Plan de contingencia energético
España prepara un corredor mediterráneo para enviar gas a Europa a través de Italia
El Gobierno diseña un plan de auxilio a Europa en caso de corte total del gas ruso. Las plantas de Barcelona y Cartagena, listas para enviar buques de GNL
Alemania empieza a sufrir las consecuencias del corte programado del suministro del gas ruso. Según la Agencia Federal de Redes, el país retiró más gas del que almacenó. La noticia estalla días antes de la cumbre de ministros de Energía europeos en la que perfilará la estrategia de supervivencia energética comunitaria, y que se celebrará el 26 de julio.
Ante esto, varios de los socios del euro han comenzado a activar planes de contingencia. Berlín resucitará las viejas centrales de carbón ya jubiladas para evitar acudir al gas, cuyo precio ha vuelto a dispararse en los mercados.
España también traza sus planes. La diversificación de fuentes de suministro y la alta capacidad para regasificar el GNL, permiten que los almacenes españoles contar con amplias reservas que podrían ser destinadas a abastecer a aquellos países más expuestos al desabastecimiento. Aun así, esa posición 'privilegiada' no excluye a España de aplicar planes de contingencia.
El plan de Ribera: ahorro energético, sustitución del gas y auxilio a terceros países
La estrategia que Ribera sigue perfilando gira en torno a tres pilares. El ahorro energético, la sustitución del gas por otras fuentes de energía y el desarrollo de dispositivos de atención a terceros países más afectados. Uno de los mecanismos que ya habría trazado el Ejecutivo es un corredor marítimo entre la península e Italia para enviar grandes cantidades de GNL.
La ministra inició esta semana una ronda de reuniones con los sectores más relevantes para limar el plan de contingencia. «El Gobierno no vislumbra escenarios que demanden interrupciones de suministro», confiesa a El Debate Fernando Soto, director general de AEGE, con quién Ribera se reunió el pasado martes.
La industria propone rebajar su consumo en momentos de alta demanda
La asociación de Grandes Consumidores de Energía le propuso a la vicepresidenta tercera resucitar el Servicio de Interrumpibilidad, la remuneración que percibe la industria por estar dispuestos a no consumir en momentos puntuales de alta demanda del sistema. Este servicio finalizó en 2020. «La industria siempre ha estado dispuesta a ayudar en momentos de tensión», añade Soto.
Gobierno y energéticas, enfrentados
Este jueves, Ribera se reunió con la patronal de las eléctricas (Aelec) y del gas (Sedigas) para acordar las medidas de ahorro con las que combatir a la crisis de suministro que podría sufrir la Unión Europea. Sin embargo, el impuesto que el Gobierno anunció sobre los beneficios extraordinarios de las energéticas terminó por monopolizar el encuentro.
«Es inexplicable y preocupante la retórica beligerante contra las empresas energéticas», afirma Sedigas, en un comunicado enviado tras el encuentro con la ministra. Las empresas gasistas afirman que es imposible entender el funcionamiento y el impacto del impuesto que plantea el Gobierno.
En un segundo plano quedó la hoja de ruta que seguirá España si la crisis del gas estalla, y las propuestas que el sector energético tenga al respecto. «El sistema gasista español es de una relevancia fundamental para Europa en el actual contexto de inseguridad de cara al próximo invierno», reivindican desde la patronal.
Bruselas diseña un protocolo con cortes escalonados
En paralelo, avanza el protocolo sobre el que trabaja Bruselas. En un borrador –al que ha tenido acceso El Debate– el Ejecutivo comunitario establece un orden de prioridades de racionamiento de energía para aquellos países más expuestos. Los cortes comenzarían por la industria menos determinante para la cadena de suministros, y dejaría fuera a los hogares e instalaciones más vulnerables, como hospitales.
Esta posibilidad se podría desarrollar en un escenario de máxima tensión. Antes se activarían recomendaciones e incentivos para que los ciudadanos y administraciones públicas ahorren energía. Medidas como bajar la calefacción o los aires acondicionados en viviendas y edificios oficiales, ya incluidas en el Plan RepowerUE.
Varios expertos piden retrasar el cierre de las nucleares
En una semana, Europa descubrirá si se cumplen sus sospechas y Putin ha cerrado el suministro de gas de manera definitiva o si, por el contrario, el ruso reactiva -tal y como asegura- el flujo de Nord Stream I. «Un corte de once días sería asumible, pero uno permanente sería algo muy grave», dijo Alberto Corbí, director del grado en Física de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) en declaraciones a El Debate.
Varios expertos han resucitado la posibilidad de desactivar el cierre de las nucleares como alternativa a esa sequía de gas en invierno. Alemania ha aparcado el desmantelamiento de los tres reactores que mantiene activos. España cuenta con siete centrales nucleares, que –durante los últimos días– han aportado más del 20 % del total de la generación eléctrica.