Escrivá siembra dudas en dos frentes: ni su previsión de empleo parece verosímil ni Europa cree su reforma de las pensiones

El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha anunciado que el sistema cerrará septiembre con una media de 40.000 afiliados nuevos. También ha dicho que el empleo que se está creando es de mayor calidad gracias a la reforma laboral.

Los datos de entidades tan poco susceptibles de estar alineadas con la oposición como el sindicato Unión Sindical Obrera (USO) no conectan bien con esta línea. Según sus datos consultados en las fuentes oficiales a principios de este mes, la afiliación a la Seguridad Social fue bajando en agosto hasta caer por debajo de los 20 millones a final de mes. «Ellos tienen los datos, pero me parece excesivo que vaya a haber una media de 40.000 afiliados nuevos en septiembre. En la segunda quincena parece que se ha retraído la actividad», señalan desde el sindicato. Veremos qué ocurre.

En cuanto a que el empleo que se está creando sea de mayor calidad, desde el gabinete de estudios de USO aportan varios datos que no parecen apoyar esta afirmación: en agosto la duración media de los contratos ha sido de 39 días, cinco menos que hace un año y seis menos que en diciembre; los contratos de menos de siete días representan el mayor porcentaje de la contratación temporal: un 20 % sobre el total y un 33 % sobre el total de temporales; uno de cada tres contratos temporales es de menos de siete días; la contratación indefinida a tiempo completo ha descendido veinte puntos, del 63 % que tenía en agosto y diciembre de 2021 al 43 % de agosto de 2022; los contratos de fijos discontinuos se han incrementado del 13 % al 34 %, 21 y 24 puntos más respectivamente comparado con agosto y diciembre de 2021.

Se dispara en lo que va a de año un 917 % la contratación de fijos discontinuos (contratados fijos en una empresa que solo trabajan en periodos de tiempo concretos); también la contratación indefinida a tiempo parcial (305 % más en un año). «Se están implementando las situaciones de pluriempleo o se está abusando de la utilización de horas complementarias», apuntan desde USO. «Se disparan las bajas de contratos indefinidos, con un incremento en la mortalidad de estos», añaden. Entre las principales causas de esta mortalidad están no superar el periodo de prueba, con un 902,6 % más entre julio de 2021 y 2022, y el pase a inactividad de los fijos discontinuos (+ 521,8 %) en el mismo periodo. No parece la radiografía de un mercado laboral mejorado.

Bruselas, escéptica con la reforma de las pensiones

El siguiente desembolso de fondos europeos va vinculado a la segunda parte de la reforma de las pensiones. En principio España tiene un dictamen positivo de Bruselas por los hitos que hasta ahora ha ido cumpliendo, pero el último informe de la Comisión Europea arroja incertidumbres sobre la reforma que quiere llevar a cabo el ministro de la Seguridad Social.

En concreto, la Comisión expresa sus dudas sobre los efectos que las reformas en curso puedan tener sobre la sostenibilidad del sistema. Así lo expresa en un riguroso estudio la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea): «Las dudas de la Comisión tienen que ver, en particular, con las estimaciones del ahorro ligado a las medidas tomadas para incentivar la prolongación de las carreras laborales y con los efectos financieros de la sustitución del factor de sostenibilidad por el llamado mecanismo de equidad intergeneracional», indican.

Fedea recalca que la Comisión comparte de este modo con ellos sus dudas sobre la contribución de la primera fase de la reforma a la sostenibilidad del sistema público de pensiones. «Es de esperar que esto se traduzca en una vigilancia más activa sobre la fase final de tal reforma, en la que deberán concretarse cuestiones tan importantes como el periodo de cómputo de la pensión», señalan desde Fedea.

La nueva ley para el impulso de los planes de pensiones de empleo fue aprobada por las Cortes el pasado 30 de junio sin modificaciones sustanciales respecto al proyecto de ley que el Gobierno había enviado al Congreso. La versión final de la norma solo introduce algunos cambios menores, entre los que destacan dos incentivos fiscales nuevos a los planes de empleo: una deducción del Impuesto de Sociedades del 10 % de las contribuciones empresariales correspondientes a retribuciones brutas de hasta 27.000 euros por trabajador y la exención de las inversiones de tales planes del Impuesto sobre Transacciones Financieras: «Se mantiene, por tanto, una más que cuestionable asimetría en el tratamiento de los planes de pensiones individuales y de empresa en detrimento de los primeros, que plantea problemas de equidad y cobertura, tal como se advertía en nuestro Boletín anterior y en otras publicaciones relacionadas», explican.

El ministro no lo tiene fácil con sus reformas, y de momento hay quien piensa que no va por el buen camino.