Juego de trenes en la alta velocidad española
AVLO, Iryo y Ouigo se disputarán un mercado de 33 millones de clientes que dejará tocado al transporte de coches y autobuses
La liberalización de la alta velocidad en España es una realidad desde el 14 de diciembre de 2020. Todo empezó en el transporte de mercancías liberado en 2007, el internacional de pasajeros en 2010 y el de los trenes turísticos en 2013.
Las Cercanías tendrán que esperar hasta 2027, ya que Renfe tiene contrato para media distancia y Avant hasta esa fecha.
Fitur 2022 ha servido para que AVLO, la low cost de Renfe, pusiera a la venta sus recorridos entre Madrid y Valencia por siete euros. Ouigo es la marca de alta velocidad de bajo coste, filial de la francesa SNFC, que opera en España desde finales de 2020 con destinos a Madrid, Barcelona, Zaragoza y Tarragona. Iryo es el operador privado de alta velocidad en España que a finales de año 2022 conectará Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Sevilla, Málaga, Córdoba, Zaragoza y Cuenca.
Tres compañías que se disputarán un mercado de 33 millones de usuarios, según Renfe, pero que esperan «se llegue a los 45 millones» asegura Javier Marín, director Comercial de Renfe que se muestra «agradecido a la liberalización». Para la compañía pública española esto supone competencia y, por tanto, enfrentarse a nuevos retos y fijar objetivos, «estamos cerrando una nueva base de maquinistas», adelanta.
La pandemia dejó tocada a la alta velocidad como al resto de sectores, pero su recuperación ha sido igual de rápida que sus trenes «estamos al 80 % de ocupación de antes de la pandemia», explica Javier Marín con el sólido argumento sanitario de que en los trenes no se han registrado brotes de COVID-19 durante estos meses.
El futuro pasa por el tren y eso deja muy tocado al automóvil. Mientras la electrificación llega y España se adapta, «los coches serán los grandes damnificados», augura Marín.
Javier Pareja, director comercial y de marketing de Ouigo, también se fija en los coches. «El tren es una pequeña fracción de todo lo que mueve el coche, pero el mercado en España es enorme» y lo dice en referencia a lo que antes fue el puente aéreo entre Madrid y Barcelona que ahora se pasa a la alta velocidad. «Aunque la competencia es el coche, por experiencia sabemos que el 80 % de nuestros usuarios en Francia vienen de hacer sus trayectos en coche», asegura Pareja. Un cambio de hábitos que esperan conseguir en España.
Ouigo sí acepta la etiqueta de low cost, igual que AVLO, pero el marketing juega una mala pasada a esos billetes baratos porque la cultura en España es la del último momento. «En tren no se puede comprar en el último momento», comenta Federico Pareja. Las ofertas pasan por las previsiones en los viajes a tres o cuatro semanas para que esas ofertas sean una realidad. Aunque el cliente siempre tiene la razón y Ouigo tiene en marcha el plan Covid-Flex que se adapta a la situación del cliente con modificaciones de fecha y hora ilimitada y sin gasto.
Iryo llegará a finales de 2022 a las vías españolas. Pepe Manich, director de experiencia de cliente y fidelización se quita el low cost de encima. «Seremos una compañía de precio flexible, pero no exactamente de bajo precio», comenta. Eso les supondrá igualar esa experiencia que clama su cargo a la de los AVE, por ejemplo, para que el viajero tenga donde elegir. «Captaremos pasajeros de autobús y coche», adelanta. De ahí que se entienda que algunas empresas de autobuses se hayan aliado con la alta velocidad para vender billetes conjuntos.
El debate organizado por Soltour sobre la liberalización del sector ferroviario en el marco de Fitur deja sobre la mesa una espléndida batalla por la alta velocidad que se sumará a esos objetivos de sostenibilidad tan necesarios.