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Crisis

Naturgy ve asegurado el suministro de gas a España, aunque afirma que vamos a notar la guerra en el bolsillo

Señala que es muy limitada la posibilidad de que en los diez próximos años haya nuevas interconexiones gasistas

El director general de Gestión de la Energía y Redes de Naturgy, Pedro Larrea, ha dicho que España está bien situada en la seguridad de suministro de gas, aunque va a sufrir la volatilidad de precios, que «va a afectar a nuestro bolsillo y a nuestra vida diaria».

Larrea, que ha participado este lunes en una mesa redonda del encuentro «Expansión Sector Energía», ha insistido en que la guerra en Ucrania va a tener un impacto limitado en el abastecimiento en el caso de España, aunque no en cuanto a los precios.

En el caso de Naturgy, que posee un contrato de aprovisionamiento de gas natural licuado (GNL) con Yamal LNG, Larrea ha dicho que la compañía tiene muchas otras alternativas y el suministro está asegurado.

Ha recordado que el suministro de gas en España está muy diversificado y que Naturgy es la mayor empresa gasista del país con una cuota del 30 % del abastecimiento, «y nuestros clientes no tienen que tener inquietud».

En cuanto al cierre del suministro de gas de Argelia a través del gasoducto Magreb-Europa desde octubre pasado, ha dicho que hace 25 años se sabía que terminaba la concesión y el contrato asociado, con lo que todo el sector gasista se había preparado para ello.

Por otro lado, ha recordado que la seguridad del suministro eléctrico exige capacidad de respaldo y ha añadido que, si algo se ha demostrado este invierno, con poco viento y lluvia, es que es necesario ese respaldo de otras fuentes de generación.

Ha expuesto que se está haciendo una transición hacia un sector 100 % renovable, «pero eso tiene aspectos delicados», y hoy lo que puede dar soporte son los ciclos combinados, que generan electricidad a partir de gas natural.

Larrea ha dicho que eso no va a cambiar en veinte años, pero los ciclos combinados hoy pierden dinero «y nadie se ocupa de ellos».

Se ha preguntado qué puede pasar si en diez años no hay ciclos combinados y ha añadido que la situación sería «inviable».

Por eso, ha apostado por no desaprovechar las infraestructuras existentes, pues una cosa que ha demostrado la actual crisis es que hay que contar con todas las infraestructuras existentes y todas las materias primas.

También ha señalado que la probabilidad de que en los próximos diez años haya nuevas interconexiones gasistas con otros países es muy limitada, y que no hay nada más que mirar al pasado para ver las dificultades que hay para su construcción (oposición local, problemas de permisos, licencias).