Subida de los tipos de interés
El BCE sacrificará la economía para atajar la crisis de la inflación
Los analistas dan por sentado que Lagarde anunciará una subida drástica de los tipos de interés. El endurecimiento de la política monetaria lanzará un misil contra el auge de los precios, pero acelerará la recesión y provocará mayor desempleo
El Banco Central Europeo (BCE) reúne este jueves a su Consejo de Gobierno para perfilar la estrategia con la que combatir uno de los mayores retos a los que la eurozona se ha enfrentado. El auge de los precios abre una encrucijada ante el euro. A un lado, se abre el camino de una prudente subida de los tipos que ataje de forma parcial el ascenso de la inflación sin poner en riesgo el leve crecimiento económico que experimento la eurozona en el segundo trimestre, en el 0,8 %. Al otro la del cruce, se presenta la opción de la determinación. La alternativa tajante que implique una subida agresiva del valor del euro que ataque de manera más decida la espiral de la inflación, pero que condene al PIB europeo y provoque un aumento del desempleo. Un sacrificio económico en virtud del control de los precios.
El BCE podría ver la recesión como la única solución para que bajen los preciosEconomista jefe en AXA Investment Managers
El mercado ya ha hecho su pronóstico. Espera un incremento de los tipos de 75 puntos básicos. Sin embargo, todo depende de los cálculos que custodia la institución monetaria. Uno de ellos apunta a la duración de la crisis.
La duración de la crisis, la clave
Una crisis de una naturaleza diferente a las anteriores. El desajuste tiene su origen –esta vez– en una caída extraordinaria de la oferta originada por la guerra en Ucrania. Las fuentes de energía con las que se ilumina y calienta Europa no han dejado de menguar durante las últimas semanas, provocando un encarecimiento escalonado del resto de productos. «Las cifras de inflación no solo continúan aumentando en Europa, sino que, además, a los banqueros centrales les preocupa que la inflación se mantenga en niveles elevados durante bastante tiempo», afirma Martin Moryson, Chief Economist Europe para DWS.
Desde la gestora de fondos del Deutsche Bank pronostican un endurecimiento decidido de la política monetaria europea. El BCE tomará el camino de la determinación -según la compañía alemana- forzado por la alta tasa de inflación con la que el conjunto de países de la zona del euro cerró el mes de agosto (el 9,1 %). El tiempo es clave, y el dato de la inflación subyacente –aquella que descuenta la energía y alimentos frescos– escaló al 4,3 % el mes pasado.
Algo más optimista se muestra Crédito y Caución. La aseguradora de crédito contempla un escenario en el que los precios empezarán a caer a partir de los próximos meses. «La elevada inflación actual no está aquí para quedarse», explica el informe en el que pronostican que 2023 cerrará con una inflación cercana al 2 %. En concreto, la compañía española considera que la presión sobre la energía ya habría enseñado su peor cara, y que los precios comenzarán a estabilizarse a partir de ahora. Lo mismo ocurrirá con los alimentos, disparados por la tensión de la guerra. «La presión sobre la oferta derivada de los problemas de producción y suministro en Ucrania está siendo absorbida por el aumento de la producción en países como Estados Unidos, Argentina y Brasil», confían.
Crisis de los precios
La inflación de la eurozona escala en agosto a un récord del 9,1 % y presiona al BCE
Los halcones del BCE marcan el ritmo
Las diferentes alas del BCE se presentan al cónclave divididos, aunque durante los últimos días se han dado pistas del desenlace que revele Christine Lagarde en las próximas horas. «El hecho de que no hayamos escuchado mucho al ala 'dovish' (suave) sugiere que la oposición es débil», comenta el economista jefe en AXA Investment Managers, Gilles Moëc.
Moëc anticipa una fuerte contracción económica en los próximos meses y subraya que el BCE podría ver la recesión como «la única solución» para que bajen los precios. Si se cumplen sus pronósticos, los países europeos se precipitarían a un nuevo escenario de complejidad económica, con una caída de la actividad y un aumento del desempleo. Todo ello, confiando en que la receta desinfle la tormenta de la inflación en el menor tiempo posible.