El 68 % de los impuestos pagados desde 2003 llevan la firma de Pedro Sánchez

Tenía pendiente hacer un análisis de estos años no tanto con respecto al gasto como con respecto a los impuestos y lo que hemos tenido que pagar. Este análisis no contempla a la Seguridad Social, porque será motivo de otro análisis de cuanto han tenido que pagar los empresarios y los trabajadores, aunque antes y en artículos posteriores analizaremos los principales impuestos y cómo han evolucionado a lo largo de estos años.

Para que los lectores entiendan qué es lo que hay en cada capítulo de ingresos me permito hacer un breve resumen, que espero y deseo contribuya al entendimiento de estos arduos conceptos.

Los ocho capítulos de ingresos son:

1. Los impuestos directos, que se subdividen en los impuestos sobre la renta, sobre el capital, las cotizaciones sociales de los funcionarios y sobre la producción eléctrica.
2. Los impuestos indirectos, que se subdividen en el IVA, sobre consumos específicos ( alcoholes, carburantes, etc.) , sobre el tráfico exterior y otros impuestos (como sobre las primas de seguros, las transacciones financieras y los servicios Digitales)
3. Las tasas, que reúnen los costes del DNI y pasaportes a multas y recargos por diferentes conceptos.
4. Las transferencias corrientes que más del 95 % provienen de las Comunidades Autónomas y de los Ayuntamientos.
5. Los ingresos patrimoniales, que provienen del pago de dividendos de organismos como el Banco de España, de Loterías del Estado y por la subasta de derechos de emisión de gases de efecto invernadero.
6. Las enajenaciones de bienes, es la venta de patrimonio estatal.
7. Las transferencias de capital, de las que casi todos los ingresos provienen de Fondos de la Unión Europea.
8. Los activos financieros que provienen de reintegros de préstamos concedidos dentro y fuera del Sector Público.

Explicados los diferentes conceptos veamos qué nos ha pasado desde 2003 hasta 2022, analizando el último año de gestión de cada uno de los presidentes para comprobar dónde han crecido más los impuestos que permiten gestionar el estado.

Con estos datos podemos comprobar que hemos pasado de una recaudación de 106.000 millones de euros a un objetivo de más de 197.000 millones, lo que supone un crecimiento con respecto a la era Aznar de un 86 % y al último presupuesto ejecutado por Mariano Rajoy, del 46 %.

Está claro que nuestros dos impuestos estrellas son los Directos y los Indirectos, que en el caso de Aznar suponía el 87,5 % de los ingresos, con Zapatero, el 86,1 %, con Rajoy, el 82,9 %, y con Sánchez, el 68,8 %. Datos que vienen afectados por la transferencias de la UE para los Fondos Next Generation y por una partida de 11.000 millones de devolución de aportaciones patrimoniales, que quiero suponer que son devoluciones estimadas del ICO al Estado de la recuperación de los préstamos ICO a las empresas, aunque esto no es más una suposición porque en los presupuestos de Ingresos no se dice absolutamente nada.

Estos dos impuestos, que son la piedra de toque del día a día de los españolitos de a pie, han pasado de los 55.000 millones en el caso de los directos a casi 78.000 millones esta año 2022, con un crecimiento con respecto a 2003 del 41 %. En el caso de los impuestos indirectos, estamos hablando de casi 38.000 millones en 2003 a casi 58.000 millones en el 2022 con una subida del 53 %.

Hay otros dos impuestos que, descontando los Activos Financieros, crecen más del doble con respecto a 2003 y son las Tasas que, crecen un 266 %, y las Transferencias Corrientes, que crecen un 161 %, alcanzando casi los 10.000 millones las Tasas, debido a la aparición de otros ingresos aparecidos en la época Rajoy y las Transferencias Corrientes, que llegan cas a los 13.500 millones, siendo las Comunidades Autónomas las mayores aportadoras (Madrid es la gran aportadora neta).

En definitiva, el sablazo que los españoles hemos tenido que sufrir desde 2003 han sido 18.000 millones con Zapatero, 11.000 millones con Rajoy –y menos mal que bajó el Gasto Público– y de 62.000 millones con D. Pedro Sánchez Pérez-Castejón. En definitiva, 91.000 millones más de impuestos, de los cuales un 68 % se lo podemos agradecer a nuestro actual presidente, que muchas veces se olvida de que los gastos hay que pagarlos con los ingresos.