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El ministro de Consumo, Alberto Garzón, en la estación de AtochaEFE

Los Presupuestos, al detalle (III)

Un 42 % más de dinero público para Alberto Garzón, que aún no ha aprobado ni una ley

Sorprende la eficacia de los departamentos, que ya han cumplido el 100 % de sus objetivos: o eran muy sencillos o muy escasos

El ministerio que dirige el comunista Alberto Garzón es, en tamaño, gasto y recursos, inferior a una consejería media de cualquier comunidad autónoma. Es más: la responsabilidad es inferior a un secretario de Estado de cualquier ministerio importante de este Gobierno. Tal es así que este ministerio no ha sido capaz de sacar adelante ni una sola ley sobre las áreas en que tiene responsabilidades, pocas, pero no por ello alguna de considerable importancia como son la Seguridad Alimenticia y la regulación del juego.

Los casi 82 millones de euros de presupuesto, que se dividen en seis áreas funcionales y siete capítulos de gasto, van a experimentar un incremento de un 42,7 % con respecto a 2021. Implica darle a este ministerio 24 millones de euros más para hacer lo mismo que en 2021, o dicho de otra manera, para que el juguete que le ha tocado al ministro parezca algo más que una Secretaría General Técnica.

La primera de sus responsabilidades importantes es la Seguridad Alimentaria y Nutrición, que es desarrollada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Dispone de un presupuesto de 21 millones de euros, con un incremento de un 32,4 % respecto al de 2021. Según el informe de indicadores que se publican en el Tomo XXI de la Serie Roja, en las páginas 80 a 82, los empleados de esta Agencia se pueden dedicar a descansar hasta marzo de 2022, porque a falta de un trimestre han hecho el 125 % de su trabajo. Además de sorprendente, solo puede querer decir que los objetivos eran muy sencillos de cumplir o que eran tan pocos y escasos que aún teletrabajando se han cumplido todos a la perfección.

La segunda de las responsabilidades es la Protección y promoción de los derechos de los consumidores y usuarios, que lleva la Dirección General de Consumos y que en 2022 nos va a costar casi 15 millones, con una subida del 9,2 % con respecto a 2021. En esta responsabilidad nos encontramos con que el ministerio, a 30 de Septiembre, prácticamente ha alcanzado el 100 % de los objetivos fijados por ellos en los Presupuestos del año anterior.

La tercera de las actividades que tienen contenido en este ministerio es la Regulación del juego, a la que se van a dedicar 11,3 millones de euros, con un incremento del 66 % sobre 2021. Supone dotar a esta área de 6,8 millones de euros adicionales. Sorprende de nuevo que en los indicadores de cumplimiento se estime que se van a realizar 600 procedimientos sancionadores y que, a 30 de septiembre, se hayan realizado exactamente los 600. En el resto de los indicadores, propuestos para saber si se está en línea con los objetivos, de nuevo observamos que prácticamente todos se han cumplido al 100 % o están tan próximos que podemos dar por cerrado el trabajo del 2021.

La Dirección y Servicios Generales de Consumo se desarrolla por el resto del ministerio y la Subsecretaría de Estado y está para «servir de apoyo para facilitar y hacer posible los programas». Esta partida se lleva otros 12 millones de euros para apoyar a las anteriores áreas, o dicho de otra manera, es donde están el ministro y sus asesores, dado que sus indicadores son tales como: Asistencia a Reuniones, Reuniones de Dirección y similares.

Dentro del MRR (Mecanismo de Recuperación y Resiliencia), se le ha asignado a este ministerio casi 6 millones de euros para su transformación digital, que fundamentalmente «va a ser dotar a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición de las aplicaciones informáticas necesarias para el desarrollo de su competencia».

Y por último, en el capítulo de Transferencias y libramientos, los 15,7 millones de euros van en su totalidad a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, lo cual quiere decir que realmente esta Agencia nos va a costar más de 42 millones de euros, (entre el presupuesto directo, los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y los libramientos), y que por lo tanto representa el 52 % del total del gasto de este ministerio.

Si a continuación analizamos el Presupuesto, por los capítulos habituales de la contabilidad presupuestaria, nos encontramos con lo siguiente:

Mientras los gastos de personal suben un 4,8 %, los corrientes aumentan un 31 % porque al ministro no le gustaba el lugar donde estaba el ministerio y decidió trasladarlo a una zona más interesante para él. Esta decisión personal de Garzón nos va a costar a los españoles de a pie otros casi cuatro millones de euros.

Por último, las Transferencia Corrientes, las Inversiones y las Transferencias de Capital son partidas de grandes subidas debido fundamentalmente a la Agencia de Seguridad Alimentaria.

Está claro que este es un ministerio sin sentido, que únicamente existe para mantener una alianza con un partido. Bien gestionado debería ser como máximo una Secretaría General Técnica, y podríamos ahorrarnos más de la mitad del dinero que se gasta por tener entretenido al líder de Izquierda Unida