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Estados Unidos sufre una crisis de desabastecimiento de fórmula infantilAFP

La Administración busca en España y Alemania

Una escasez brutal de leche infantil sacude Estados Unidos: «Que esto ocurra en 2022 es aterrador»

Washington busca a la desesperada la fórmula infantil en Europa ante una crisis de abastecimiento que impide a las familias acceder al producto, básico en los primeros doce meses de lactancia. Dos madres estadounidenses nos cuentan su experiencia

La crisis de los biberones azota a Estados Unidos. Nueva York declaró el pasado domingo el estado de emergencia ante una escasez de leche en polvo sin precedentes. La mancha se extiende por todo Estados Unidos, y encontrar una lata de fórmula en polvo se ha convertido en algo completamente imposible.

Los problemas de suministros y la investigación sobre el principal productor, Abbott –acusado de vender producto contaminado– han condenado a las familias estadounidenses a un desabastecimiento de la leche utilizada para alimentar a los bebés.

Eric Adams, alcalde de la ciudad, estima que más del 40 % de los minoristas se han quedado sin existencias. La oferta se ha desplomado, y muchas empresas norteamericanas han visto en la crisis de la fórmula infantil su oportunidad para inflar los precios. Al principio había poco producto a un precio muy alto, ahora, ni siquiera eso. «Esta mañana hemos agotado lo poco que nos quedaba», confiesa Marisa, una ingeniera que lleva décadas viviendo en Houston. Marisa asegura en declaraciones a El Debate que los médicos han comenzado a repartir los sobres de muestra que las empresas les han ido enviando.

No podemos sustituirla por leche de vacaMarisa, madre (Houston)

El problema lleva meses instalado en las calles de Estados Unidos. «Mi hermano trabaja en un Walmart (supermercado) y nos dio la voz de alarma», dice Natalia, una madre residente en Texas. «Nosotros compramos de tres a cuatro latas cada dos semanas. En una de esas nos descuidamos y cuando fuimos a comprar nos encontramos los estantes completamente vacíos», añade.

Durante los últimos días su obsesión ha sido encontrar fórmula infantil en cualquier lugar. Marisa busca en internet varias veces al día. Lo hace a pesar de que sabe que no tendrá éxito. Las alternativas son muy limitadas, «los médicos nos han advertido que no podemos darle leche entera a nuestros hijos, que sigamos buscando». El hijo de Natalia nació con una alergia a la proteína láctea y necesita una fórmula específica. «No encontrábamos esta fórmula, y no puedo darle el pecho porque puedo transmitirle cualquier alimento que yo consuma», dice.

Ella y su familia acudieron a un supermercado el pasado domingo. Al llegar descubrieron que el desabastecimiento se ha ampliado a otros productos para bebés. «Hay falta de productos médicos para niños, vivir en un país como EE.UU. en 2022 y que esto esté ocurriendo es aterrador», lamenta.

Biden anuncia una compra masiva de fórmula española y alemana

Salir a la búsqueda de la fórmula infantil es una tarea estéril en un mercado arrasado por una crisis de suministros sin igual. «La escasez de fórmula infantil en todo el país está perjudicando a los padres y las familias de nuestra ciudad en un momento en que todavía nos estamos recuperando de la crisis de los últimos dos años», dijo Anne Williams-Isom, vicealcaldesa de Salud y Servicios Humanos, a través de un comunicado.

Un C-17 de la Fuerza Aérea carga palés de fórmula infantilGetty Images via AFP

La administración Biden ha tenido que intervenir, aunque puede que la reacción de la Casa Blanca llegue demasiado tarde. El pasado miércoles autorizó al Departamento de Defensa a usar los contratos que tiene con aerolíneas comerciales para importar la leche en polvo desde cualquier lugar del mundo.

Lo que está ocurriendo hace que nos cuestionemos el tener otro hijoNatalia, madre (Texas)

Una llamada a la que ha respondido el sector lácteo en España, que ha comenzado a aprovechar el momento. Desde la Organización Interprofesional Láctea española reconocen un envío masivo de leche en polvo a Estados Unidos. Washington ha comenzado a importar grandes cantidades de fórmula infantil desde la base aérea de Rammstein, en Alemania, o desde Zúrich (Suiza).

Sin embargo, esos envíos anunciados por Alemania, España o Suiza siguen sin llegar a las casas norteamericanas. «Nos dicen que van a traer leche de Europa, pero todavía no se ha visto, al menos en Houston», dice Marisa, que asegura que la escasez ha golpeado a todos los estadounidenses por igual. La sequía de producto ha derribado las leyes del libre mercado estadounidense. «Yo podría pagar más por ella, pero aun así no se encuentra por ningún lado», apunta. El desabastecimiento ha hecho mella en familias como la de Natalia. «Hace que nos cuestionemos el tener un tercer bebé», afirma.