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Yolanda Díaz, ministra de Trabajo

Cómo puede afectarte la anulación del despido procedente

El Gobierno trata de frenar los despidos en un momento en el que hay muchos sectores afectados por la falta de suministros y la elevación de los costes

Entendemos como despido objetivo aquel que se produce por causas organizativas, económicas o de producción debido a la situación económica que atraviesa la empresa en un momento determinado. Este tipo de despidos está amparado por la Ley y podría ser muy común actualmente, debido a la situación que atraviesan muchos sectores por la falta de suministros y los elevados costes. Sin embargo, desde el próximo miércoles, los tribunales lo dictaminarán como improcedente.

«No es momento de despedir», aseguraba hace unos días la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Es por este motivo por el que el Ejecutivo ha vuelto a poner sobre la mesa la medida que ya utilizó durante los peores momentos de la pandemia: la prohibición del despido objetivo procedente.

El objetivo de Díaz es reducir al máximo la pérdida de empleo, incrementada por una nueva situación crítica provocada por la guerra de Ucrania, la huelga de transporte y la desbocada inflación, entre otras cosas.

Pueden producirse despidos

A pesar de que desde el próximo miércoles este tipo de despidos no estarán permitidos, esto no significa que no vayan a producirse despidos. Si una persona es despedida en el periodo en el que esté vigente esta medida por un motivo objetivo, los tribunales lo dictaminarán como improcedente, por lo que serán más caros para las empresas.

Indemnizaciones más altas

Es importante señalar que, debido a esta medida, los trabajadores tendrán que percibir indemnizaciones mayores. Si un despido objetivo y declarado despido procedente contempla el pago al trabajador de una indemnización de 20 días por año trabajado, el improcedente lo sube a 33 días por año y a 45 para el periodo anterior a 2012.