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Las clásicas del sector como Shell tratan de mantener su bandera alta ante el ascenso de las compañías chinasEuropa Press

Análisis económico

Los chinos, ganadores del siglo en el sector energético

El país asiático ha ido convirtiéndose poco a poco en el gran dominador

En El Debate hemos publicado ya, con este, cuatro artículos donde venimos analizando, a través de la información de la revista Fortune, la transformación de los sectores económicos a lo largo del S.XXI y vemos la evolución de las empresas, cómo se adaptan, incluso cómo desaparecen, y en definitiva, quiénes son los que controlan el mercado y por lo tanto tienen la capacidad de manejar las riendas de la economía.

Hemos visto cómo Walmart es la compañía número 1 del mundo en facturación y ella sola representa el 40 % del PIB español, hemos visto que Apple es la estrella que más luce en la actualidad en el sector TIC y que AT&T es quien domina el mundo de las telecomunicaciones en un sector clave para el desarrollo mundial.

Hoy vamos a analizar el sector que quizás está más en boca de cualquier consumidor hoy, el mundo de la energía, eléctrica, carbón, petróleo, nuclear, verde, y quiénes son las empresas que manejan la economía mundial.

En el año 2000 la diversificación mundial era muy grande; es más, parecía que las empresas europeas eran las ganadoras en aquello momentos, con cinco empresas entre las diez primeras del mundo (Royal Dutch Shell, BP, Total, RWE y Elf Aquitaine), mientras que Estados Unidos sólo tenía a dos, Exxon y ENRON, que en diciembre del 2001 se convirtió en la quiebra más famosa de Estados Unidos en aquellos momentos. China ya aparecía en esta lista con dos empresas en el ranking de las más importantes: China Petro Chemical y State Power.

Una década después nos encontramos que Europa pierde una empresa entre los mejores: desaparecen la alemana RWE y la francesa Elf y aparece la italiana ENI. Estados Unidos consigue colocar una empresa más entre las 10 mejores a pesar de la desaparición de ENRON (Chevron y Conoco) y China se queda con el puesto que tenía la Japonesa Tokyo Electric, para colocar a la China National Petroleum.

Shell y BP están entre las tres primeras posiciones compartidas con Exxon y es el gran momento de las petrolera, con siete puestos entre los diez primeros.

Por otro lado vemos que mientras en el año 2000 las 10 empresas del este sector facturaban 639.000 millones de dólares, en el 2010 este mismo número de empresas han multiplicado por más de tres sus facturaciones y alcanzan 1,9 billones de dólares (1,9 trillones en modelo americano)

En el 2020, otra década después, vemos de nuevo que hay cambios significativos.

Las tres primeras empresas del ranking de energía y petróleo son chinas. Estados Unidos se ha quedado sólo con dos y en las posiciones 7 y 10. Europa mantiene sus cuatro grandes empresas y aparece la petrolera de Arabia Saudita (Saudí Aramco), famosa además por su salida a bolsa en 2019 como la empresa de mayor capitalización bursátil el día de su salida.

Las españolas Repsol e Iberdrola aparecen por primera vez entre las mejores del mundo ocupando las posiciones 40 y 48 de las empresas de energía y petróleo y las posiciones 245 y 303 entre las 500 empresas más importantes del mundo según Fortune Global 500.

Por otro lado, en esta década las 10 más grandes pasan a facturar 2.9 billones de dólares con un crecimiento en 10 años de más del 52 %.

En 2021 Repsol e Iberdrola intercambian sus posiciones y se mantienen entre las 500 empresas más importantes del mundo.

Con los datos del último año hay pequeños cambios. Sale del ranking Chevron de Estados Unidos para que entre Shandong Energy, que permite a China convertirse en la auténtica dominadora de este sector, con 4 empresas entre las 10 primeras y manteniendo las medallas de oro, plata y bronce.

Vemos que además las 3 primeras empresas chinas están entre las 10 más importantes del mundo, lo cual nos indica la fortaleza y el poderío de esa región del mundo, que está preparando su asalto definitivo al poder en esta década, salvo que alguien le pare los pies.

Y eso sólo podría ser el establecimiento de una estrategia conjunta de los Estados Unidos de América y los Estados Unidos de Europa, y hoy ni se la ve ni se la espera.