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Informe

El FMI alerta del aumento del gasto que puede traer la reforma laboral

El organismo internacional critica varios aspectos de la nueva ley; entre ellos, que no se aborda el principal problema del mercado de trabajo español: la dualidad

La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, respondía el 16 de febrero a la portavoz del PP Cuca Gamarra que «el FMI valida nuestra agenda reformista y apoya la reforma laboral a la que ustedes se opusieron». Hacía referencia al exhaustivo informe de 88 páginas que el Fondo Monetario Internacional ha publicado recientemente sobre la marcha de la economía española. El informe, sin embargo, no es tan laudatorio como podría parecer. Decía algo más a lo que la ministra no hacía referencia, y que no transmitía precisamente un aplauso a su política.

En el punto 26 del informe se reconoce que la reforma restringe el uso de contratos temporales (su principal objetivo) y promueve el uso de contratos indefinidos para el sector de la construcción y para actividades de carácter estacional. Incide el FMI en que será necesaria una vigilancia para garantizar el cumplimiento de esta cuestión, pero sobre llama la atención sobre otro punto: «Si bien estas reformas podrían ayudar a aumentar la proporción de contratos permanentes, no abordan el problema fundamental que impulsa la dualidad, que es la gran diferencia en los costes de despido de trabajadores permanentes versus temporales. Complementar la simplificación de los contratos con una reforma del sistema de indemnizaciones por despido (que posiblemente incluya la creación de un fondo de separación basado en el empleador) y abordar los problemas legales que se suman al coste de disolver los contratos permanentes ayudaría a aumentar aún más la proporción de puestos de trabajo permanentes. garantizando al mismo tiempo la protección continua de los trabajadores».

En nuestro podcast El Debate de la Economía, el profesor del IESE José Ramón Pin Arboledas explicaba un poco más la cuestión de la dualidad de la que habla el FMI: «Vienen a decir: ustedes no han tocado el despido, y entonces va a seguir habiendo dualidad en el mercado de trabajo español. Si al que es temporal le pagas una indemnización de doce días por año y al que es fijo le pagas 33, los empresarios van a seguir intentando contratar por 12».

Por otro lado, el FMI admite que las reformas prevén una flexibilización de los trámites administrativos del régimen de ERTE existente, y que además se ha creado un régimen de jornada reducida (RED) nuevo y más generoso para apoyar a las empresas que se enfrentan a fluctuaciones macroeconómicas cíclicas o perturbaciones sectoriales. Los trabajadores del esquema RED recibirán capacitación y apoyo para encontrar nuevos puestos de trabajo, admiten, pero «los detalles operativos, como las condiciones específicas que garantizarán el uso de este mecanismo, aún no se han definido. El nuevo esquema será financiado por el Gobierno. Si bien la RED sectorial puede ayudar a mejorar la movilidad de los trabajadores empleados, el esquema podría suponer una carga significativa para las finanzas públicas y limitar las oportunidades laborales para los desempleados y las personas que buscan trabajo por primera vez al alentar la contratación del grupo de participantes de la RED».

Por último, recuerdan que el acuerdo actual revierte algunos elementos de la reforma de 2012: en concreto, restablece la prioridad de los convenios sectoriales sobre los convenios firmes sobre salarios, y las prórrogas indefinidas de los convenios anteriores en caso de no llegar a un nuevo convenio (ultraactividad): «Las empresas conservarán la flexibilidad para establecer otras condiciones de trabajo y podrán negociar con los sindicatos una exclusión voluntaria de los acuerdos sectoriales. Los cambios en el proceso de negociación salarial intentan lograr un equilibrio entre la protección de los trabajadores y el mantenimiento de la capacidad de ajuste a nivel de empresa. Sin embargo, la opción de extender indefinidamente los acuerdos vencidos no está en línea con las prácticas en países pares y conlleva una reducción de la flexibilidad para las empresas».

Como ven, al Gobierno le queda mucho por hacer si realmente quiere poner en marcha una buena legislación en el mercado de trabajo.