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Londres en una imagen de archivoPixabay

Crisis

La asfixia económica del Reino Unido aventura un invierno imposible

La crisis y la inflación se acentúan con huelgas en sectores trascendentales

El brexit no iba a ser lo peor que podía pasarle al Reino Unido. Salir de Europa es el menor de los problemas de un país sin gobierno que vive al borde del colapso social que evita una moneda todavía fuerte.

Las facturas de la energía en este país podrán llegar el próximo abril de 2023 a los 7.071 euros anuales, frente a los 2.322 euros que paga ahora cada hogar, según ha indicado un informe de la consultora Auxilione.

Desde el Gran Invierno

La economía del Reino Unido, la segunda mayor de Europa, sufrió una contracción del 11% en 2020 como consecuencia de la pandemia de Covid-19 y de las medidas de contención introducidas, según la revisión del dato publicada por la Oficina Nacional de Estadística (ONS), que anteriormente estimaba en el 9,3% la caída del PIB.

De este modo, el desplome de la actividad en el Reino Unido es el mayor registrado en el país desde 1709, cuando el Gran Invierno o la Gran Helada que asoló el Viejo Continente provocó un colapso del 13,3% de la economía británica.

Recesión

El Banco de Inglaterra subió recientemente los tipos de interés del 1,25 al 1,75 % con el fin de controlar la inflación y avisó de que puede llegar al 13 % antes de que termine el año. También anticipó que el Reino Unido puede entrar en recesión en el último trimestre de 2022 y que esta crisis puede continuar en 2023.

Los presagios se van cumpliendo y en agosto de 2022 ya hay una agitación importante en vistas de un duro invierno.

Con la inflación disparada por encima del 10 %, las huelgas han pasado a formar parte del paisaje de la isla. El paro de 45.000 trabajadores ferroviarios dejó prácticamente paralizada la red de trenes del país, en protesta para exigir subidas salariales acordes con el incremento del coste de la vida. También el transporte público de Londres se vio afectado por un parón que dejó casi sin servicio a todas las líneas de Metro y algunos autobuses de la capital británica.

La última huelga ha sido la de 2.000 trabajadores del puerto inglés de Felixstowe, la mayor instalación de comercio marítimo del Reino Unido y que canaliza casi la mitad del tráfico de contenedores del país, iniciaron una huelga de ocho días para pedir mejores condiciones salariales.

Más presión

El ministro británico de Empresa, Kwasi Kwarteng escribió en el dominical Mail on Sunday que hará «todo lo posible» para ayudar este invierno a las familias afectadas por el aumento del coste de la vida. El Gobierno de Londres tiene más presión si cabe porque las familias empiezan a no tener margen para soportar la subida de precios.

Kwarteng indicó que entiende la «gran ansiedad» que está causando el repunte de los precios y aceptó que «millones de familias» están preocupadas por su situación «para llegar a fin de mes».

Insistió, sin dar detalles, en que la «ayuda está en camino», al tiempo que avanzó que Truss hará «todo lo que pueda» si gana las primarias del Partido Conservador, cuyo resultado se conocerá el próximo cinco de septiembre.

Liz Truss es la favorita para suceder a Boris Jonhson como primer ministro aunque Rishi Sunak, exministro de Economía también se encuentra bien posicionado para abrir la puerta del 10 de Downing Street.