Estrategia contra la inflación
Gran bote de humo de Díaz y Garzón para escenificar el control de precios de los alimentos
Hablan de propuestas, no de ley
Minutos después de que el Gobierno reconociera a través de su portavoz que le parece bien el control de precios del que habla Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo y el de Consumo han comparecido ante los medios para explicar las propuestas que hacen a las grandes distribuidoras de productos de alimentación: congelar los precios hasta después de las Navidades, ofrecer a precios asequibles una cesta de productos variados y sanos, pensando también en clientes celíacos o con otras enfermedades, que esas rebajas de precios no afecten a los productores, y haciendo hincapié en que estas medidas no afectan al pequeño comercio, sino a las grandes distribuidoras, que gozan de «grandes márgenes».
Como bien han dicho, hablan de propuestas, no de ley, y por tanto las grandes distribuidoras no tienen ninguna obligación de seguirlas. Otra cuestión es que lo hagan por no llevarse mal con el Gobierno o porque vean una oportunidad de negocio ofreciendo otros formatos, como ha hecho Carrefour (ha lanzado una cesta de 30 productos por 30 euros).
La intervención, por tanto, tiene más aspecto de bote de humo, de gancho de marketing para llamar la atención por parte de Díaz y Garzón, que de medida real. Garzón ha dicho sobre las propuestas a las grandes distribuidoras que se trata de que, «en la medida de sus posibilidades, ofrezcan algo saludable, y ellas contemplen hasta dónde pueden llegar». Díaz ha señalado que lanzan su «voluntad de acuerdo», y que «no valora» cómo van a recibir las grandes distribuidoras estas propuestas cuando se reúnan con ellas el lunes. Esperan llegar a un acuerdo con ellas.
Preguntada por el grado de control que va a haber para que la rebaja de precios no afecte a los productores si llega a producirse, la ministra se ha referido al que hay en la Ley de Cadena Alimentaria, y ha dicho que el Gobierno se va a encargar de que se cumpla la ley.