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El aumento de precios está llegando también a la cesta de la compra

Inflación

La incertidumbre persiste en el ahorro y el consumo

El aumento de precios y la inquietud ante el futuro retrae un gasto necesario para mover más la economía

La inquietud ante una recuperación económica más lenta de lo previsto, el alza de los precios y los cambios legislativos que el Gobierno ha ido introduciendo en el bolsillo de los ciudadanos se notan en el ahorro y el consumo. El Barómetro del Ahorro presentado por Inverco da datos abundantes al respecto.

Según este informe, el 25 % de los ahorradores españoles ha decidido asumir menos riesgos con su dinero. Curiosamente, el porcentaje aumenta entre los más jóvenes, que son supuestamente los más despreocupados. Entre los millennials (28-39 años en la actualidad) alcanza el 32 %, y entre los centennials (18-27 años), el 43 %.  

Además, el 44 % de los ahorradores españoles ha incrementado su nivel de ahorro durante la pandemia, y ha crecido significativamente la necesidad de tener remanentes para imprevistos como principal razón para ahorrar (del 30 % en 2019 al 38 % en 2021). El miedo a la situación creada por la pandemia se nota claramente en los datos.

La incertidumbre ante el futuro lleva también a un mayor empeño en querer obtener más rentabilidad de los ahorros. Entre el perfil de ahorradores definido por Inverco, el conservador baja por primera vez del 50 % desde el año 2009 y suben diez puntos, hasta el 43 %, los moderados, que buscan buenas rentabilidades y son capaces de soportar pérdidas controladas.

El aumento del 35 % al 49 % de los ahorradores que piensan en el largo plazo (más de tres años) remarca una búsqueda de seguridad que es también el valor más destacado a la hora de invertir. 

Buscando seguridad

Esta búsqueda de seguridad conecta bastante bien con el estancamiento del consumo, la principal razón aducida para un crecimiento económico de España que ha sido menor del esperado en el tercer trimestre. 

El consumo no ha crecido tanto como lo esperadoJordi Benítez

El recorte en el consumo final de los hogares es espectacular: de un aumento del 23,4 % interanual en el segundo trimestre de 2021 a un escuálido 1,1 % en el tercero.

La cifra es preocupante, teniendo en cuenta que el consumo supone 55 % del PIB español.

Las razones de la caída hay que buscarlas en cuestiones como el aumento de los precios que se refleja en el incremento de la inflación y limita la capacidad de gasto de quienes van más justos, el retraso en la llegada de productos por los cuellos de botella originados en las cadenas de suministro, el envejecimiento de la población o que el ahorro embalsado se encuentra más bien en clases medias y altas, que consumen menos. 

Sean cuales sean los motivos de cada uno para consumir con menor alegría, el Gobierno hará bien en quitarle obstáculos, si de verdad quiere que la economía crezca con fuerza. Medidas como subir impuestos, no actuar con más firmeza en la reducción del precio de la luz o aumentar las cuotas de los autónomos, por poner tres ejemplos, no favorecen que los implicados tengan más renta disponible para poder consumir y mover la economía.