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Ursula von der LeyenPaula Andrade

Crisis de la energía

El plan de ahorro europeo obligará a España a reducir el consumo eléctrico a partir de las 20 horas

La medida exigirá una rebaja en el consumo en las horas punta. Tras la entrada en vigor de la 'excepción ibérica' España alcanza las horas más caras entre las 20 y 24 horas

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentará este miércoles el paquete de medidas obligatorias con el que tratar de garantizar la supervivencia energética de la Unión Europea. La líder del Ejecutivo comunitario impondrá una reducción diaria en el consumo eléctrico a los países miembros que los Gobierno deberán adecuar. El objetivo es recortar un 5 % la demanda en las horas punta, según el borrador que la política alemana llevó a la reunión de ministros de Energía que tuvo lugar el pasado viernes, y al que tuvo acceso el diario El País.

Sin embargo, hay varias incógnitas sobre la aplicación de la norma. «Hay diferencias entre las horas punta de los países del norte de Europa y los del Sur», afirma Antonio Aceituno, CEO de Tempos Energía que explica que desde que España aplicó la 'excepción ibérica', las horas más caras han cambiado. «Hemos comprobado que el coste horario de la energía eléctrica desde las 10 a las 19 horas es un 42 % más barato que en las horas nocturnas», afirma.

Este miércoles, el precio máximo se pagará entre las 22 y 23 horas, cuando el MWh alcance los 240 euros, según los datos publicados por OMIE. Es por ello, por lo que el consultor energético apuesta por la obligatoriedad ajustada a las condiciones especiales de cada país. De ser así, el Gobierno español deberá aprobar medidas de ahorro a partir de las 20 horas.

«Sí, somos partidarios, depende de cómo se proponga en términos precisos esta obligación y de qué margen nos den a los Estados para ajustarlo a la manera más justa y razonable de cumplir esta obligación», dijo este martes la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera en declaraciones a TV3.

La medida busca cumplir dos metas. Por un lado, salvaguardar las reservas de gas con las que los estados deben llegar al invierno de 2023; por otro, reducir el precio diario que los europeos pagan por su electricidad. En concreto, la reducción del consumo recortará la demanda evitando que el sistema se vea obligado a acceder a la energía generada por las centrales de ciclo combinado, que utilizan gas como materia prima.

Sin avances en el tope al precio del gas

Menos avanzado está el mecanismo de intervención del mercado. La Comisión Europea sigue estudiando la manera en la que topar el precio del gas. Un punto que ha generado un enorme debate entre los países comunitarios. Von der Leyen tiene varias posibilidades.

Bruselas podría apuntar directamente al gas ruso, topando los ingresos del Kremlin y vistiendo la medida como sanción directa contra Vladimir Putin. Esta alternativa cuenta con las reticencias de los países más expuestos a Moscú. Uno de ellos, Alemania. «Creemos que se va a optar por esta vía (limitar el gas ruso), aunque no descartamos un abanico de excepciones para dar cabida a peticiones de Berlín». El Gobierno de Olaf Scholz ha conseguido reducir sus compras a Rusia desde el 55 % al 26 %, durante los últimos meses.

Topar el precio de todo el gas importado afectaría a Noruega, principal salvavidas europeo

Sobre la mesa se encuentra una segunda opción. Limitar el precio de todo el gas importado. Una vía –esta última– que no solo afectaría al gas ruso, sino que toparía el precio de toda la energía que arribe a los Veintisiete, incluida la argelina. «No parece muy oportuno que ahora que Naturgy está negociando la renovación del contrato con Argelia, se enturbien las conversaciones limitando el precio del gas», apunta Aceituno.

Además, la medida provocaría tensiones con Noruega, el gran salvavidas de gas de la Unión Europea. Durante los últimos meses, el país ha participado en la estrategia de desconexión del gas ruso, aumentando su producción para limitar el impacto de la ruptura con Moscú.

Está previsto que los Veintisiete avancen al respecto el próximo 30 de septiembre. Los países comunitarios están citados a un segundo cónclave en el que se pretenden definir algunas de las aristas que quedan por moldear dentro del plan de emergencia presentado por la Comisión Europea para hacer frente a los altos precios de la energía en el mercado comunitario.

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