El futuro del sistema de pensiones
Los españoles se asoman al abismo de jubilarse sin poder cobrar una pensión
España avanza imparable hacia un envejecimiento crónico de la población que amenaza las futuras pensiones. En 2050, habrá dos jubilados por cada tres trabajadores. El Debate repasa el presente y futuro del sistema público de pensiones
El sistema público de pensiones se enfrenta a uno de los mayores retos de su historia. Desde hace años, la financiación de la hucha de las pensiones es insuficiente. Las cotizaciones de empresas y empleados no son capaces de rellenar el fondo al ritmo que los jubilados van cobrando su prestación. Es por ello, por lo que hace unos días el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, anunció un incremento de las cotizaciones sociales del 0,5 % durante diez años.
Sin embargo, de cara al futuro, las dudas sobre la propia sostenibilidad del sistema se acumulan, y la gran pregunta que muchos trabajadores se plantean es si podrán o no acceder a una jubilación.
A partir de 2027, un mínimo de 37 años cotizados
Durante los últimos años, se han ido modificando las reglas. La vida laboral mínima para tener derecho a una pensión contributiva se sitúa en 15 años. No obstante, hay parámetros que se han ido modificando. Uno de los más importantes está en el incremento progresivo del número de años de cotización que se exigen para tener derecho al 100 % de la pensión.
Entre los años 2020 y 2022 se exigen 36 años cotizados. Entre 2023 y 2026 se exigirán 36 años y medio. Y a partir de 2027, 37 años. Es decir, si un trabajador decide jubilarse, pero no alcanza ese periodo de cotización, su pensión se reducirá paulatinamente.
Además, otro de los puntos que más polémica ha generado durante los últimos años es la edad mínima para poder jubilarse. En concreto, para el año 2027, la edad de jubilación ordinaria se establece en los 67 años. Es decir, si una persona decide jubilarse con 65 años deberá haber cotizado como mínimo 38 años y medio.
El sistema establece la posibilidad de seguir trabajando más allá de la edad ordinaria de jubilación. En casos como este se han establecido algunos incentivos, entre ellos, se puede escoger entre un pago único de compensación o un incremento de la pensión del 4% por cada año completo trabajado después de la edad de jubilación fijada.
Sobre el papel, el sistema parece firme. Sin embargo, hay muchas dudas sobre su supervivencia en el futuro.
Los trabajadores no serán capaces de sostener el sistema
España posee la tercera mayor esperanza de vida de todo el mundo, pero en contra, cada vez nacen menos niños. Es decir, nuestro país camina hacia un progresivo envejecimiento de la población. Según datos de Eurostat, en 2050 se prevé que haya dos mayores de 65 años, por cada tres personas en edad de trabajar.
De hecho, el envejecimiento crónico de España ya ha comenzado. Hoy, por cada 100 menores de 16 años, hay 25 mayores de 64 años. Una situación que está teniendo serias consecuencias sobre nuestra economía.
Desde el 2000, el coste de las pensiones para el Estado se ha disparado por encima del 160 %. Entre 2017 y 2020 este desequilibrio entre ingresos y gastos ha generado un agujero en el sistema de pensiones de 80.000 millones de euros.
Además, y por si la situación no fuera lo suficientemente compleja, debemos añadir el gasto derivado de tener cada vez más ancianos.
El agujero de las pensiones es de 80.000 millones de euros
Durante los próximos años subirá el gasto en sanidad y en dependencia. En concreto, y según las cifras del Banco de España, se estima que el coste extraordinario para las arcas públicas supere los 150.000 millones de euros anualmente. Según Ageing Report, el importe de las pensiones bajará muy por debajo del nivel de los salarios.
Para poder sostener este enorme quebradero de cabeza, es previsible que los futuros gobiernos terminen por aumentar los impuestos, o fomentar de alguna manera los planes de pensiones privados.