Entrevista | Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía
Fernando Soto (AEGE), sobre el tope del gas: «Francia no va a pagar la compensación»
España y Portugal siguen a la espera del aval definitivo que permita la entrada en vigor de la excepción ibérica. El texto exime a Francia de pagar la compensación de la energía que importe
Durante los últimos meses, la gran industria (AEGE) ha soportado las consecuencias de la escalada de la electricidad. Recibos históricos que han provocado parones de su producción. Ahora, a la espera del aval europeo al tope del gas, y con el precio de la electricidad por encima de los 200 euros/MWh, Fernando Soto, director general de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía, espera que la puesta en marcha de la medida despeje varias de las dudas que todavía despierta.
–¿Cómo valora la medida que busca rebajar el precio de la electricidad a través del tope al gas?
–Nos parece una medida interesante que habíamos apoyado y reclamado tanto al presidente del Gobierno como a los comisarios de mercado Interior y de Energía europeos. Nuestras primeras estimaciones adelantan un descuento del 30 % con respecto al precio que hemos tenido en los primeros cuatro meses de este año. Es un avance. Estamos hablando de unos 150 euros/MWh, de los cuales 120 o 125 corresponderán al traslado del precio del gas al precio eléctrico, más la suma del ajuste para compensar ese gas que estimamos entre 25 y 30 euros/MWh.
Más de un país europeo va a intentar copiar el tope al gas
–Han pasado seis meses desde que el Gobierno anunciara su intención de limitar el precio del gas, ¿llega tarde la medida?
–Digamos que llega cuando el Gobierno ha podido conseguirlo, cuando el Consejo de Europa le ha dado el plácet para establecer la excepción ibérica. Hemos tenido mucha oposición por parte de los gobiernos del centro y norte de Europa. Hasta que no vieron que la situación que estaba sufriendo el sur también se trasladaba hacia ellos, no dieron su brazo a torcer. Es cierto que todo esto hay que tomarlo como una excepcionalidad, como un mecanismo que sea transitorio, pero no tenga ninguna duda de que, si esto funciona aquí, más de un país europeo lo va a intentar copiar.
–¿Esta crisis energética servirá para reformar el sistema eléctrico?
–En un sistema como el ibérico, donde el 85 % de la energía es no contaminante (nuclear, hidráulica y renovable), no es justo que el precio esté contaminado por la cotización del gas. Es decir, todo el esfuerzo que estamos haciendo en España para financiar las renovables (pagando las primas) resulta que no sirve de nada, porque el precio no solamente no baja, sino que sube. Por eso reclamamos que, en una crisis energética tan tremenda como la que estamos sufriendo desde el verano pasado, se tomen medidas excepcionales.
–Han pasado muchos meses de precios disparados, ¿se han sentido arropados por el Gobierno?
–Llevamos reclamando desde septiembre del año pasado ayuda al Gobierno, que nos aseguró que las eléctricas nos iban a ofrecer contratos a un precio competitivo. Esos contratos no han llegado, y si ha habido alguna oferta ha sido anecdótica. Meses después el Ejecutivo apostó por el tope al gas, pero esto solo debería ser el principio. Hay mucho que aclarar. Para empezar, deben detallar quiénes somos los que pagaremos la compensación.
Francia va a exportar todo lo que pueda y no va a pagar la compensación que pagaremos los españoles
–Claro, el Real Decreto despierta varias dudas, una de ellas es qué ocurrirá con las exportaciones a Francia
–Según el documento, el consumidor francés que va a importar el máximo que pueda a través de esa interconexión de 2.500 megavatios, lo va a hacer al precio del mercado ibérico. Es decir, no va a pagar la compensación que los 30 euros/MWh que vamos a pagar los consumidores españoles. Quiero entender esto es un error del texto. La energía que pase la frontera debería tener el mismo precio que vamos a pagar en España o, como contrapartida, que ese mismo volumen de energía que sale hacia Francia se nos reintegre al precio de 42 euros/MWh, que es el precio que el gobierno francés le pone al industrial galo para ser competitivo.
–¿Confía en que el Gobierno tome medidas y haga que Francia pague esa parte de la compensación?
–Yo he leído el Real Decreto Ley y me ha quedado claro que el francés (tal cual está redactado) no va a pagar. Y lo que le pido al Gobierno es que, si es un error que lo rectifique y si no, que lo explique. Porque aquí la transparencia muy importante. Lo justo es que haya reciprocidad, lo que no podemos hacer es de ‘Quijotes’. Tenemos que pelear, las reglas deberían ser para todos, y si no aplicamos las nuestras. El Gobierno tiene que defender a su industria.