Precios
Los productos que siguen siendo más baratos en España que en el resto de Europa pese a la inflación
En el interactivo de El Debate puedes consultar cuáles son los países más económicos para comprar vivienda, comida, ropa o alojarte en un hotel
La inflación en España alcanzó en junio el 10,2 %, su mayor tasa desde 1985. Pese al alza generalizada del coste de la vida en nuestro país, sigue habiendo algunos productos cuyo precio se mantiene por debajo de la media europea. Es el caso de los transportes, la ropa o la restauración, entre otros. Por el contrario, la vivienda, la factura de la luz o los muebles son más caros que en la mayoría de países de la Unión Europea.
De hecho, España aún se mantiene en el grupo de países más baratos de Europa para vivir, según la estadística de precios de productos y servicios en paridad de nivel adquisitivo en 2021 que ha publicado Eurostat, donde el promedio continental es 100.
Esta clasificación está encabezada por Irlanda, Luxemburgo y los países nórdicos, que registraron precios entre un 40 y un 26 % más caros que la media del club de los 27. Por el contrario, el coste de vida en Rumanía y Bulgaria resultó hasta un 44 % más barato que el promedio de la UE.
La vivienda, por encima de la media UE
España destacó especialmente por el elevado coste de las comunicaciones (correos, servicios telefónicos y conexión a Internet). Su precio fue un 19 % superior al que registraron sus socios europeos. Aun así, estas cifras siguieron lejos de las de Noruega –un 88 % más caro– o Bélgica (+70 %).
La vivienda y sus gastos asociados –el suministro energético, de agua y las reparaciones– también se situaron ligeramente por encima de la media europea (102,1), coincidiendo con el despegue del sector inmobiliario tras la pandemia y los récords históricos marcados por el precio de la electricidad.
España superó en este campo a países como Italia (97,8) o Portugal (81,1), pero se mantuvo por debajo de los valores alcanzados por Francia (120,8) y Alemania (116,7).
Bulgaria (35,6), Polonia (38,8) y Croacia (43,3) fueron los Estados miembros de la UE donde menos costó mantener una vivienda. En el extremo opuesto, Suiza duplicó los niveles de precios (+99,6 %) del club comunitario, mientras que en Irlanda fueron un 88,5 % más altos.
Comprar muebles y alfombras salió un 2 % más caro en España que en el conjunto de la Unión. Según Eurostat, Bulgaria (56,7) fue el país donde resultó más económico amueblar una vivienda, y Luxemburgo (129,6), el lugar en el que requirió una mayor inversión.
El cuarto país con la ropa más barata
Asimismo, España consiguió ser el cuarto país más barato del continente para comprar ropa y calzado (89,4), solo por detrás de Bulgaria, Rumanía y Hungría. En cambio, ir de tiendas salió a precio de oro a islandeses (135,2), daneses (133,5) y noruegos (126,9).
La restauración y la hostelería, los dos grandes pilares del sector turístico en España, ofrecieron igualmente precios más modestos que la mayor parte de sus vecinos europeos. Comer en un bar u hospedarse en un hotel de nuestro país fue un 11,8 % más asequible que en el conjunto de la UE.
El coste de las bebidas alcohólicas y el tabaco también estuvo un 11,1 % por debajo del promedio continental. Solo en los países de Europa del Este su precio fue menor. Noruega (232,5), Islandia (213,5) e Irlanda (204,6) fueron, con diferencia, los lugares más caros para consumirlos.
Del mismo modo, el precio de los productos asociados al ocio y la cultura –libros, dispositivos electrónicos o paquetes turísticos– (93,6), los alimentos (97,1) o los medios de transporte personal –coches, motos, bicicletas y carburante– (96,2) se situó por debajo de la media europea.
Aún más barato resultó el transporte público –por tierra, mar y aire–, que presentó un coste un 14,1 % inferior a la media de la UE. Italia (87,7) y Portugal (84,4) alcanzaron cifras similares y los ciudadanos de los países nórdicos tuvieron que afrontar los mayores precios.