El tope al gas deja a España con la electricidad más cara que Alemania

El Ejecutivo se escuda en la ola de calor que azota a España y a la caída de la producción eólica, para justificar el incremento del precio de la electricidad en su primer día con el tope del gas vigente. «Como resultado de estas circunstancias excepcionales», apunta el ministerio de Transición Ecológica en un comunicado, «el coste del ajuste ha ascendido a 59 €/MWh, lo que eleva el precio total a 225 €/MWh».

La ‘excepción ibérica’ ha resultado no ser tan excepcional, al menos para España. El precio final marcado se queda un poco por debajo de los 233 euros registrados por el mercado francés, e incluso por encima de los 212 euros alcanzados en la subasta alemana.

Fuentes del sector aseguran que la subasta se ha visto desbordada por la demanda de clientes internacionales, especialmente franceses. La celebración de una única subasta beneficia al país vecino, que puede adquirir electricidad a un precio inferior sin tener que pagar la compensación a las empresas de ciclo combinado. El Real Decreto aprobado el 11 de mayo no incluye mecanismos que obliguen a clientes extranjeros a pagar la subvención.

Según el Gobierno, la medida solo ha rebajado el precio un 6 %, muy por debajo del 20 % prometido

Horas antes de conocerse el resultado de la subasta, la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, prometía –en Consejo de Ministros– una medida «histórica» que –según sus palabras– rebajaría la factura de la luz de los hogares y empresas acogidas a la tarifa regulada (PVPC) en torno a un 20 %. Poco después, el mercado daba un revés al Ejecutivo, fijando el precio final en los 224,86 euros/MWh. En la nota difundida, el departamento dirigido por Teresa Ribera asegura que, sin la medida, el precio final hubiera ascendido a los 240 euros. Dando por buenos los datos difundidos por el Gobierno, la rebaja real apenas llega al 6 %.

Desde Moncloa defienden la medida e insisten en que el resultado es «claramente favorable para los consumidores». Durante las últimas semanas, el Ejecutivo no ha dejado de garantizar que la entrada en vigor del tope al precio del gas rebajaría el recibo eléctrico entre un 20 y un 15 % para los consumidores domésticos. Mayo cerró con un precio medio de 187,12 euros/MWh. Muy por debajo del establecido para este miércoles.

Los efectos de la ola de calor llevan días anticipándose

La previsión meteorológica anticipó el inicio de la ola de calor hace ya una semana. Tiempo suficiente como para prever el resultado de la subasta que marcará este miércoles el precio de la luz. Aun así, la vicepresidenta tercera optó por el optimismo este martes. «Mañana tendremos una reducción importante porque la energía la estaremos pagando a un precio más bajo», aseguró.

La justificación remitida por Moncloa anticipa nuevas subidas de los precios durante los días posteriores. La ola de calor, a la que se agarra Transición Ecológica, se alargará hasta el próximo sábado. Fuentes del sector energético afirman que habrá que esperar unas semanas para confirmar el impacto real de la medida. Expertos consultados por El Debate insisten en que las primeras subastas seguirán marcando precios inusualmente altos.

El encarecimiento de la electricidad disparará aún más el IPC

Por otro lado, Rodríguez insistió en que el mecanismo «permitiría rebajar la tasa del IPC en un punto». Sin embargo, el precio marcado por la subasta –muy superior al registrado en mayo– desmonta las previsiones. La inflación cerró el quinto mes del año en el 8,7 %, empujado por un precio en el mercado mayorista 35 euros menor.

De mantenerse en los niveles actuales, la electricidad hará que el IPC de junio vuelva a dispararse. Todo ello, unido al fin de la bonificación al litro de carburante, que a partir del 30 de junio podría redirigirse solo a las rentas más bajas.