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El Gobierno mantiene la actualización de las pensiones con el avance del IPCEuropa Press

Pensiones

El importe medio del cheque por retrasar la jubilación ronda los 20.000 euros

El Gobierno insiste en que no subir las pensiones con el IPC es «inaceptable» porque perjudicaría a las personas mayores cuando más lo necesitan

El secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, Israel Arroyo, ha afirmado este jueves que el importe medio del cheque en forma de pago único que está abonando actualmente la Seguridad Social por demorar la jubilación más allá de la edad legal ronda los 20.000 euros.

Durante su comparecencia en la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Senado, Arroyo ha explicado que este cheque está siendo solicitado mayoritariamente por pensionistas con rentas bajas, lo que puede deberse, ha dicho, a que optan por cobrar de golpe el beneficio de retrasar su jubilación para, por ejemplo, no tener que pedir un crédito a una entidad financiera.

La primera pata de la reforma de pensiones, en vigor desde el pasado mes de enero, ofrece a los trabajadores que retrasen su jubilación la posibilidad de mejorar su pensión mes a mes o cobrar todo ese beneficio en un pago único, una opción que Seguridad Social decidió ofrecer tras encuestar a personas próximas a la edad de jubilación.

La Seguridad Social ha llegado a pagar 100.000 euros

Arroyo ha señalado que este incentivo en forma de pago extraordinario está resultando atractivo para perfiles más variados de pensionistas y, aunque su importe medio alcanza los 20.000 euros, la Seguridad Social ha llegado a pagar en algún caso más de 100.000 euros a trabajadores que demoraron su retiro más de diez años.

«No es lo mismo que te suban 50 euros cada año la pensión de jubilación que te den de golpe 8.000 euros. Pensamos que este elemento hará que se opte más por esta posibilidad de retrasar la jubilación, aunque lo fundamental ha sido la eliminación de las cláusulas de jubilación forzosa en la negociación colectiva», ha explicado.

Arroyo ha apuntado que la proporción de pensionistas que demoran la jubilación y eligen el cheque único ha crecido «rápidamente» y suponen ya prácticamente la mitad de los que tienen derecho a este incentivo por retirarse más tarde del mercado laboral. Pese a ello, ha avanzado que el Ministerio lanzará «en breve» campañas informativas para impulsar esta medida.

Este impulso a la demora de la jubilación es uno de los efectos de la primera pata de la reforma de pensiones y se notará en mayor medida el próximo año, según Arroyo. No obstante, ha insistido en que «los grandes impactos de la reforma» se verán a largo plazo.

«La reforma del sistema de pensiones tiene un efecto muy a largo plazo y es muy difícil ver sus efectos en el corto plazo. Cuando están bien diseñadas no tienen impacto en el corto plazo, de lo contrario es que se han hecho en un ataque de pánico. Tienen que tener un impacto gradual y amplios periodos transitorios para dar estabilidad y que los trabajadores sepan a qué atenerse», ha argumentado.

Subir las pensiones con el IPC

Durante su comparecencia, Arroyo ha defendido la medida 'estrella' de la reforma de pensiones: su revalorización con el IPC, y ha señalado que, en el actual contexto inflacionista, sería «inaceptable» que no se le subieran las pensiones a las personas mayores conforme a la inflación porque es cuando más lo necesitan.

«Es imposible no hacer esa subida. Lo contrario supone que los perjudicados por una situación externa que no es culpa de ellos sean los pensionistas», ha aseverado Arroyo, que ha denunciado que a veces «se interpreten» las palabras del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, con titulares que él «no ha escuchado ni leído» en sus discursos.

En todo caso, ha advertido de que «no se puede condicionar el diseño de la reforma de pensiones a cómo esté la inflación en un momento dado» y que esto debe observarse con «luces largas», pues el pico actual de la inflación es «coyuntural» y el Banco de España también lo prevé así.

«Hemos tenido suerte de que esta reforma se haya aprobado antes del pico de inflación que tenemos. Si este pico se hubiera producido sin esta reforma, hubiera sido difícil negociar esto (la subida de las pensiones). Veremos en qué queda la inflación media, pero las previsiones apuntan a un 6 % ó un 7 % de media», ha afirmado.

El secretario de Estado ha reconocido que trasladar las recomendaciones del Pacto de Toledo a la reforma de pensiones ha tenido y tiene su dificultad por el «cierto grado de vaguedad», por otra parte «lógico», de las propias recomendaciones.

En cuanto a las consideraciones de Bruselas sobre la reforma de pensiones, Arroyo ha asegurado que «la evaluación de Bruselas» sobre la reforma «no puede ser más positiva».