Crisis
Amazon, Paypal, Meta... ¿Ha explotado la burbuja tecnológica?
Las fuertes caídas de estas empresas están equilibrando el mercado, pero seguirán siendo un referente a futuro
Apenas llevamos consumidos 40 días de 2022 y el sector que parecía que iba a impulsar la recuperación económica sufre la mayor crisis bursátil de su historia. Una historia relativamente breve porque las tecnológicas no llevan tanto en los parqués, aunque su influencia es máxima.
Meta ha tenido mucho que ver en todo esto. La empresa antes conocida como Facebook vive una dura travesía por el desierto con un desgaste de imagen, malos datos económicos y una huida de usuarios aburridos de la red social.
La caída en bolsa que protagonizó el 3 de febrero tras presentar pérdidas en 2021 es la mayor que se registra en Wall Street con un 26%, seguida de Amazon ese mismo día con casi un 7% y de Tesla en noviembre de 2021 con casi un 18%.
El 20 de enero la acción de Amazon tocó fondo con un valor de 2.777 dólares, un 25% respecto a noviembre de 2021. Ya el 1 de febrero, y mientras Meta mordía el polvo, Amazon resurgió cotizando a más de 3.000 dólares empujada por sus beneficios de finales de 2021.
Pero no son las únicas que pierden. Paypal se derrumbó un 26% tras anunciar que revisaba a la baja sus proyecciones y los malos datos del cuarto trimestre. Square también sufrió pérdidas provocadas por otro movimiento tecnológico. Apple anunció que el iPhone aceptaría recibir pagos y eso provocó un descenso del 10% de la fintech.
Netflix
Netflix también vivió un capítulo negro. Entre octubre de 2021 y enero de 2022 pasó de los 700 dólares por acción a no llegar a los 400. Sus resultados dejaron claro que cada vez tiene menos suscriptores porque la competencia es muy fuerte.
Y a todo esto, la inflación. La pérdida de poder adquisitivo es alarmante en Estados Unidos y, como no, en España donde los sueldos suben un 1,6% y los precios un 5,4%. La inflación se deriva de los problemas en la cadena de suministros. La demanda aumenta igual que los costes de los componentes y la mano de obra, por su escasez. Esas subidas suelen impactar sobre el comprador, pero las tecnológicas no se pueden permitir ese alza de precios tan descarada y anuncian pérdidas.
Apple también come al margen en este caso. Tiene la capacidad para negociar precios favorables con los proveedores y no le importa subir precios porque sabe que sus adeptos seguirán ahí pase lo que pase.
Los indicadores no llegan a advertir de una burbuja tecnológica porque el futuro pasa por este sector. En el segundo trimestre de 2022 se verá el final del túnel de la crisis de suministros y la demanda se estabilizará a la oferta. La corrección que estamos viviendo parecía necesaria.