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Detroit ha sido capaz de salir de la bancarrota en la que se sumió en 2011

Deudas

De Sri Lanka a Detroit: así entran en quiebra las sociedades

Las deudas dejan a países y ciudades sumidos en la más absoluta miseria, aunque muchos son capaces de reinventarse

Sri Lanka se ha declarado en bancarrota. Eso por lo que respecta a la economía, porque el país sufre por muchos otros problemas sociales. El clan de los Rajapaksa que lidera el país desde 2019, el descenso del turismo por la pandemia y los atentados yihadistas ha convertido a la isla en un pozo sin fondo del que sus ciudadanos intentan salir a golpe de conquistas como la del palacio presidencial de Colombo.

La inflación de Sri Lanka lleva nueve meses de récords absolutos y se sitúa ya en el 54,6%. El primer ministro Ranil Wickremesinghe declaró al país en bancarrota mientras veía cómo su residencia era tomada por cientos de ciudadanos. La culpa de todo la tiene Gotabaya Rajapaksa, jefe del Estado y a quien acusan de corrupción y de hundir al país.

Manifestantes tratando de tomar el palacio presidencial de Sri LankaAFP

El turismo siempre fue el gran reclamo de esta isla de 22 millones de habitantes al sur de la India. Los atentados yihadistas que sufren desde 2019 provocaron una recesión importante porque los 45 extranjeros muertos no presagiaban unas buenas vacaciones. Además, llegó la pandemia y el cierre de muchas fronteras.

El hermano del actual jefe de Estado, Mahinda Rajapaksa, decidió embarcar al país en grandes proyectos inmobiliarios que siempre estuvieron salpicados por acusaciones de corrupción. A eso hay que sumar las elevadas tasas arancelarias que dificultaban la importación y una ley que prohibió el uso de fertilizantes químicos y que hundió el sector agrícola, un pilar económico del país.

Detroit

Una de las primeras sociedades en experimentar la bancarrota en el siglo XXI fue la ciudad de Detroit en Estados Unidos. La cuna del motor, la ciudad de Eminem donde General Motors levantó un imperio que se derrumbó hasta llegar a la más profunda oscuridad con un 40% de las luces de las calles sin funcionar.

«Se levantará de las cenizas», reza el lema de la bandera de esta ciudad para recordar el gran incendio de 1805. Y lo hizo a base de fabricar coches y componer música con el sello Motown Records.

Pasaron 200 años y Detroit certificó su quiebra otra vez. La crisis del petróleo y los coches japoneses dibujaron un futuro terrible. Los trabajadores abandonaron las empresas de coches, la población cayó en picado y los impuestos dejaron de entrar a las arcas.

Más de 80.000 viviendas fueron abandonadas en Detroit en 2013

Los datos hablan por sí solos. En 2011 el 25 % de sus habitantes vivía por debajo del umbral de la pobreza, el 80 % de sus parques estaban cerrados y había 80.000 casas abandonadas. Los delitos violentos se multiplicaron y la deuda de 18.0000 millones de dólares se redujo en un exiguo millón de euros por impuestos recaudados.

El 18 de julio de 2013 Detroit se declaró oficialmente en quiebra. Ese fue el punto de inflexión de su recuperación, aunque nadie quiso llegar tan abajo.

¿Cómo lo hizo?

Se recuperó a base de planes de refinanciación y de ofrecerles esperanzas a los ciudadanos. Mike Duggan, alcalde de Detroit desde 2014, lo resumía muy bien hace unos meses: «La reestructuración financiera de la ciudad nos ha permitido hacer grandes inversiones en seguridad pública, eliminación de plagas, mejoras tecnológicas y otras áreas críticas. Para llevar adelante este progreso, hemos inculcado un nuevo sentido de disciplina fiscal. Desde el momento de la reestructuración hemos registrado tres presupuestos equilibrados consecutivos, lo que nos permitirá salir muy pronto de la supervisión financiera estatal, y hemos recibido varios aumentos en la calificación de los bonos».

Islandia

Islandia fue una de las primeras víctimas de la crisis financiera global de 2008. Una gélida isla cerca del Ártico con apenas 300.000 habitantes que se declaró en la ruina impulsada por sus propios bancos, a los que el Gobierno no dudó en pasar factura.

Sus entidades llevaban años operando sin casi regulaciones y endeudándose sin fin. Llegaron a acumular pasivos de 86.000 millones de dólares y el país tenía un PIB de 13.000 millones en 2009. Las cuentas no cuadraban y la crisis financiera derrumbó las finanzas del país.

Reikiavik, la capital de Islandia, es un importante punto de turismo en el país

El Gobierno decidió no rescatar a los bancos. tal y como dictan las normas económicas. El 95 % colapsó en una semana, al igual que el PIB. Islandia sacó de la manga su as: devaluar la Corona un 80 % e imponer divisas a las monedas extranjeras.

Eso produjo que los bienes y servicios fueran más baratos y los extranjeros se fijaran en el país para hacer negocios. El turismo también creció y la PIB subió al 7,2 % en 2016.

Grecia

El 1 de julio de 2015 Grecia se declaró oficialmente en bancarrota. Atenas pidió expandir su deuda de 1.600 millones de euros y un nuevo paquete de rescate, pero los ministros de finanzas europeos se negaron.

El país heleno vivía una situación idéntica a la de 1893 cuando el presidente heleno Charilaos Trikoupis dijo «desgraciadamente, estamos en bancarrota». La quiebra se debe a una eterna deuda en la que vive Grecia desde hace años. Gasta más dinero del que produce y financia mediante préstamos.

El euro no cambió las cosas y el país aumentó el gasto público un 50 % entre 1999 y 2007. La evasión de impuestos y la corrupción de partidos políticos que maquillaron las cuentas llevaron a la ruina a Grecia con préstamos no declarados a la Eurozona del 177 % del PIB.

Siete años después de fuertes restricciones y con el país ahogado en sus propias deudas, en junio de 2022 el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, defendió que su país ha «recuperado el control de su economía» y subrayó que las imágenes de aquella etapa «se han borrado para siempre».