Javier Arizmendi: «La inflación nos obliga a pasar de ahorradores a inversores y no es un paso fácil»

El fútbol se acabó para Javier Arizmendi de Lucas (Madrid, 1984) a los 32 años. Detrás dejó su primer partido en Primera con el Atlético de Madrid el 15 de febrero de 2004, el debut con España el 10 de noviembre de 2006 y la Copa del Rey con el convulso Valencia de Koeman en 2008. La puerta que se abrió después de aquella experiencia fue la que él quiso empujar. Un tipo curioso y bien formado que veía en la economía algo en lo que podía seguir aportando.

Como gestor de patrimonios en la sociedad de valores Tressis, asesora a todo tipo de perfiles sobre qué pueden hacer con su dinero y con sus ahorros. También pasan por su despacho futbolistas que necesitan que el día después de dejar el fútbol sea su dinero el que siga trabajando mientras ellos encuentran su nuevo lugar en el mundo laboral.

–¿Cómo acaba un futbolista profesional en el mundo de las finanzas?

–Hay varios factores que me llevan a interesarme por el tema de las finanzas. Ya cuando estaba jugando me di cuenta de que tenía que cumplir una necesidad personal. Si tenía una carrera razonablemente buena, ganando las cantidades de dinero que afortunadamente se ganan en el fútbol, lo necesitaba gestionar de forma responsable y disciplinada. Otro factor fue ver cómo en esos años de 2009 y 2010 empezamos a escuchar ciertos abusos por parte de las entidades financieras. Cosas como que la colocación de producto estaba en las antípodas de lo que necesitaban sus clientes. Recuerdo esa deuda subordinada a las participaciones preferentes que hicieron verdaderos rotos en muchas familias. Y ahí te paras a pensar si no hay entidades que asesoren y que gestionen mejor sin ese conflicto de interés que muchas veces se produce desde la independencia.

España es un país con poca cultura financiera. En el colegio no recuerdo que me hablaran de términos financieros, pero luego todos tenemos una hipoteca, un crédito...

–¿Tu formación empieza durante la carrera de profesional de futbolista o después?

–Durante mi etapa de jugador. Me licencié en Administración de Empresas en el año 2013, antes de dejarlo. Luego sí que me especializo. Hago un máster en finanzas y un curso ya más especializado en todo lo referente a la banca privada y asesoramiento financiero.

–¿A qué perfiles asesoras ?

–Tressis lleva asesorando más de veinte años y tiene todo tipo de perfiles. Por mi bagaje anterior, mis clientes están muy relacionados con el mundo del fútbol.

–¿Qué nivel de conocimiento financiero tiene el cliente que se acerca a vosotros?

–España es un país con poca cultura financiera, en general. En el caso de un futbolista, tiene poco tiempo para formarse y la vida le empuja a tomar decisiones en el plano económico sin la suficiente formación y madurez como para afrontar decisiones tan importantes. Tu carrera empieza muy joven, te sumes en una dinámica de entrenamiento, partido, viaje... Tu cabeza no está preparada para formarte en algo que puede resultar complejo.

Si dejas el dinero debajo del colchón o en la cuenta corriente dentro de cinco años no vas a llenar el depósito con el dinero que lo llenas ahora

–¿La gente prefiere tener los ahorros en el banco por miedo?

–Bueno, me remito a las estadísticas: el grueso del ahorro de los españoles sigue estando en depósitos que ya no están remunerados y por los que en algunas entidades te están cobrando, incluso a partir de cierto importe, por mantener ese dinero en cuenta. No dejamos de oír hablar de la inflación, ese aumento sostenido a nivel de precios que se ha disparado en los últimos tiempos debido a la fuerte demanda por la pandemia. Estás perdiendo poder adquisitivo. Si tú dejas tu dinero debajo del colchón o en la cuenta corriente dentro de cinco años no vas a llenar el depósito con el dinero que lo llenas ahora; en vez de merluza de pincho tendrás que comprar la normal de piscifactoría y en vez de irte al Caribe, te tienes que ir a Peñíscola.

Esta inflación nos está empujando a pasar de perfil de ahorrador a inversor, que no es un paso fácil, pero que creo que con un poco más de formación en edades tempranas podría solucionarse. Yo en el colegio no recuerdo que me hablaran de términos financieros. Luego todas las personas tenemos una hipoteca, un crédito, algo de dinero que invertir... Considero que no se le da la importancia que requiere.

–¿Se ha generado miedo en España a invertir después de casos tan mediáticos como Fórum Filatélico, preferentes, cooperativas...?

–Cada vez el sector está mucho más regulado y las exigencias de la CNMV son muy exigentes con las entidades. Todos estos fraudes se van destapando y cada vez surgen menos. Es verdad que la tecnología avanza muy rápido, pero también la CNMV tiene esos procedimientos de control y avisos. Esos chiringuitos que van surgiendo empañan un poco el buen hacer de otras entidades y pueden generar ciertos miedos al cliente. Hay que superarlo porque con tanta regulación es muy difícil meter la pata.

El factor más determinante es la edad y ponerse a invertir cuanto antes para aprovecharse del interés compuesto que genera la reinversión

–¿Sigue siendo más rentable invertir en vivienda?

–Tenemos un error en España muy importante hacia el ladrillo. Nuestro subconsciente prefiere lo tangible, lo que ves. Tener ladrillos, ventanas... Pero al fin y al cabo todo lo que tiene un precio se valora. La vivienda sufre de fluctuaciones. Lo único es que no vemos cada día es cómo fluctúa el precio medio del metro cuadrado en el barrio de Salamanca o el barrio de Chamberí. Los mercados financieros son volátiles, te dan un valor cada día y eso deja de percibirse como una ventaja. El inversor en cada momento puede saber cuánto vale mi inversión y eso genera pánico y euforia, dos estados de ánimo en el inversor que le hacen tomar decisiones no racionales. Con una planificación adecuada y entendiendo cuatro conceptos básicos se puede mitigar.

–¿Hay un tipo de inversión para cada edad o para cada bolsillo?

–Te diría que para cada edad y creo que el horizonte temporal debe ser el factor diferencial de en qué invertir y qué volatilidad estar dispuesto a asumir. Si yo tengo un horizonte temporal de largo plazo, me expongo al ruido y a la volatilidad que pueda surgir en un momento determinado, como surgió en 2008, en marzo y abril de 2020 con el tema de la pandemia y ahora en el mes de enero de 2022. Ese es el precio que tengo que pagar para tener éxito en el largo plazo y al fin y al cabo los mercados financieros se sofistican cada vez más. Con lo cual un inversor minorista o un inversor que tampoco tenga un patrimonio muy grande puede acceder a mercados globales e invertir en infinidad de tipos de activos. El factor más determinante es la edad y ponerse a invertir cuanto antes y aprovecharse de ese interés compuesto que genera la reinversión de intereses.

–Tressis tiene un acuerdo con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). ¿Qué esperan de vosotros?

–Este acuerdo se firmó hace ya más de dos años y ha tenido una muy buena acogida. Estamos dando un buen servicio y creando esa conciencia de lo importante que es la inversión, de tener un orden, de tener una planificación que reduzca esa incertidumbre hasta la retirada, por lo menos en el aspecto económico, porque luego vienen otras. Necesitan una guía, un plan, una estrategia. Qué pueden ir haciendo durante su carrera para ir generando ese colchón. Cómo pueden ir cumpliendo ciertos objetivos como la compra de vivienda, ayudar a sus padres, la formación de sus hijos. Y luego ya retirados, la mente cambia el chip porque esa retirada nunca la ves llegar, pero llega. En ese momento lo que te empieza a preocupar es que el nivel de vida que has tenido como futbolista mola y no lo quieres perder. ¿Cómo lo mantengo? Como puedo yo generar rentas que me puedan proporcionar equilibrar ese nivel de gasto que también tendré que reducir en muchos casos. Si se cierra un grifo, pero el otro sigue abierto, mal vamos. Los jugadores quieren recomendaciones puntuales de inversión, no ideas, acompañamiento, estar a su lado a largo plazo y que sientan que tienen bajo control su patrimonio.

Cuando un futbolista se retira se preocupa por que el nivel de vida que ha tenido mola y no lo quiere perder

–¿Por qué ahora ya no hay esos casos tan destacados de ruina absoluta en los deportistas?

–Ojalá no los veamos, pero pueden estar latentes. Cada vez vamos a vivir más. Somos el segundo país, después de Japón, con mayor esperanza de vida. Hay estudios que dicen que por cada siete años se gana uno de vida. Entonces, desde la jubilación hasta que nos muramos, afortunadamente, van a pasar muchos años y querremos tener una vejez confortable. Hay que hacer bien las cosas tal y como está el sistema público de pensiones. Se trata de no poner la tirita, que es lo que muchas veces hacemos. Tenemos que enfrentarnos al problema desde el origen.

–Se van del mundo del patrocinio del fútbol las apuestas y entran las criptomonedas. Eso se traslada a la sociedad. ¿Tus clientes te piden consejos sobre criptomonedas?

–Bueno, es algo que tienes que mirar porque es un tema de suma tendencia ahora y tienes que estar al día. Nosotros no nos metemos en activos que no están regulados como son las criptomonedas. No suponen una reserva de valor. Estamos viendo la volatilidad que tienen, no son un medio de pago aceptado globalmente y, por lo tanto, tenemos cautela. La filosofía aquí es la preservación de capital.

Quizá soy muy simplista, pero muchas veces pasarse de listo te convierte en el más tonto. No cometer un desliz con gran parte de tu dinero te ahorra mucho sufrimiento futuro. Es una tendencia que parece imparable. Si alguien quiere probar puede hacerlo con una parte pequeña de su dinero, no poner muchos huevos en esa cesta porque puede romperse.

No cometer un desliz con gran parte de tu dinero te ahorra mucho sufrimiento futuro

–Si la Liga española fuera un activo en bolsa, ¿el Real Madrid es un valor para invertir este año?

–Yo creo que este año, sí. A mi pesar, como atlético, pero parece que va a ser así. Pero bueno, al fin y al cabo una Liga son 38 jornadas y la gana el mejor y el Madrid está demostrando serlo este año.