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El presidente chino, Xi JinpingLi Tao / Xinhua News / Contactophoto

Análisis económico

Soros, la Agenda 2030... ¿o la amenaza es China?

La unión de Estados Unidos y Europa hubiera permitido competir mejor con el gigante asiático

Desde hace ya unos años, no paramos de oír que la estrategia de Soros, la planificación de Davos y la Agenda 2030 nos van a llevar al final de la civilización actual, tal como la conocemos hoy. Sinceramente, no sé si Soros llegará a dominar el mundo, dado que, a sus 91 años, le queda poco tiempo para cambiar la sociedad.

Estoy de acuerdo que la Agenda 2030 puede transformar, y está transformando, muchos aspectos de la sociedad tradicional. Está cambiando valores y la izquierda ideológica está tomando mucho poder, pero, sinceramente, creo que se han olvidado de que hay alguien mucho más potente y cuyo poder crece año a año. Ese no es otro que el Partido Comunista de China y su país.

Geopolíticamente, no soy capaz de entender el porqué del alejamiento estos últimos años de las relaciones entre Estados Unidos de América y la Unión Europea. Entiendo el enfado de Estados Unidos con la falta de compromiso de la UE en la OTAN y el exceso de gasto al que se ve sometido el gobierno americano. También entiendo que las grandes multinacionales americanas se benefician de pagar muy pocos impuestos en Europa, pero todo ello es negociable y, perfectamente, se podrían dedicar muchos de esos impuestos que no pagan a financiar la OTAN y, en cualquier caso, encontrar otros medios para solventar las diferencias.

Pero, por otro lado, la relación de Estados Unidos con Rusia y China va viento en popa hacia el desastre. Ahora es por la guerra de Ucrania, y puede que el siguiente conflicto sea Taiwán. En algún conflicto, la OTAN y la UE están involucradas. En el caso de Taiwán, Estados Unidos ha preferido la alianza AUKUS [Australia (AU), Reino Unido (UK) y Estados Unidos (US)].

Seguro que muchos analistas ya han realizado la operación que voy a explicar aquí, pero creo que es importante que esta explicación llegue a la calle para que sepamos realmente lo que nos estamos jugando.

China ha hecho crecer su PIB en los últimos 20 años un 1.015 %. Alcanza ya la segunda posición del mundo, con casi 15 billones de dólares. Mientras tanto, la economía americana lo ha hecho en el mismo período de tiempo un 101 % y está en los 21 billones de dólares.

Para entender qué está pasando en la economía mundial es importante tener una foto de partida que permita comparar y predecir qué puede pasar en los próximos años. Si cogemos una foto fija sobre la economía mundial y la dividimos en los teóricos cuatro bloques existentes (Estados Unidos, Europa, China y Rusia), nos encontramos con la siguiente foto de partida hace veinte años:

En la foto del 2000, lo primero que sorprende es el PIB de Rusia: casi 40 veces menor que Estados Unidos, 25 veces menor que los países que hoy conforman la zona euro (19 países), 28 veces menor que los países que hoy conforman la Unión Europea (27 países) y 4,5 veces menor que China. Es más: Rusia tenía en esa fecha un PIB tres veces menor que España.

Por otro lado, el gigante chino en aquellos momentos no era tan gigante: su economía era 8,5 veces menor que Estados Unidos, 5,3 veces que la zona euro y 6 veces menos que la Unión Europea.

Desde el punto de vista del PIB per cápita, Estados Unidos era con diferencia el mayor de estas regiones en valor absoluto: 38 veces mayor que el de China, 31 veces mayor que Rusia, un 80 % superior a la zona euro y un 115 % superior a los países de la UE.

En cambio, la población china era 4,5 veces superior a la de Estados Unidos.

Si en aquellos momentos Estados Unidos y la Unión Europea hubiesen apostado por una unión estratégica para competir con el gigante amarillo, hubiésemos tenido un mercado potencial de 711 millones de habitantes con una renta per cápita de casi 26 veces y una riqueza en valor absoluto 14,5 veces superior a la China. Rusia hubiese sido un país residual y sin ninguna relevancia.

La foto del 2000 deja a las claras que una estrategia conjunta planteada en esas fechas hubiese hecho muy difícil a China crear un emporio con grandes multinacionales como Alibaba, Huawei, Xiaomi, Lenovo o las menos conocidas, pero más grandes todavía, como State Grid, China National Petroleum o Sinopec Group.

¿Qué ha pasado 20 años después?

¿Nadie en el mundo fue capaz de prever lo que podía pasar?

¿Algún político de los que gobernó en el mundo occidental no se dio cuenta de que, 20 años después, a lo mejor era tarde para tomar medidas para evitar que China nos coma en otros 20 años?

Aquí tenemos la foto justo 20 años después:

China supera ya en el 2020 en PIB a la zona euro y está casi al nivel de toda la Unión Europea y Estados Unidos. En el 2000 el PIB estadounidense era 8,5 veces mayor que el chino, y en el 2020 ya sólo lo supera en un 41 %.

Por otro lado, Rusia sigue siendo un don nadie desde el punto de vista del poder económico, no así del militar.

Donde todavía existe una gran diferencia es en el PIB per cápita. En Estados Unidos se sitúa en 63.414 dólares, 6 veces más que en China.

Si continuamos sin hacer nada, está claro que China conseguirá hacerse con el poder económico del mundo en poco tiempo. Ahora bien: si en estos momentos hubiese un consenso entre los Estados Unidos y la Unión Europea de juntar esfuerzos y estrategias económicas, quizás todavía podríamos cambiar el rumbo de la nave china.

Incluso en el caso de que se llegase a un acuerdo entre China y Rusia, el poder económico de Estados Unidos más Europa nos da el poder de ser más del doble en riqueza absoluta.

En el 2020, de las diez primeras empresas del mundo, cinco eran de Estados Unidos (Walmart, Amazon, Apple, CVS y United Health Group), tres ya eran chinas (State Grid, China National Petroleum y Sinopec), una de Japón (Toyota) y una de Alemania ( Volkswagen). En el año 2000, las diez primeras empresas eran de Estados Unidos (General Motors, Walmart, Exxon, Ford, General Electric, IBM, Citi Group, AT&T, Philip Morris y Boeing).

Si los europeos y los americanos trabajamos separados, aunque consigamos crecer a un ritmo del 3 % acumulativo en los próximos 10 años, los chinos lo hagan a un 5 % y las poblaciones mantengan la tendencia de los últimos 20 años, la imagen en 2030 sería:

China habría superado, y con mucho, a la Unión Europea y a la zona euro, y tendría a los Estados Unidos a solo un 6 %. Implicaría que las grandes compañías chinas serán las mayores empresas del mundo. Habrá empresas americanas en las primeras posiciones, pero la lista la dominarán las chinas.

La creación de los Estados Unidos de América y los Estados Unidos de Europa permitiría a estas dos regiones, unidas por el interés económico, conseguir mantener una gran diferencia, incluso con la unión económica de los chinos y rusos.

Si no queremos ver que el gran problema que tenemos enfrente no es sólo la Agenda 2030, sino la capacidad económica que está desarrollando el Partido Comunista Chino, y que en el 2030 dominará la economía mundial, estamos mirando hacia el lado contrario del que deberíamos mirar.

O tomamos medidas de forma inmediata y nos unimos económicamente y ponemos en marcha planes de defensa, económica y militar, o cuando queramos darnos cuenta estaremos todos hablando chino.