Los sindicatos le preparan a Sánchez un otoño de huelgas si no demuestra su 'progresismo'

Pepe Álvarez, secretario general de UGT, eligió bien el municipio desde el que soltar su última amenaza al Gobierno de Pedro Sánchez. Fue en Coslada, a 10 kilómetros de Madrid, un municipio denominado como el mayor puerto seco de España por su proximidad a las vías del tren y al aeropuerto Adolfo Suárez.

El comunismo ha gobernado Coslada muchos años, casi desde la llegada de la democracia hasta el siglo XXI. Podría llamarse la capital del cinturón rojo de Madrid. El Partido Comunista e IU empezaron y, ahora, es el PSOE el que sigue en el poder gracias a lo que queda de Podemos.

El teatrillo de Iglesias

En la misma localidad donde Pablo Iglesias montó un teatrillo con unos supuestos nazis es donde se ha gestado un duro otoño para Pedro Sánchez sin más motivo que una subida de salarios, que no corresponde al Gobierno, y otra subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 1.100 euros.

La «prioridad fundamental» de UGT para este nuevo curso político que comienza en septiembre va a ser la subida de los salarios, una necesidad para muchos trabajadores que quieren «subsistir», y por ello no se descartan movilizaciones si la patronal no se sienta a negociar los convenios.

Pepe Álvarez se desplazó al Centro Logístico de Coslada para reunirse con la sección sindical de UGT de Supermercados El Árbol, aunque su mensaje tenía que ser otro y mirando a la Moncloa.

Álvarez remarcó que muchos empresarios ya han trasladado el aumento de costes al precio del producto final, y por ello deben entender que «para no perder calidad de vida o para poder subsistir, necesitamos que suban los salarios».

«Esa va a ser nuestra prioridad en la acción sindical» a partir de septiembre, quien aprovechó para mostrar toda su solidaridad y apoyo a los trabajadores británicos que están protagonizando grandes movilizaciones.

Ola de huelgas

A su juicio, esas movilizaciones «son un preludio de lo que va a ocurrir en el conjunto del continente europeo y en España si la patronal no se sienta a negociar los convenios y somos capaces de trasladar a los salarios el incremento del coste de la vida».

Las amenazas son más amenazas cuando no lo parecen y Pepe Álvarez hizo una jugada semántica. «Estamos pendientes de que la patronal esté de acuerdo en sentarse. Se levantaron de la mesa y tienen que volver. Queremos evitar a este país una ola de huelgas, algo totalmente innecesario para llegar a un acuerdo justo para las personas».

El SMI ya se ha convertido en un arma de la extrema izquierda para conseguir lo que quiere. Álvarez hizo un llamamiento al Gobierno para que suba el salario mínimo interprofesional en torno a un 10 %, en términos similares a la inflación, para llevarlo de los 1.000 euros mensuales actuales a 1.100 euros al mes. «El Gobierno debe aplicar la ley y lo que es razonable en un Gobierno que se considera de progreso», subrayó Álvarez

El informe de los expertos, presentado en junio de 2021, propuso un SMI de entre 1.011 y 1.049 euros para el próximo año basándose en la evolución del salario medio en 2020. La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, tiene previsto reunir de nuevo a la Comisión de Expertos sobre el SMI el próximo 2 de septiembre.

La Unión General de Trabajadores comparte origen histórico con el PSOE desde 1888. Aunque unos dejaron atrás el marxismo por el bien de España, otros siguen la senda de utilizar las huelgas como un arma potente en la lucha por los objetivos inmediatos y finales de la clase obrera.