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Una matrioshka de Vladimir Putin en un mercado de San PetersburgoEFE

Crisis energética

Putin se esconde detrás de uno de sus bancos para aceptar el pago de gas en euros

El ruso firma un decreto estético que no obliga a Europa a pagar en rublos. Gazprombank convertirá los euros en divisa rusa

Vladimir Putin aprueba una vía intermedia que permitirá a Europa seguir pagando en euros el gas y petróleo que sigue comprando a Rusia, a través de un mediador que convertirá la moneda europea en divisa del país. El presidente ruso trata así de salvar su órdago geopolítico, después de que Europa aguantara el tipo e insistiera en negarse a pagar en rublos, tal y como el Kremlin pretendía. De esta forma, el ruso garantiza la principal vía de financiación a la que se sujeta Rusia para no caer en la temida suspensión de pagos que termine por destrozar su economía.

La corrección de Moscú supone un salvavidas para Alemania, cuya dependencia de la energía rusa es una de las más altas entre los países comunitarios. Casi un 50 % del gas consumido en la locomotora Europa procede de Rusia, además, la ausencia total de infraestructuras en el país condena a Berlín a tener que seguir atado al Kremlin en el medio o largo plazo.

«Ha sido un baño de realidad para ambas partes», cuenta Gonzalo Escribano, director del Programa de Energía y Clima del Real Instituto Elcano, que asegura que para Rusia sería muy difícil el poder sobrevivir sin las ventas de gas y petróleo que hoy siguen vendiendo a Europa. «Hubiera sido una ilegalidad», dice Miguel Ángel Arranz, profesor de política monetaria de la Universidad Carlos III de Madrid, que apunta a que la decisión del cobro en rublos habría «convertido a Rusia en un paria internacional».

Si los precios de la energía bajan, la economía rusa caeMiguel Ángel Arranz, profesor de política monetaria

Una dependencia mutua llamada a continuar durante los próximos años. La directriz acordada en el pasado Consejo europeo, en la que los socios europeos pactaron incrementar sus reservas de gas al 90 % para garantizar el suministro de cara al próximo invierno, estaría provocando compras masivas acrecentadas por el ultimátum del Kremlin. Es decir, Rusia podría haber vendido más que nunca, a un precio que –este miércoles– cerró en los 120 dólares.

«Rusia es un exportador de materias primas, no una potencia económica. Fuera de eso no tiene prácticamente nada. Cuando los precios de las materias primas suben, su economía sube. Si los precios bajan, su economía cae», dice Arranz.

El decreto que este viernes entra en vigor permitirá a Gazprombank –banco propiedad del gigante energético ruso Gazprom– recibir el pago en euros, y convertirlo en rublos. La entidad financiera no se ha visto afectada por la exclusión del sistema Swift. La maniobra impuesta por Moscú ya habría sido puesta a prueba. Otros clientes del Kremlin como la India y China estarían pagando la energía rusa en rupias y yuanes, compras que llegarían convertidas en rublos a las arcas de Putin.

Gazprombank, el intermediario, no está fuera de Swift

El acuerdo da tiempo a que Alemania recorra un largo camino hacia su autonomía energética. «Durante los últimos años varios países del sur de Europa advirtieron a Berlín de los peligros de depender tanto de Rusia», dice Escribano. Advertencias a las que la excanciller Angela Merkel hizo oídos sordos.

El gobierno presidido por Olaf Sholz ha tenido que forzar un viraje en su política energética. Durante los últimos días, su gobierno ha aprobado un plan de emergencia con medidas extraordinarias que incluye un programa de racionamiento de gas y la construcción de plantas de GNL que tardarán tres años en estar operativas, según el experto en geoestrategia energética. «Es por ello por lo que el plan de independencia energética alemán no se consumará hasta 2024», dice Escribano.

Países del sur advirtieron a Alemania de su dependencia de RusiaGonzalo Escribano, Real Instituto Elcano

La guerra en Ucrania ha supuesto una bofetada en la política de transición ecológica europea. La ausencia de producción de petróleo o gas en territorio comunitario obligará a los socios a acelerar sus planes de implantación de energías renovables para buscar su autonomía. «La única garantía que tiene Europa está en las renovables, que no serán suficientes, pero sí una parte importante de la solución», apunta el director del Programa de Energía y Clima del Real Instituto Elcano.