Cómo tu mes de nacimiento puede condicionar el sistema de pensiones español
Los datos arrojados por un estudio de la Universidad de Valencia pueden suponer un cambio en los modelos de negocio de las aseguradoras
Un estudio de la Universidad de Valencia concluía recientemente que las personas que tuviesen la fortuna de nacer durante el invierno tendrían más probabilidades de cumplir años que los de su quinta nacidos en verano puesto que esta casuística, según las estadísticas, te permite vivir tres meses más. La explicación es muy simple. La mortalidad es más frecuente en los meses de invierno debido, sobre todo, a las inclemencias meteorológicas, y los nacidos en verano tienen que pasar primero por esta estación junto a la otra más dura en el ranking, el otoño, para llegar a cumplir un año más.
Al margen de este dato curioso, ¿qué otras lecturas se pueden hacer? Los investigadores y autores del estudio público Estimation of the combined effects of ageing and seasonality on mortality risk: An application to Spain, José Manuel Pavía y Josep Lledó, consideran que, de aplicarse, puede repercutir a la hora de gestionar los sistemas de pensiones y en la estrategia de las compañías aseguradoras.
Conocer más acerca de la esperanza de vida del futuro pensionista aporta datos muy valiosos a la hora de pagarle más, o menos, jubilación o cobrarle más, o menos, caro el seguro. Pavía lo explica a El Debate: «Cuando llegas a la edad de jubilación decides cómo rescatas el dinero de tu plan de pensiones. Lo que quieres es que como persona tenga el mínimo impacto fiscal, pero no sabes cuánto tiempo vas a vivir y la aseguradora tampoco. Lo normal es que decidas cobrarlo mensualmente. La aseguradora calcula el tiempo que va a estar pagándote en base a unas tablas anuales de esperanza de vida y en función de ese cálculo te deduce una cantidad al mes, pero puede ser que mueras antes de lo que la aseguradora prevé y digamos que ahí es cuando pierdes dinero».
Y es que actualmente las mediciones por parte del Estado y de las compañías aseguradoras se realizan con tablas anuales de datos agregados. Un hecho que el estudio de Pavía y Lledó afina a trimestres, perjudicando en unos casos a los clientes y en otros, a las aseguradoras. «Si la aseguradora prevé que el cliente va morir antes le cobra más, pero si prevé que tiene probabilidades de vivir más le cobrará menos», indica Pavía.
Así, si las compañías aseguradoras comenzaran a tomar en cuenta estos datos trimestrales por fecha de nacimiento recabados en el estudio, para un seguro de fallecimiento de 100.000 euros destinado a un hombre de 65 años la diferencia de precio estaría en un 27,3 % más, o menos, en función del mes en el que el hombre haya nacido. «Si ha nacido en verano pagará un 27,3 % más que si ha nacido en invierno», calcula el investigador. Se trata de un porcentaje elevado de cambio de ingresos para las aseguradoras puesto que «los seguros de vida en España representan el 70 % del valor del mercado de los seguros».
El estudio, que ya se ha publicado en la revista Journal of the Royal Statistical Society, puede significar un cambio en los modelos de negocio de las aseguradoras. «Quien utilice estas tablas tendrá una ventaja competitiva con el resto», concluye Pavía. Por ello, y para extender su uso entre ellas, sus creadores van a proponer al Instituto de Actuarios «un curso donde enseñemos a las aseguradoras todas las nuevas metodologías útiles que arroja el estudio», señala.