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Entrevista al impulsor de la campaña 'Soy mayor, no idiota'

Carlos San Juan: «Estoy seguro de que esta antorcha ya no se apagará»

El apoyo recabado por San Juan contra la exclusión financiera, consigue que la banca firme un compromiso para evitar la exclusión financiera. «Estoy muy satisfecho», confiesa en su entrevista con El Debate, «pero seguiré vigilante»

Carlos San Juan (78 años) nos recibe en la sede de Change.org en Madrid. Lo primero que hace es dar las gracias a todos los medios que han publicado su historia. La que comenzó hace unos meses, cuando este médico jubilado decidió echarse a la espalda una demanda justa y sincera. En mitad de la pandemia, cuando las entidades financieras aprovecharon el ‘parón’ concedido por la covid para cerrar oficinas y cajeros, este hombre decidió comenzar una batalla contra el sector más poderoso de la economía. No fue una tarea sencilla, pero –a veces– con respeto, humildad y tesón, se consiguen grandes victorias. Su lucha, la de un hombre anónimo, se coló en los despachos de los presidentes de los bancos más grandes de Europa. La exclusión financiera que sufren cientos de miles de personas sin acceso a la tecnología, ha dejado de ser un ‘daño colateral’ de la transformación del sector. Este lunes, la determinación de Carlos ha sentado en una mesa a los presidentes de la patronal de la banca, al gobernador del Banco de España y a la vicepresidenta primera del Gobierno delante de un papel de compromisos, cuyo cumplimiento promete vigilar mientras le queden fuerzas.

–Ayer, la banca firmó un decálogo de medidas contra la exclusión financiera, son diez. ¿Está usted satisfecho?

–Pues sí, estoy muy satisfecho, estoy esperanzado. Y le reconozco que, en un grado pequeño, también un poquito vigilante para que esto se lleve a cabo tal y como se ha acordado.

–Los pensionistas –grandes perjudicados– son los principales clientes de la banca, ¿le parecen suficientes esos diez compromisos?

–Siempre que se cumplan, creo que sí. El objetivo que defiendo es proteger a los más vulnerables, –que son muchísimos–, a las víctimas de este avance digital tan rápido que los iba a excluir totalmente y que estaba vulnerando hasta sus derechos humanos.

–Quizá dentro de unos meses, el debate sobre la exclusión financiera se diluya. ¿Confía en que los bancos mantengan estos compromisos a medio y largo plazo?

–Si no hay una legislación que proteja al sistema financiero y a la banca de cualquier vaivén externo, llámese crisis, llámese variación en las directrices y objetivos de su negocio, yo confío. Si, por el contrario, se permite que sean los propios bancos los que se autoevalúen, yo no confiaría a largo plazo, puesto que las entidades están sujetas a muchos avatares y a muchas directrices que pueden hacer que los que han firmado, cambien y vengan nuevos responsables que lo modifiquen.

San Juan, en un momento de la entrevista con El DebatePaula Argüelles

–La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, ha anunciado una ley de protección al cliente bancario. ¿Confía en esa legislación?

–Sí, confío porque yo lo veo todo combinado. Yo asocio todo a que esto (el debate sobre la exclusión financiera) ha visualizado un gran problema. Y este debate, estoy seguro de que viene para quedarse. Aprovecho ya todas las ocasiones para irme despidiendo, pero estoy seguro de que esta antorcha ya no se apaga. Que este afloramiento de los problemas que tienen los mayores o de todo el que no esté familiarizado con la digitalización, continúe. Es bueno para todos, mejora el prestigio de los políticos y mejora la seguridad de la sociedad al sentirse defendida en todos sus ámbitos.

–¿Debe ser considerada la atención presencial en los bancos como un servicio esencial?

–Totalmente. La esencia de la legislación es la defensa de todos los usuarios, con lo cual, evidentemente le confiere un carácter esencial, puesto que lo es.

–Su lucha contra la exclusión financiera ha despertado un debate dormido sobre el trato que socialmente reciben los mayores.

–El trato hacia las personas mayores es muy importante. Desgraciadamente, no se limita a la banca. A nosotros todavía no nos han quitado ese prejuicio del mayor que incluso se puede ver en la publicidad, en la que nos representan sentados en un banco, dando de comer a las palomas, o pasando la mañana mirando como los obreros hacen los cimientos de una casa. Esto es un error. Hoy la tercera edad es muy activa y esa actividad que ahora está emergiendo viene para quedarse. Las personas mayores se matriculan en las universidades y pueden aprender digitalización. Pero dentro de este sector mayor, hay una parte muy vulnerable y está relacionado con su poder económico y sus limitaciones culturales. Hay una discriminación económica, hay pensiones que son muy bajas y la única exigencia de esas personas es llegar a fin de mes.

San Juan, en un momento de la entrevista con El DebatePaula Argüelles

–Durante este proceso, ha tenido tres interlocutores: los bancos, el Banco de España y el Gobierno. ¿Quién le ha decepcionado y quién le ha sorprendido?

–Las tres partes me han sorprendido para bien. Me ha sorprendido para bien el Gobierno, porque ha actuado rápidamente y, sobre todo, ha cumplido plazos rígidos. Me ha gustado mucho la actitud del gobernador del Banco de España, porque ha actuado sin protagonismos, pero me consta que ha trabajado mucho. Y me ha gustado la actuación de la banca. Cuando comencé esta campaña confiaba en que las entidades no tendrían un corazón de pedernal, que tendrían alguna fibra humana. Podían haber firmado un protocolo sin nombrar nada, pero no ha sido así, no solo han firmado en tiempo, sino que han tenido dos detalles fundamentales para mí. En una reunión que yo tuve el día 8 con ellos, estaban todos sus máximos representantes y comprendieron que tenían para cambiar. Incluyeron la presencialidad y el humanismo, porque ellos estaban muy encaminados a la digitalización. Han escuchado la opinión de una persona de a pie. Yo no soy ninguna autoridad, no represento a ninguna plataforma reivindicativa. Además, han tenido humildad, reaccionaron rapidísimo. Detrás de mí tengo mucha responsabilidad. Y han tenido la humildad de aceptar todos estos aspectos. El futuro nos dirá, pero a mí no me han decepcionado.