Argelia sigue sin reactivar los pagos a empresas españolas, pese a anunciar el fin de veto
La patronal bancaria argelina envió un comunicado a las entidades en la que daba por finalizado el bloqueo a los pagos. Fuentes las Aduanas argelinas afirman que la medida no se ha hecho efectiva
Las restricciones de las operaciones bancarias para el comercio exterior entre Argelia y España se mantienen en vigor pese a la circular de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABEF) que anunciaba el pasado viernes su levantamiento, confirmó este lunes a Efe una fuente de las Aduanas argelinas.
Esta medida implica la exigencia de domiciliaciones bancarias con provisión previa de fondos, el bloqueo bancario del 120 % del importe del valor de la mercancía y una espera de 30 días tras la domiciliación para llevar a cabo la importación o exportación de los bienes y servicios desde y hacia España.
En un comunicado, la ABEF- que agrupa a una treintena de bancos y establecimientos financieros- anunció el levantamiento de estas restricciones, decretadas el 9 de junio, «tras la evaluación de la instrucción descrita en esta carta y en consulta con los agentes del comercio exterior afectados».
A su vez, el Banco Central aclaró en otro comunicado que «para la domiciliación de operaciones de comercio exterior, corresponde a los bancos intermediarios autorizados evaluar los riesgos inherentes, teniendo en cuenta en particular la calidad de las contrapartes comerciales, y fijar las medidas adecuadas para la mitigación de estos riesgos».
Sin embargo, la agencia estatal APS- sin referirse a ninguna fuente oficial- aseguró este sábado que la patronal bancaria no tiene prerrogativas para tomar decisiones en materia financiera y comercial «que comprometan al Estado», las cuales deben ser tomadas «en Consejo de Ministros, por el Ministerio de Finanzas o por el Banco de Argelia y se anuncian a través de los canales oficiales».
El país magrebí suspendió de manera «inmediata» el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, firmado dos décadas antes, después del giro de postura adoptado en marzo por el Gobierno español sobre el Sáhara Occidental, su antigua colonia, al apoyar la propuesta marroquí de autonomía y romper así con su apoyo histórico a los acuerdos de la ONU para celebrar un referéndum de independencia.
Como consecuencia, ese mismo día la ABEF anunció restricciones que bloquearon el comercio entre los dos países, a excepción del suministro de gas argelino. La Unión Europea advirtió entonces a Argel de las consecuencias de estas restricciones comerciales contra uno de los miembros europeos podría ocasionar medidas de represalia a falta de un acuerdo para poner fin a este contencioso.