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La subida de los precios de la electricidad empuja al IPC a máximosEl Debate

La inflación, disparada

España se instala en una crisis de precios que pone en riesgo la recuperación

La espiral alcista del IPC condena a España a una crisis de precios que amenaza con frenar el consumo, recortar el poder adquisitivo y generar un agujero en las cuentas públicas 

La inflación continuará disparada durante los próximos meses. La mayoría de los analistas apuntan a que el precio de la electricidad seguirá subiendo a lo largo de 2022, empujando al IPC a niveles récord y dinamitando la recuperación que la economía inició en la segunda mitad de este año.

Todos los ojos están puestos ahora en la reunión que este jueves celebra el Banco Central Europeo, que está previsto que tome medidas para combatir los efectos de la escalada del IPC de la mayoría de países de la eurozona. «Se espera una revisión claramente al alza de los precios para 2022, aunque es poco probable que se extienda de cara a 2023 y 2024, quedando por debajo del 2 %», afirma Santiago Martínez, Responsable de Análisis Económico y Financiero de Ibercaja.

Una crisis de precios que atacará a la capacidad de ahorro de los españoles, cuyas finanzas ya han comenzado a perder valor, frente al encarecimiento de la vida. Según el último barómetro de Asufin, sólo un 6 % de los españoles afirma haber incrementado sus ahorros. El informe destaca que un 80 % de los encuestados no consigue ahorrar ni un solo euro.

Un lastre para el consumo

Una compleja situación que afecta de lleno al consumo lastrado por la pérdida de poder adquisitivo y por el encarecimiento de bienes y servicios de primera necesidad, como la luz y el gas natural. «El gas se ha convertido en la piedra angular de la economía en Europa», afirman desde la consultora Tempos Energía.

El repunte de su precio ha empujado a la luz al nivel récord que se alcanzará a lo largo de este miércoles y que promete un invierno con recibos por las nubes, fruto de las tensiones diplomáticas entre Rusia y Ucrania, las compras masivas de China y la ausencia de viento que genere la tan necesaria energía eólica para el ‘mix’ energético. «Todo un obstáculo para la economía europea que a duras penas se recupera de la crisis Covid y que ahora se enfrenta a un crack del mercado energético», apuntan desde la consultora.

Encarecimiento del alquiler

Al repunte de los precios, se suman las consecuencias más directas del alza del IPC. Una de las más notables es el encarecimiento del alquiler para aquellos contratos que deban actualizarse durante los meses con tasas de inflación más elevadas. Un inquilino de un piso medio en Madrid de unos 845 euros mensuales verá como su renta se eleva cerca de 50 euros al mes, o casi 600 euros al año.

Una situación que ha generado que parte de ese pequeño porcentaje de ahorradores se refugie de la espiral inflacionista en el sector inmobiliario. La compraventa de viviendas se disparó un 22,2 % el pasado mes de octubre en relación con el mismo mes de 2020. Su mayor cifra en este mes desde el ejercicio 2007, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los salarios pierden el pulso

El alza prolongada del IPC supone una conmoción para los salarios. Tan sólo dos sectores tienen pactada una subida superior al 2 %, los trabajadores dedicados a la construcción, y agricultura y ganadería. Industria y Servicios –el más numeroso– apenas llegan al 1,5 %.  

A ello hay que añadir que solo uno de cada seis trabajadores acogidos a un convenio colectivo, tienen la cláusula de garantía salarial que impide que pierdan poder adquisitivo. Es decir, su salario se revisa al alza cada año tomando como referencia la tasa del IPC.

Un roto en las cuentas públicas

El encarecimiento prolongado de los precios también impactará con fuerza en las cuentas públicas a lo largo de 2022. La revalorización de las pensiones supondrá un sobrecoste de casi 5.000 millones de euros en 2022, según el departamento que dirige José Luis Escrivá. La deuda de la Seguridad Social se elevó en el tercer trimestre hasta los 91.855 millones de euros, su cifra récord.

Además, el Estado deberá hacer frente a un coste extraordinario derivado de la revalorización del 2 % del sueldo de los funcionarios, que el Ejecutivo ha firmado para 2022. Un compromiso que supondrá un gasto de casi 3.000 millones de euros para las arcas públicas.