La crisis de la naranja: los precios provocan que los agricultores no puedan «ni respirar»

En el mes de mayo comienza la última etapa de los cítricos en España. Este año la campaña ha estado marcada por la Guerra en Ucrania y la crisis de precios, y la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) la ha calificado como «absolutamente desastrosa».

Mientras que los costes de producción han subido más de un 30 % interanual debido al encarecimiento de la energía eléctrica, los carburantes o los abonos; los precios en origen se han desplomado a la mitad respecto al año pasado, situándose en la mayoría de las variedades por debajo de costes. Sin embargo, esta situación no se ha percutido en el bolsillo de los consumidores, ya que los precios para ellos se han mantenido elevados e incluso se han incrementado.

Por ello, AVA-Asaja solicitó el pasado mes de abril al Ministerio de Agricultura «una línea de ayudas directas a los cítricos por la grave crisis de rentabilidad que atraviesan la inmensa mayoría de los productores de naranjas y mandarinas», algo que no se ha materializado.

Competencia extranjera

La naranja española compite en Europa con la procedente de otros países productores, como Turquía, Egipto o Marruecos. Además, el Brexit ha provocado que el mercado británico prefiera el producto sudafricano, al que se le exige menos garantías de prevención y curación de las enfermedades de estas plantas.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado manifestaba hace un mes que «el Gobierno debe actuar de manera urgente porque es evidente que los mecanismos de estabilización de mercado no están funcionando, la ley de la cadena alimentaria se está incumpliendo flagrantemente y las importaciones foráneas, producidas en estándares fitosanitarios y ambientales más laxos, están desplazando nuestros cítricos en los mercados europeos».

«La guerra en Ucrania ha empeorado la situación, pero no es en absoluto la única causa. Mientras haya producción propia con precios por los suelos, no habría de entrar ni una importación más. Necesitamos recuperar la preferencia comunitaria, sacar la agricultura de las normas de Competencia y reequilibrar de una vez por todas la cadena de valor. Pero sin todo eso, a corto plazo la Administración tiene que aportar un apoyo de auxilio si no queremos ver como se multiplican los huertos abandonados», agregaba el Aguado.

10 céntimos por kilo

Desde AVA-ASAJA sostienen que «el único eslabón que se encuentra en pérdidas es el de la producción. El agricultor, por el contrario, recibe las migajas que quedan de la liquidación -ahora mismo alrededor de 10 céntimos por kilo en naranjas- y no puede ni respirar. Una Administración seria abriría una investigación para determinar qué está ocurriendo en el mercado citrícola y al menos haría cumplir la ley para que todos los eslabones, incluido el productor, tengan su beneficio».

De hecho, en el último boletín de Precios de la Lonja de Cítricos de Valencia -que corresponde con el pasado 2 de mayo- la naranja Navel Lane Late, una de las variades más tardías, cotizó a menos de 9 céntimos y medio. Al mismo precio se encontraba la mandarina Ortanique, también propia de esta temporada avanzada. Asimismo, en este boletín se dictamina que se están dando: «compras con precaución y ligero ambiente en la recolección».