China multiplica por 67 el número de empresas 'top', en solo 25 años

Tengo un buen amigo chino, con nombre chino que no tiene traducción al castellano. Digo esto porque el resto de los chinos que conozco se llaman Juan o Pepe o Jesús, como nombres adoptados, pero tienen su propio nombre en mandarín. Este no y la única forma de llamarle es por su nombre en chino, que obviamente no voy a poner en este artículo, no vaya a ser que sin querer le perjudique.

Y hago esta entradilla, porque como he escrito varios artículos sobre el poder chino y la preponderancia que están tomando sus empresas, hoy –después de varias horas de trabajo– he conseguido analizar la evolución de las empresas chinas a lo largo de este siglo utilizando mi suscripción a la revista Fortune, y en concreto a la capacidad que tengo de usar sus diferentes rankings.

El Global Fortune 500, tiene datos desde 1995 de las empresas más importantes del mundo por su nivel de facturación. Sirve para hacer muy diferentes tipos de análisis, pero, sobre todo, lo que más me gusta es que usando sus datos puedo reverdecer viejos conocimientos.

En 1995, cuando Fortune publicó por primera ver su ranking, los grandes del momento eran las empresas japonesas que, entre las 10 primeras del mundo, tenían a seis compañías con sede en Japón y 144 compañías entre las 500 más importantes del mundo, mientras que en ese momento Estados Unidos, tenía tres entre las diez primeras y 148 entre las 500 más importantes del mundo.

Pero el mundo se ha transformado en este cuarto de siglo y ha cambiado tanto que cuesta reconocerlo. De Japón solo queda Toyota, entre las diez primeras. Las 144 han quedado reducidas a 53 en un cuarto de siglo. El modelo japonés ha dejado de ser el referente. Estados Unidos ha aguantado mejor el paso del tiempo y ha conseguido colocar a cinco de sus grandes corporaciones entre las diez más importantes del mundo, aunque ha quedado reducido a 122 entre las 500 más importantes.

La ganadora de estos 25 años ha sido, sin duda, China y lo vamos a ver a continuación.

En el año 95, solo había dos empresas chinas entre las 500 más importantes del mundo. El Bank of China, que ocupaba la posición 207, y Sinochem, que ocupaba la posición 209. Entre las dos facturaban algo menos de 30.000 millones de dólares.

Pero cinco años después, ya empieza a aparecer el nuevo gigante amarillo, colocando a nueve empresas entre las 500 del mundo y su facturación se había multiplicado por seis en escasos cinco años.

Pero diez años después, o si se quiere 15 años desde que apareció el ranking, China empezaba a demostrar su poderío. Colocaba dos empresas entre las diez primeras del mundo y 46 en total entre las 500, con una facturación que había llegado a 1,9 billones (europeos).

En solo diez años, habían multiplicado por cuatro el número de empresas importantes en el mundo y por casi once la facturación que conseguían tener en el mercado. Ese era el momento del despertar chino, que se ha hecho imparable.

En el año 2021, la verdadera situación es que se están haciendo con el mercado mundial.

Han colocado ya tres empresas entre las diez primeras del mundo y tienen 30 empresas entre las 100 empresas más importantes. El 30 % de las 100 empresas con más facturación en el globo terráqueo son chinas, con una facturación de 4,2 billones de dólares USA, pero no para ahí el poderío. El 33 % de las empresas entre la 101 y la 200 son también chinas y facturan otros 2,1 billones de dólares.

Entre las 201 y la 300 colocan a otras 18 empresas, que aportan 834.000 millones de dólares de facturación. Entre el 301 y el 400 se quedan con el 28 % de las empresas con otro billón y entre el 401 y el 500 tienen el 26 % de las empresas, con otros 717.000 millones de facturación.

En los últimos 10 años han pasado de 36 empresas a 135 empresas, multiplicando de nuevo por 3,7 y pasado de 1,9 billones a 9,0 billones, que es multiplicar por 4,7.

Las empresas chinas han multiplicado por 48 sus ingresos en 25 años

Pero si lo miramos desde 1995 han multiplicado por 67 veces el número importante de sus empresas y por 48 veces sus ingresos.

Los ingresos de estas compañías son el 50 % del PIB de la Unión Europea, para que así nos hagamos una idea del tamaño y volumen que ha tomado el modelo empresarial chino.

En solo un cuarto de siglo, Japón ha dejado de ser el rey , para dejar ese sitio a otro imperio asiático, que tiene un grave problema que es el oscurantismo de sus gobernantes, que no sabemos que pretenden y hasta donde están dispuestos a llegar.

Pero si pensamos que un país como Rusia, con dos empresas en el año 1995 y cuatro en el 2021 entre las 500 más importantes del mundo, es capaz de poner en jaque a Europa y que todos los gobernantes europeos tiemblen ante un pirado como Putin. Yo me pregunto que pasaría si el que mueve ficha guerrera es el jefe del Partido Comunista Chino y dueño y señor del gobierno chino.