El demoledor informe de la CNMC confirma que la bonificación de la gasolina no benefició a los españoles

El informe de la CNMC sobre la distribución de carburantes en estaciones de servicio correspondiente a abril ha visto, por fin, la luz y deja datos inquietantes sobre el tremendo desliz que ha cometido el Gobierno con la ayuda de los 20 céntimos al combustible.

Ese mes fue el primero del que se tienen datos confirmados con ayuda del Gobierno. Fue el momento donde las gasolineras tuvieron que hacer descuento, adelantar dinero y amenazar con cierres porque no tenían margen.

Margen bruto

El margen bruto de distribución de las gasolineras es que revela los ingresos limpios sin contar el coste del combustible ni los impuestos. Ese margen fue altísimo y superó el de los 24 céntimos por litro de 2020 hasta llegar a los 26 céntimos.

En el caso del diésel las estaciones de servicio aumentaron el precio en casi la misma proporción que el Gobierno les pidió que lo bajaran, una media de cinco céntimos por litro. Ese dato se obtiene al leer la cifra del margen del diésel que subió un 23'3 % de media en las estaciones de servicio de España.

Hay que recordar que de los 20 céntimos de bonificación, el Gobierno asume 15 céntimos, el 75 %, y las gasolineras cinco, un 25 %.

Este informe también explica el excesivo aumento del precio de diésel respecto a la gasolina en abril. Ocurrió porque la gasolina tuvo un margen bruto de 3'9 %, apenas un céntimo por litro.

Explicaciones

Cani Fernández, presidenta de la CNMC habla en términos positivos de la bonificación de combustible y asegura que ha detectado anomalías en el 1 % de gasolineras de España. Pero añade que «pese a que algún surtidor se ha registrado una subida de diez céntimos anómala la gran mayoría de situaciones de este tipo se queda en cinco céntimos», es decir, la cantidad que tenían que asumir.

Estos márgenes brutos que tiran por tierra la ayuda del Gobierno también ha tenido su respuesta por parte de la CNMC. Fernández ha reconocido un incremento del margen bruto, pero ha sostenido que este se debe a «un incremento muy sustancial de los costes que tienen que afrontar».

Por ejemplo, por las obligaciones medioambientales de los biocarburantes para incluir en su elaboración o el pago de un certificado similar a los derechos de emisión de CO2, que han elevado sus precios por encima del doble.