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El responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Doménech.BBVA Research

Crisis

BBVA Research rebaja al 4,1 % su previsión de crecimiento de la economía española en 2022

Para 2023 espera un incremento del PIB del 3,3 %, también menor que estimación anterior

El servicio de estudios de BBVA ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento del PIB español hasta el 4,1 % en 2022 y el 3,3 % en 2023, desde el 5,5 % y el 4,9 % anterior. Las razones incluyen el impacto de la invasión de Ucrania, las sanciones impuestas a la economía rusa y el incremento en los precios, sobre todo los combustibles y la electricidad, durante los últimos meses. Así lo indican en el último informe Situación España, presentado por Jorge Sicilia, director de BBVA Research y economista jefe de BBVA; Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico; y Miguel Cardoso, economista jefe para España.

Los expertos de BBVA Research estiman que el consumo privado podría mitigar su desaceleración gracias a la flexibilización de las restricciones asociadas a la COVID-19 y al ahorro acumulado durante el confinamiento. Asimismo, los expertos de BBVA consideran que las políticas de demanda expansivas apoyarán el crecimiento del gasto, pero también presionarán los precios al alza. Respecto a los riesgos, si bien descienden los sanitarios asociados a la pandemia, aumentan los relacionados con el entorno geopolítico, los cuellos de botella en las cadenas de suministro y la inflación.

Según BBVA Research, los efectos de la invasión de Ucrania por parte de Rusia se transmitirán a la economía española por diferentes canales, aunque el impacto a través de la relación directa con ambos países será limitado. En primer lugar, la guerra conllevará una reducción de la demanda de bienes y servicios por parte de Rusia y Ucrania, mientras que las sanciones impuestas a Rusia por la Unión Europea, reducirán significativamente las relaciones comerciales con este país. No obstante, los economistas del servicio de estudios de BBVA apuntan a que tanto las exportaciones españolas a estos destinos como la inversión extranjera directa en España de rusos y ucranianos, y el peso de los visitantes rusos en el turismo español son limitados. La exposición del sistema financiero a las economías de ambos países es también muy pequeña.

El peligro está en la gasolina y el gas

El incremento en los precios de las materias primas será el factor con más impacto en la economía española debido a la importante cuota de mercado de Rusia y Ucrania. Los expertos de BBVA Research hacen especial mención en este punto al carbón y al petróleo. Consideran que el peso de Rusia en la provisión mundial de combustibles, junto con las sanciones, provocarán una escasez relativa que se reflejará en los precios de la gasolina y el gas. Respecto al gas, el informe indica que España está mejor posicionada que otros miembros de la UE para enfrentarse a las consecuencias de esta escasez. Descarta cortes en su suministro o restricciones en su consumo, como sí podría suceder en países vecinos. Sin embargo, BBVA Research espera que su precio sea históricamente elevado y que afecte al gasto en electricidad y a las empresas más intensivas en su consumo, incluso si la Comisión Europea aprueba la propuesta de los Gobiernos español y portugués de limitarlo. En concreto, BBVA Research apunta a que los mayores precios del gas y del petróleo restarán 2 puntos al PIB de 2022 y 1,7 puntos al de 2023.

Además, BBVA Research prevé que se mantengan las interrupciones en las cadenas de producción como consecuencia no solo de la invasión de Ucrania sino de otros factores como la política de «tolerancia cero» con la COVID-19 en China, la volatilidad en el mercado de materias primas o el incremento en el coste de la energía. En cuanto a la inflación, afirman que está reduciendo el poder de compra de las familias, lo que tendrá efectos negativos sobre el consumo. Por último, la caída de la confianza podría tener consecuencias negativas sobre la inversión y el consumo.

El PIB español crece un 1,4 % en el primer trimestre

Los datos disponibles apuntan que el PIB español arrancó 2022 con un crecimiento en torno al 1,4 % en los tres primeros meses del año. Además del avance del consumo, la aceleración en la ejecución de los fondos europeos estaría comenzando a notarse, según los expertos de BBVA Research.

El informe señala que los indicadores disponibles desde la invasión de Ucrania y el anuncio de las sanciones apuntan a un impacto negativo, pero todavía bastante limitado, en la actividad en España. Por ejemplo, se observa cierta ralentización del gasto con tarjeta de crédito durante la segunda quincena de marzo debido a la inflación y centrado en mayor medida en el transporte o la alimentación. Por otro lado, se observa que sigue aumentando la compra de vivienda, apoyada por los cambios en las preferencias de los hogares, el ahorro embalsado y la inflación. Asimismo, se ha acelerado el gasto asociado a los fondos europeos. En opinión de BBVA Research, refuerza la transición hacia un crecimiento basado en la inversión.

Sobre la política monetaria, los economistas de BBVA Research estiman que seguirá siendo expansiva, aunque se espera el inicio de un proceso de normalización en los niveles de tipos de interés. Así, anticipan que el BCE comience a subir los tipos a finales de año o a inicios del siguiente, una vez que se reduzca la incertidumbre sobre la evolución del PIB y sobre la disponibilidad de gas. Además, prevén que el Banco Central Europeo (BCE) finalice el Programa de Compra de Activos (APP, por sus siglas en inglés) en los próximos meses.

Respecto a los riesgos, el informe señala la elevada incertidumbre en el contexto actual. En su opinión, la inflación se ha convertido en la principal amenaza para consolidar la recuperación de la economía española. De esta forma, la inflación, en promedio, podría terminar 2022 en un 7 % y 2023 en un 2,5 %, aunque podría moderarse este año si la Comisión Europea aprueba la propuesta de los gobiernos de España y Portugal para limitar el precio de la electricidad. Asimismo, destacan cierta falta de certidumbre sobre el ritmo de ejecución de los fondos europeos y su impacto.