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Entrevista

Juan Bravo, consejero de Hacienda de la Junta de Andalucía: «Montero se fue de aquí con déficit y ahora se lo ha llevado al Gobierno de España»

El equipo dirigido por Juanma Moreno ha dado la vuelta a las cuentas en dos años bajando impuestos. El principal responsable cuenta cómo lo ha hecho

Tras nacer en Palma de Mallorca en 1974, Juan Bravo desembarcó en Jaén en 1997 para jugar en un equipo de división de honor de fútbol sala y estudiar Derecho. Posteriormente obtuvo la plaza de funcionario del Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda del Estado y se ha convertido en un experto en derecho tributario y lucha contra el fraude fiscal. Ha sido diputado del Grupo Popular por Ceuta desde diciembre de 2015. En febrero de 2019 tomó posesión como consejero de Hacienda de la Junta de Andalucía. En solo dos años ha dado un vuelco espectacular a las cuentas de la comunidad.

–¿Qué situación se encontró cuando llegó a la Junta en febrero de 2019?

–Lo primero fue que no estaba el presupuesto hecho. Seguramente pensaban que iban a ganar las elecciones y no se tomaron la molestia de hacerlo. La segunda sorpresa fue que el presupuesto de 2018, elaborado por María Jesús Montero y ejecutado la mitad del año por ella, reflejaba que éramos la única comunidad que incumplía las reglas fiscales de deuda, déficit y gasto. El escenario era bastante negativo. Tuvimos que hacer el presupuesto y en 2019 conseguimos ser los únicos que cumplían las tres reglas de gasto. Pasamos de ser de los más incumplidores a los más cumplidores. Fue un mérito del presidente, del vicepresidente y de todo el conjunto del gobierno andaluz.

–¿Qué le llamó más la atención en su aterrizaje?

–La gestión del gasto. Le pongo un ejemplo. Cuando llegué trabajé del modo habitual en alguien que se incorpora a un puesto: entraba muy pronto y salía muy tarde. Pasado un mes veía que siempre estaba encendida la luz del edificio de ocho plantas en el que estábamos. Un día se me ocurrió preguntarle a la persona de Seguridad cuándo se apagaban esas luces. Me dijo que él llevaba allí diez años y no se apagaban nunca. Es un ejemplo pequeño, pero muy simbólico, de lo que estaba pasando. A partir de ahí decidimos empezar una política de control del gasto público. Apagar las luces ha supuesto un ahorro de 55.000 euros al año. La Junta tiene 12.000 inmuebles. A Andalucía no le servía de nada tener los impuestos más altos de España: el agujero en la parte de gasto era muy grande; por mucho que se llenase de dinero, siempre salía más del que entraba.

–No parece que la gestión de la actual ministra de Hacienda, consejera de la Junta entre 2013 y 2018, fuera muy buena.

–Mientras fue consejera de Hacienda, la deuda de la Junta se incrementó en 11.000 millones de euros. Ahora en el Gobierno de España se reproduce lo que ocurrió aquí, con el descontrol del gasto público. El déficit bajó en España de forma continuada entre los años 2012 y 2018. En 2019, con la economía del país creciendo y antes de llegar la pandemia, el déficit aumentó con la misma persona que había estado en Andalucía. Aquí dejó déficit y ahora se lo ha llevado al Gobierno de España. También hay que recordar que cuando fue consejera de Salud recortó un 15 % la inversión en sanidad frente al 6 % de otras comunidades. Ese recorte no se ha repuesto. Desde que llegamos es una de nuestras mayores disputas. Si se aprueba el presupuesto que estamos negociando incrementaremos la inversión en sanidad más de un 30 %: de 9.800 millones pasaremos a 12.900. En Educación hemos aumentado 1.600 millones desde que llegamos, y en dependencia, 400 millones.

–Suelen preguntarles cómo lo hacen.

–Cuando al llegar contamos nuestros objetivos en el Parlamento y explicamos que queríamos lograrlos reduciendo impuestos, muchos no nos creían. Decían que era imposible. Bajamos los impuestos nada más empezar, a los 100 días. Ese año 2019 ya recaudamos 600 millones de euros más por el IRPF y conseguimos aumentar 119.000 contribuyentes. Después hemos hecho una segunda-tercera rebaja de impuestos. La más reciente ha sido en octubre, con un descenso en Renta, Transmisiones Patrimoniales, Actos Jurídicos Documentados, Medios de Transporte y todo lo que hemos podido en Patrimonio. Si comparamos la recaudación de Transmisiones Patrimoniales con la del año 2020, hemos obtenido 400 millones más, a pesar de haberlo bajado. Respecto a 2019 son 140 millones más. Se está demostrando que funcionan estas políticas. Ya lo hicieron entre los años 1996 y 2004, cuando se crearon cinco millones de puestos de trabajo, o entre 2012 y 2018, cuando se crearon 3,5 millones de empleos. Cuando las aplicamos en Andalucía, que llevaba 37 años de socialismo, resulta que ahora somos líderes en creación de autónomos y segundos-terceros en creación de empresas, en exportaciones y en captación de inversión extranjera. Nos hemos convertido en una de las locomotoras de este país.

Ahora somos líderes en autónomos y segundos-terceros en creación de empresas, exportaciones e inversión extranjera

–¿Cómo ajustan la locomotora por el lado del gasto?

–Al poco tiempo de llegar repartimos un céntimo que tienen los consejeros y muchos miembros del Gobierno. Seguimos la política de un gran empresario español, que en la crisis anterior pidió ahorrar un céntimo por cada producto. Pensaba ahorrar 800 millones y ahorró más de 2.000. Este empresario se planteó que en la crisis no podía cobrar más a los clientes por sus productos: nosotros dijimos que no podíamos cobrar más impuestos a los ciudadanos; que no podía apretar más a los proveedores: nosotros tampoco lo hicimos; y que no podía dar menos calidad: nosotros no podíamos hacerlo en sanidad y educación. Solamente podíamos ser más eficientes, y es lo que hemos hecho. Andalucía ha tenido que pagar más de 700 millones de euros en sentencias en los últimos cuatro-cinco años. Vamos a intentar no tenerlas. Aún tenemos de la etapa anterior socialista 650 millones en sentencias pendientes de resolución o en diferentes instancias. Estamos negociando con las partes, pero es que no les pagaron. Tratamos de negociar la fórmula de pago, aplazarla para que no comprometa las cuentas públicas. Por poner un ejemplo, en Andalucía se han hecho cinco tranvías y un eje ferroviario por más de 750 millones de euros y no están ni en marcha. Cuando ves este tipo de medidas compruebas la necesidad de gastar estrictamente lo necesario y reducir gasto. En el ámbito cultural el 90 % de la financiación era para personal y solo el 10 % para políticas culturales. No tenía ningún sentido. Hemos fusionado entes para reducir cargos y simplificar. Hemos ahorrado 12 millones de euros disminuyendo consejerías y representantes de delegaciones provinciales. Hemos conseguido quitar mucho gasto superfluo, y seguro que nos queda margen.

–También para subir ingresos.

–Tanto por la recaudación como por una gestión mejor de nuestro patrimonio. En Cádiz había una residencia de tiempo libre que llevaba más de diez años cerrada. Nos costaba entre 500.000 y 600.000 euros al año. Había okupas. Está en el centro, en la zona más importante de la ciudad. No tenía sentido que llevara diez años cerrada y la sacamos a subasta. No solo hemos obtenido ingresos: ya no tenemos gastos. El comprador ha invertido más de 40 millones de euros para hacer un hotel y una zona comercial. Esa es la política que queremos hacer: ponemos en valor lo que otros dejaron. Cada año costaba dinero y podía generar incluso riesgos para la seguridad. Así intentaremos seguir haciéndolo. La forma de pedir menos dinero a los ciudadanos es siendo más eficientes en el gasto público.

En Cádiz teníamos una residencia de tiempo libre que llevaba diez años cerrada y nos costaba más de 500.000 euros al año

–Todavía hay quien no quiere creer que la economía irá mejor bajando impuestos.

–Veamos datos objetivos de lo que ha ocurrido en España cuando se ha hecho: Entre 1996 y 2004 se crearon cinco millones de puestos de trabajo y la recaudación subió de 70.000 a 130.000 millones de euros. De 2012 a 2018 surgieron 3,5 millones de empleos y 2018 fue el año récord de recaudación: 208.000 millones. Además de bajar impuestos, hay que reducir trabas administrativas y burocráticas. Andalucía era un auténtico laberinto a la hora de crear una empresa. Cuando se aplican estas recetas y funcionan hay quien dice que sucede por suerte, pero resulta que siempre hay suerte cuando se aplican. También hay quien dice que hacerlo es de derechas. Portugal tiene un gobierno de izquierdas que ha bajado impuestos y reducido trabas y va como un tiro. Francia e Italia han anunciado rebajas de impuestos. No estaremos todos equivocados. Creo que es mejor que una parte del dinero vaya adonde todos estamos de acuerdo (sanidad, educación, políticas sociales) y otra al bolsillo del ciudadano. Cuando dejamos dinero en el bolsillo del ciudadano, se activa más rápido.

–Sin embargo hay ciudadanos que aplauden cuando la ministra dice que va a subir los impuestos, como se vio en un acto en Andalucía.

–Así es. A nosotros nos gusta que nos aplaudan cuando contamos que hemos ahorrado 40 millones en la factura de la luz de la Junta de Andalucía tras haber hecho un contrato previsor, o que hemos ahorrado 100 millones en pago de intereses de la deuda por haber hecho bien los deberes. El Gobierno dice que ha creado una comisión de expertos para el nuevo sistema tributario, pero no hay ninguna comisión para revisar el gasto público. ¿No hay duplicidades? ¿No hay aspectos en los que se puede ahorrar? ¿Toda la solución a las pensiones consiste en subir las cotizaciones? Como tengo una población presa, le subo los impuestos y recaudo más. Puede ser así en el corto plazo, pero no en el medio y largo. La gente se va. Es lo contrario a lo que ha ocurrido en Andalucía. En 2019 vinieron 80.000 personas nuevas, cuando hasta ahora se perdía población año tras año. 

–Si la receta sale bien, ¿por qué no la aplica el Gobierno central?

–Si solo consistiera en bajar impuestos, podrían hacerlo y les saldría bien, pero yo le digo que si el PSOE lo hiciera, no le iría bien. ¿Por qué? Porque no cree en el sector privado. Les hemos pedido colaboración público-privada y no lo han hecho. No entienden que lo más importante es simplificar las trabas administrativas y burocráticas. Al poco tiempo de llegar a la Consejería, concedimos una autorización a un señor que llevaba diez años esperándola para poder llevar a cabo una actividad de geotermia. Quise ir personalmente para conocerle porque me parecía un héroe por haber esperado tanto tiempo. Hoy su empresa no da abasto para atender los servicios que le reclaman. Tiene un capital de 40 millones de euros. El principal inversor es alemán, y no solo ha invertido en la empresa: ha venido a vivir a Almería. Imagínese la cantidad de puestos de trabajo que genera, de IVA, de Sociedades, de IRPF... Cuánto beneficio produce hacer las cosas así.

Al PSOE no le saldría bien bajar impuestos porque no cree en el sector privado

–¿En qué se nota la mejora del sistema fiscal andaluz?

–Cuando llegamos, Andalucía ocupaba la posición 16 de 19 (País Vasco cuenta por tres) en el ranking de competitividad fiscal de la Tax Foundation. Tras la reforma del 15 de octubre éramos la séptima, y con la de ahora, seremos la tercera. Nuestro objetivo va a ser siempre no subir impuestos y, si podemos, bajarlos. Cuando los bajamos dejamos pasar un tiempo para ver su efecto porque podemos equivocarnos. Podemos pensar en tener un efecto positivo y tener uno negativo. De momento no nos ha ocurrido en Renta, Transmisiones ni Sucesiones. Para la siguiente legislatura estamos estudiando qué haremos con Patrimonio. Desde que llegamos hemos pasado de recaudar 80 a 110 millones. Significa que a Andalucía ha llegado gente con más poder adquisitivo. Tenemos mucha población no residente que no se hace residente porque el impuesto de patrimonio no existe en muchos países, y su existencia les causa cierta reticencia. Queremos atraer a esos extranjeros y que se sientan como en su casa. Si derogando el impuesto de patrimonio conseguimos atraerlos e ingresar más por otro lado, lo derogaremos. Quienes vienen saben que nuestros impuestos van a estar en la media o en la media baja. Con nuestro clima, tecnología y entorno universitario hemos puesto el foco en Latinoamérica. Entran muchos mexicanos, colombianos que quieren hacer operaciones en Europa, y vamos a ver si podemos hacer que Andalucía sea atractiva para ellos y se convierta en un referente para la entrada no solo en España, sino también en Europa.

–Como experto tributario, ¿cómo se plantea el debate sobre el fraude o el blanqueo del que a veces se habla en algunas regiones de Andalucía?

–En la Consejería estamos cinco inspectores de Hacienda. Es un tema que nos preocupa y al que nos hemos dedicado durante muchos años antes de saltar a la política. La competencia corresponde a la Agencia Tributaria a nivel nacional. Colaboramos en todo lo que nos piden. También hemos creado una oficina anticorrupción interna y estamos intensificando la inspección en el ámbito de nuestra Agencia Tributaria con nuestros impuestos propios. Del mismo modo que nos esforzamos por cobrar lo mínimo a la gente, tenemos que hacerles ver que hay que pagar lo que corresponde. También es cierto que bajar impuestos facilita que los ciudadanos cumplan con sus obligaciones. Con estas medidas reflejamos nuestra posición respecto al fraude y a la corrupción que durante tantos años ha manchado Andalucía, y mostramos a la gente que desde febrero de 2019 eso se acabó.

Nuestras medidas reflejan que la corrupción que había manchado Andalucía ya se ha acabado

–¿Cómo ve el desarrollo de los Presupuestos en su comunidad?

–Hemos presentado unos Presupuestos muy buenos para Andalucía. Se incrementan en un 9 % a pesar de que hemos recibido 2.317 millones menos del Gobierno central y el conjunto de las comunidades autónomas 15.000 millones menos. Con la inyección de los fondos europeos rebasaremos los 43.800 millones, pero en la actualidad no tenemos ningún apoyo. Hasta ahora hemos contado con Vox, pero ahora no está dispuesto a darlo. Debemos ser respetuosos porque es un socio que nos ha ayudado a llegar a este punto y ha sido responsable en parte de lo bueno que ha pasado en Andalucía. Así se lo reconocen las encuestas, pero si no apoya los Presupuestos, tendrá que explicar por qué lo hace. El Partido Socialista nos ha dicho que podría abstenerse. Nos hemos reunido cuatro veces a propuesta nuestra. Vamos a intentar una quinta con ellos, con Adelante y con Vox. Lo que llevan estos Presupuestos es dinero para sanidad, educación, políticas sociales y poco más. El resto es la subida de sueldo a los funcionarios, que son casi 400 millones, y alguna cuestión concreta más. El PSOE nos hace una crítica sorprendente: nosotros contratamos 19.500 refuerzos para el Covid y hemos dicho que vamos a renovar a 12.000; nos dicen que, o renovamos a los 7.500 que faltan, o no nos apoyan. ¿Es adecuada esa defensa? A nosotros nos gusta explicarlo. Lo primero que hay que decir es que somos la comunidad autónoma que más refuerzos ha contratado en España. La segunda ha sido Cataluña, con 14.000. La siguiente derivada es que vamos a renovar a 12.000. Además, desde que llegamos se han creado 7.000 plazas nuevas. Se van a consolidar más de 10.000 interinos y hemos puesto 246 millones más para refuerzo de Covid y más de 440 millones para inversiones. Nos están diciendo que no quieren aprobar un presupuesto que es bueno para los andaluces y que lleva los fondos europeos más potentes que se han puesto nunca en un presupuesto. Nosotros ya hemos ejecutado en fondos europeos entre dos y tres veces lo que hacía el gobierno socialista. Cuando llegamos en 2019, no se habían ejecutado ni 1.500 millones de los 8.300 millones previstos en el marco 14-20. Estamos planteando multiplicar por tres nuestra mejor gestión, es decir, casi por diez lo que hacían ellos, y quieren bloquearlo.

 –¿Qué espera de los fondos europeos?

–Inyectar 5.899 millones de euros de fondos europeos en nuestra comunidad es un reto muy importante. Debemos tener mucho cuidado. Hay muy poca distancia entre que sean un elemento transformador, como ha pedido Bruselas, y que se conviertan en un nuevo Plan E. Le doy algunos datos: Recientemente hemos conocido que en el Plan de Igualdad se ha decidido que se invierta un millón por provincia para hacer un edificio para la violencia de género. Lo que tenemos que hacer es poner más dinero para ayudar a las personas que sufren la violencia, no hacer más edificios. ¿Cuántos edificios cerrados conocemos ya, y cuántas rotondas levantadas tres veces? En segundo lugar, Europa nos dice que el crecimiento derivado del dinero será un 0,8 % del PIB, pero el de las reformas lo aumentará un 10 %. Cuando alguien dice que estamos saliendo de la crisis de una manera distinta, yo lo niego. En el Plan E se pusieron miles de millones de euros y luego Montoro tuvo que poner más para pagar a los proveedores: las comunidades autónomas estaban quebradas. La única diferencia es que ahí pagamos todos los españoles y ahora paga Europa, pero la situación es la misma. Si se cogen los datos del Plan E se reproducen en muchos casos los de los fondos europeos Next Generation EU. Las reformas que estamos pidiendo, como la colaboración público-privada, no se están produciendo, y Europa ha dicho que la reforma laboral y de pensiones han de estar antes del 31 de diciembre para liberar el segundo tramo de dinero. Nos da mucho miedo porque es verdad que somos meros gestores administrativos. El Gobierno decide cómo y cuándo nos manda el dinero y dice páguese. Los 7.000 millones para empresas afectadas por el Covid los pusieron después de que lleváramos un año pidiéndolos. Cuando los lanzaron les advertimos de que las reglas que habían puesto no iban a permitir el acceso a muchas empresas. Han tenido que modificar el decreto, y a día de hoy ya le digo que no se van a ejecutar los 7.000 millones. Llegarán a un 60 %-40 % según las comunidades, salvo Canarias y Baleares. Se hacen las cosas mal y lo pagan los españoles. En cuanto a los Next Generation EU, cuando nos abran la ventanilla, les daremos prioridad absoluta para darles la potencia máxima, porque eso es actividad económica. Si no tenemos presupuesto, tendremos que prorrogar y se producirá una situación complicada: en vez de estar pensando en la ejecución, estaremos pensando mes a mes en rehacer el presupuesto. Eso frenaría el crecimiento, y por ese motivo digo que el que esté en contra de este presupuesto tendrá dificultades. Cuando haya elecciones, estoy convencido de que los ciudadanos lo tendrán muy en cuenta.

–Algunas veces se ha hablado de la posibilidad de que Andalucía rebase a Cataluña. ¿Qué le parece?

–En muchos parámetros ya la estamos superando. Hay gente que se va de Cataluña y viene a Andalucía. ¿Por qué? Porque intentamos dar un marco en el que las personas estén cómodas. Es verdad que ahora en España se está creando sobre todo empleo público, y ese es un fallo del sistema. Algo estaremos haciendo mal, sobre todo el que tiene responsabilidad máxima. Nosotros intentamos generar autónomos, empresas, facilitando, ayudando, haciendo llegar las ayudas lo más rápidamente posible y creando un entorno favorable. Para nosotros el sector privado es fundamental.