La energía y la cesta de la compra disparan la inflación a su tasa más alta en casi 40 años

La inflación alcanza un nuevo récord. El IPC cerró el pasado mes de marzo -el primero completo tras el estallido de la guerra en Ucrania- en el 9,8 %. La cifra confirma el dato adelantado por el INE a primeros de mes. El encarecimiento de la energía, pero sobre todo de los carburantes, empujan a la tasa del IPC a su nivel más alto en décadas. El rebote del coste de la gasolina y el gasóleo ha elevado el precio del transporte, que alcanza una tasa del 7,1 %.

Los productos de la cesta de la compra también engordan la inflación. El precio de productos como el aceite de girasol se ha disparado un 30 %, las verduras lo han hecho un 15 %. Destaca también en incremento del coste del pescado y marisco, la carne, las legumbres, la leche, el queso y los huevos.

El IPC español crece al ritmo que lo hace en el resto de la Unión Europea y en Estados Unidos, que ayer desveló un incremento de la inflación al 8,5 %. En Alemania, el dato escaló al 7,3 %, su cota más alta desde 1981. La mayor parte de los expertos no esperan que el IPC toque techo hasta bien entrada la primavera. La inflación subyacente, aquella que resta la volatilidad de la energía o los alimentos, sigue sumando décimas. Cierra el mes en el 3,4 %.

Impacto en las cuentas pública

Los precios afectan con fuerza a las cuentas públicas. Las pensiones deberán subir al compás de la inflación. El Banco de España prevé que el año cierre en el 7,5 %, lo que tendrá un impacto de 12.000 millones de euros para las arcas públicas.

Sobre este mismo tema ya se pronunció también la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que realiza un cálculo similar y estima que por cada punto adicional de inflación, el gasto en pensiones sube en 1.500 millones.

Cada punto adicional, un coste público de 1.500 millones

Además, el euríbor ha vuelto a tasas positivas. Aquellos que posean una hipoteca a tipo variable y deban revisarla, verán como su cuota se encarece.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, abrió en febrero la puerta a una subida de tipos de interés este año, mientras que en la reunión de política monetaria de marzo el organismo decidió acelerar la desescalada de las compras netas de activos al amparo del programa APP para finalizarlas por completo en julio, aunque debido a la incertidumbre del 'shock' producido por la guerra, cambió la orientación a futuro de la subida de tipos. En este escenario, los expertos esperan que las entidades financieras encarezcan también las hipotecas a tipo fijo y mejoren su oferta de préstamos hipotecarios a tipo variable.

Los precios comenzaron su escalada en verano de 2021, acelerando su expansión durante el mes de diciembre. La guerra en Ucrania, la huelga del transporte y el empeoramiento de la crisis energética, han disparado el dato a su nivel más alto.