Cuáles son las diferencias entre las hipotecas de tipo fijo y la de tipo variable
El euríbor ha cerrado el mes de marzo con una media de -0,237%, lo que puede provocar una subida de la cuota de las hipotecas a tipo variable
Continúa la espiral alcista del euríbor: ¿hipoteca a tipo fijo o variable?
Cómo cambiar la hipoteca variable a fija y protegerme de la subida del euríbor
El euríbor, el índice al que se encuentran referenciados la mayor parte de los préstamos hipotecarios españoles, sube por tercer mes consecutivo. Esto puede provocar que las cuotas de las hipotecas a tipo variable también suban pero, ¿en qué se diferencia una hipoteca de tipo fijo de otra de tipo variable?
La principal diferencia entre las hipotecas de tipo variable y las fijas es que mientras las primeras, como su propio nombre indica, tienen un interés que varía a lo largo del tiempo, en las segundas la cuota que se paga es siempre la misma. Es decir, con un préstamo hipotecario de tipo fijo siempre se pagará el mismo TIN (Tipo de Interés Nominal), mientras que uno a tipo variable irá cambiando con el paso del tiempo, lo que hará que la cuota suba o baje.
Hipotecas de tipo fijo
Las hipotecas de interés fijo tienen, por tanto, una cuota sin cambios, lo que otorga una seguridad mayor. No obstante, se amortiza el capital a un ritmo más lento y es posible que, en principio, se pague un tipo de interés más alto que el que posee la hipoteca variable.
Normalmente se ha recomendado este tipo de préstamos para plazos cortos, que no superen los 20 años, aunque en ocasiones pueden concederse hipotecas a tipo fijo con un plazo amplio de amortización, llegando incluso a los 30 años.
Su principal ventaja es que no está asociada al riesgo de una subida de tipos. El que reciba este préstamo pagará la misma cuota a lo largo de toda la vida del inmueble adquirido.
Hipotecas de tipo variable
Las hipotecas de tipo variable se fijan atendiendo a un índice de referencia, siendo el euríbor el más habitual en España, aunque también puede aplicarse el IRPH. Además se aplica un diferencial fijo por parte de cada banco. De este modo, la cuota que una persona paga cada mes puede variar con las variaciones del índice al que estén sujetas.
Este tipo de préstamos hipotecarios se caracterizan además por sus bajas comisiones y un mayor plazo de amortización.