Entrevista | Mª Cruz Díaz
Los ingenieros agrónomos alertan sobre la falta de cereal: «Estamos rozando el momento de crisis»
La guerra en Ucrania ha frenado la llegada de cereal. España se asoma a un desabastecimiento de trigo que encarecerá productos clave de la cesta de la compra
La invasión de Ucrania por parte de Rusia sigue haciendo estragos con la economía global. Al encarecimiento de la energía, se suma una crisis alimentaria que podría desestabilizar a varios países de África y Sudamérica. Un desabastecimiento que ya se ha comenzado a sufrir dentro de nuestras fronteras, y que anticipa un incremento extraordinario del precio de la cesta de la compra.
Al impacto de la inflación debemos añadir las consecuencias de la falta de suministro de cereal. Los productos más afectados serán la carne, la leche, los huevos y el aceite. María Cruz Díaz, presidenta la Asociación Nacional de Ingenieros Agrónomos, analiza para El Debate el nuevo reto al que se enfrenta la economía española.
–¿Cuál es la situación actual? ¿Se han empezado a producir problema de abastecimiento?
–Se nota ligeramente, pero todavía no se han producido problemas porque no se han cerrado completamente las otras vías que existen. Nosotros desgraciadamente no teníamos stock, porque la Unión Europea los prohíbe. Antes en España era habitual ver silos que garantizaban la seguridad alimentaria interna. Esto con la Unión Europea desaparece y se empieza a traer el grano de donde más conviene. Estamos rozando el momento de crisis. Uno de los problemas lo ha generado el calor que ha hecho y que ha afectado sobre todo en Castilla y León. Estamos a la expectativa de ver cómo incide en otras regiones.
–¿Estamos teniendo problemas para importar cereal a España?
–Hay una enorme cantidad de superficie cultivable que está siendo afectada por la guerra y que en gran parte está siendo destruida. Se están trayendo de otros mercados, por ejemplo, desde Argentina, Brasil o Estados Unidos. Pero debemos tener en cuenta que en el hemisferio sur es invierno ahora. Estos mercados empezarán a producir en noviembre. Si la cosecha es buena, nos podrán vender más barato de lo que en estos momentos nos los están haciendo.
La carne, los lácteos, los huevos o la fruta subirán por la falta de cereal
–Entiendo que eso va a generar un encarecimiento de los productos. ¿Qué sectores se verán más afectados?
–Efectivamente, los precios van a subir. Sobre todo, aquellos del sector agroalimentario y el sector agrícola. Los más afectados serán los productos ganaderos, pero también los producidos a partir del girasol, y también al aceite de oliva. Además de las frutas y hortalizas, pero sobre todo aquellos dependientes del sector ganadero. Los lácteos, toda la carne –no solamente el vacuno–, los huevos y por supuesto, todo lo dependiente de los cereales.
–En paralelo estamos sufriendo una crisis de los precios de la energía, fruto de la guerra en Ucrania.
–Al problema generado por la guerra, y la meteorología, debemos añadir el incremento del coste de la energía. Todo esto va a provocar un encarecimiento de estos productos. Ese incremento de la energía va a contribuir a encarecer los productos de la cesta de la compra. Es importante darse cuenta de que el agricultor y el ganadero lo están pasando mal. Tenemos problemas de fertilizantes y de insumos, porque los traíamos de esos países en guerra. Si somos capaces de controlar el coste energético, conseguiremos salir de una manera más o menos airosa. ¡Quién iba a esperar que se desatara esa situación!
La Primavera Árabe surgió a raíz de una mala cosecha en Egipto
–¿En qué situación se presenta el sector ganadero y agrícola a esta posible crisis del cereal?
–Ambos habían salido valientemente de la de la pandemia. Produjeron, resistieron, comercializaron y vendieron. Nosotros no tuvimos ningún problema de abastecimiento en ningún momento. No faltó nada, porque es un mercado muy sólido. Pero han salido cansados.
–El impacto en España es evidente, pero imagino que otros países con menos recursos y con más dependencia tendrán una situación mucho más complicada
–Debemos recordar algo, revueltas como la de la Primavera Árabe surgieron a raíz de unas malas cosechas en Egipto. Si estos países tienen malas cosechas y no pueden acudir al mercado, la situación será complicada. Se está volviendo a hablar de soberanía agroalimentaria, eso quiere decir que, si un país lo necesita, cortará las exportaciones a terceros. El desabastecimiento en África y en algunos países de Latinoamérica pueden ser muy desestabilizadores.