El compromiso de Argelia con el Gobierno encarecerá aún más el recibo del gas

Argelia tuvo ayer que reafirmar su compromiso de garantía de suministro de gas a España por segunda vez en apenas 72 horas. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que ayer voló de urgencia a Argel, volvió con una promesa bajo el brazo: Argelia no sólo garantiza el abastecimiento de gas, sino que está preparada para elevar la oferta si España lo necesita.

A tres días para que se materialice el cierre del gasoducto Magreb-Europa, fruto de la ruptura diplomática entre Argel y Rabat, el Gobierno español confía el 25 % de la importación de gas argelino a Medgaz. El otro 75 % llegará en barcos en forma de gas licuado.

El gasoducto parte del campo de Hassi R'Mel, en el interior de Argelia, y avanza hasta el puerto de Beni Saf. Desde allí, la enorme tubería comienza un viaje submarino de 200 kilómetros hasta llegar a la playa del Perdigal, en la costa de Almería. Es el recorrido que hará una parte del gas natural que este invierno debe calentar los hogares españoles.

Medgaz, inaugurado en 2011, cuenta con dos accionistas. Por un lado, Sonatrach, la empresa pública que el Gobierno argelino utiliza para explotar los hidrocarburos del país. Cuenta con un 51 % del capital. Por otro, la española Naturgy con el otro 49 % que comparte a partes iguales con BlackRock como socio financiero.

Medgaz ya falló en 2016

A partir del 1 de noviembre será el único gasoducto que suministre a España desde Argelia. Ya no habrá una tubería alternativa que responda si se produce una avería.

De hecho, Medgaz ya ha fallado otras veces. En 2016, el gasoducto sufrió un problema técnico que cortó el suministro de gas a España durante tres días. En 2012, Enagás tuvo que anunciar un corte en el suministro por una avería similar en el gasoducto Magreb-Europa.

Aun así, los expertos coinciden al asegurar que el problema no está en el abastecimiento, sino en la enorme subida del precio.

El transporte por mar encarecerá aún más el recibo

El grueso del gas, no viajará vía subterránea, sino que llegará a bordo de barcos. En plena crisis de suministros y con el precio del transporte marítimo por las nubes, el coste final de la factura del gas puede ser insostenible.

A la actual crisis energética generada por la bajada de las reservas de gas en Europa y Rusia, y por el incremento de la demanda fruto del encarecimiento de la electricidad, hay que sumar los costes extraordinarios que tiene el transporte del gas licuado.

Si el invierno del 2020 la cotización del gas español (Mibgas) se mantenía en torno a los 20 euros/MWh, este miércoles rozaba los 90 euros/MWh. A ese incremento, se sumará otro derivado de los costes del transporte, que disparará aun más el recibo.

Putin garantiza el gas a Europa

En paralelo, el presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó este miércoles al gigante gasístico Gazprom rellenar sus depósitos en Alemania y Austria en cuanto concluya el llenado de los depósitos de gas en Rusia a principios de noviembre.

De esta manera Putin, da un paso más en su compromiso con Europa. «Esto permitirá cumplir de un modo fiable, estable y a buen ritmo los compromisos» de Gazprom en Europa y «abastecer a los socios europeos con gas durante la temporada de otoño e invierno».

Gazprom es la empresa más grande del país, y está controlada por el gobierno ruso. Exporta el 18 % del gas a Francia, el 34 % a Alemania y el 100 % a países como Finlandia, Lituania o Estonia. Es el principal suministrador de gas de Europa.