento, dejó de parecer invencible en estas condiciones. Probablemente no haya un torneo en toda la gira que se adapte mejor al tenis de Alcaraz que el del desierto californiano, pero su juego se atrapó en el peor momento posible y no pudo lograr el triplete que solo han conseguido Federer y Djokovic.

Lo tenía todo de cara para llevarse a casa la corona por tercer año consecutivo y además estaba jugando a un altísimo nivel, el mejor que ha ofrecido este 2025. Era el único de los grandes favoritos que seguía en liza después de que los Djokovic, Zverev, Fritz o Rublev hubiesen hecho las maletas a las primeras de cambio. Sin embargo, Carlitos no pudo aprovecharlo y los nervios le pasaron factura.

De ello habló tras caer ante Draper en semifinales: «No entrené bien. No me sentí bien en la pista. Incluso en el calentamiento estuve fallando mucho. No sentí mis golpes. Por eso estuve hablando tanto rato con Ferrero en la bicicleta, porque estaba un poco enfadado conmigo mismo, por la manera en la que entrené. No planteé el partido de la mejor manera posible. Estuve nervioso todo el día, en el entrenamiento antes del partido, y eso me afectó en pista».

Los problemas de Alcaraz

Esta derrota en uno de los torneos más especiales para él vuelve a abrir el debate con Alcaraz. Es innegable que tiene unas condiciones para marcar una época en el tenis y que a sus 21 años ha batido todo tipo de récords de precocidad. La cosa es que parece haber dado un paso atrás desde que ganara Wimbledon 2024. Son ya muchos meses con una irregularidad impropia en los más grandes y que le aleja cada vez más de la pelea por el número 1 del mundo.

Quizás sea injusto decir esto sobre un joven que ya cuenta con cuatro títulos de Grand Slam y al que únicamente le falta el Open de Australia en su palmarés para tener el Carrer Grand Slam. Sabe además lo que es ser número 1 del mundo y para la gran mayoría de sus rivales es el tenista más complicado al que se pueden medir. La cosa es que su falta de regularidad le está metiendo en una espiral negativa.

Carlos Alcaraz se lamenta de un punto perdido en Indian WellsAFP

Por mucho que este año haya ganado el ATP 500 de Róterdam en febrero, Alcaraz está en crisis. Es evidente que a esto se le da carpetazo ganando el Masters 1000 de Miami —como hizo en 2022— en la segunda quincena de marzo para llegar lanzado a la gira de tierra batida. Si lo hace, nadie hablará de esta derrota con Draper, pero mientras tanto su momento actual deja dudas.

Falló en el Open de Australia ante un mermado Djokovic, ganó sin demasiado brillo en Róterdam, perdió un partido que tenía ganado ante Lehecka en Doha y ahora en Indian Wells, que es uno de sus torneos, ha pinchado cuando nadie lo esperaba. Su tenis no fluye y por mucho que las derrotas sean parte del deporte y sirvan para sacar un gran aprendizaje, la realidad es que el murciano lleva tiempo sin evolucionar en su juego y la preocupación es real. Ahora bien, conoce el camino hacia la victoria y esto puede cambiar muy rápido.