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La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha asegurado que actuará cuando sea necesario para contener la inflación.Philipp von Ditfurth/dpa

El BCE se reúne el jueves

Lagarde podría dar marcha atrás a la subida de tipos por la guerra de Ucrania

A pesar de que la presidenta del BCE había adelantado acciones para contener la inflación, la incertidumbre en Ucrania podría hacer virar la estrategia de Lagarde, según los expertos

El Banco Central Europeo (BCE) optará previsiblemente por la prudencia después de que Rusia haya invadido Ucrania y se haya disparado el precio del petróleo, que presiona más la subida de los precios en una región que no crece con exuberancia.

El Consejo de Gobierno se reúne mañana, jueves, para discutir la política monetaria de los países del euro con el dilema de no entorpecer el crecimiento económico y hacer frente al fuerte aumento de los precios, sobre todo de la energía y los alimentos.

Por ello es posible que frene el ritmo de normalización de la política monetaria, respecto a las expectativas creadas en febrero, pero mantenga la dirección del viaje.

A comienzos de febrero la presidenta del BCE, Christine Lagarde, dejó la puerta abierta a una subida de los tipos de interés este año, pero desde entonces ha aumentado mucho la incertidumbre porque todavía no se puede cuantificar el impacto económico de la guerra en Ucrania.

La economista para Europa del gestor de fondos DWS, Ulrike Kastens, comenta que «el BCE se encuentra entre la preocupación por el crecimiento y el riesgo inflacionario» y espera un tono mucho más cauteloso en la reunión, que tendrá como telón de fondo la guerra en Ucrania.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) discutirán en Versalles un posible nuevo fondo europeo para financiar el gasto energético y de defensa, que, de aprobarse, quitaría presión al BCE.

«Un estímulo fiscal masivo quitaría algo de presión a la política monetaria y podría ayudar al BCE a centrarse más en combatir la inflación», dijo Kastens.

Las proyecciones macroeconómicas del personal del BCE de marzo van a considerar las implicaciones de la invasión de Rusia a Ucrania, por lo que la inflación de febrero del 5,8 % interanual se incorporará a las proyecciones que el Consejo de Gobierno tendrán en cuenta mañana.

Kastens prevé una revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento y al alza las de inflación y considera que en el entorno de inflación, los programas de compra de deuda ya no son apropiados.

En diciembre, el BCE pronosticó una inflación del 3,2 % para 2022 y del 1,8 % para 2023 y 2024.

El gestor de carteras en PIMCO Konstantin Veit afirma que «la elevada incertidumbre en torno a las perspectivas macroeconómicas llevará al BCE a centrarse en la opcionalidad en la política monetaria».

La opcionalidad implica que la subida de los tipos de interés podría tardar más tiempo en producirse después de que finalicen las compras de deuda.

Veit también espera que el BCE revise al alza sus proyecciones trimestrales de inflación y que se mantenga la opción de finalizar antes las compras de deuda en comparación con el plan establecido en diciembre, una vez que la crisis actual haya remitido.

A medio plazo, Veit cree que el BCE se propondrá poner fin a las compras de deuda y volver a un tipo de interés cero, con poca ambición más allá de eso.

«A largo plazo, sigue existiendo una gran incertidumbre sobre cuál podría ser el tipo de interés neutral para la zona del euro, pero todo lo que esté entre el 0 y el 1 % parece razonable en comparación con otras jurisdicciones», según Veit.

El economista jefe de AXA IM, Gilles Moëc, considera que el BCE retrasará sus planes de endurecimiento de política monetaria y advierte contra el peligro de que «la opinión pública puede haberse acostumbrado a la idea de que el árbol mágico del dinero puede dar frutos en cualquier época del año».

Es «ilusorio» creer que el endurecimiento de la política monetaria se «podrá posponer eternamente», la dirección general del viaje no ha cambiado, dice Moëc.

«Lo más temprano que podría ocurrir un aumento de tipos sería diciembre de 2022, pero posiblemente se retrase hasta 2023», pronostica Moëc.

Los analistas de Bank of America prevén que la guerra en Ucrania va a demorar la normalización de la política monetaria del BCE en un mundo alejado de la normalidad.

«La probabilidad de subidas de los tipos de interés en 2022 se han reducido, pero el BCE dejará la puerta abierta para un incremento en el cuarto trimestre», según Bank of America.

El responsable de Producto y Estrategia de Inversión de la gestora estadounidense Muzinich & Co, Erick Muller, destaca que «el BCE se reúne el jueves en condiciones especialmente difíciles e inestables».

También prevé que «el riesgo económico es tan alto tras el conflicto ucraniano que el BCE podría posponer cualquier anuncio de normalización monetaria».