¿De verdad la Unión Europea está sometiendo a Rusia a sanciones económicas?

Cada día que pasa me da la sensación de que hay determinados políticos europeos que se podrían dedicar a hacer calceta en lugar de pontificarnos con una liturgia caduca, trasnochada y obsoleta.

La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ha conseguido ella sola, sin ayuda de nadie, cargarse la imagen que tenía ese cargo. Empezó con muy mal pie con la negociación con el tema de las vacunas donde montó un auténtico sarao, con la vacuna inglesa de Astra Zéneca, quizás por aquello de barrer para casa con Biontech/Pfizer.

Aceptó unos precios por las vacunas absolutamente disparatados, con unos plazos de entrega en los que Estados Unidos nos ganaba siempre de goleada y, además, con amenazas a los ingleses, que podían haber sido su salvación.

Continuó con una falta de carisma y liderazgo con el reparto de los Fondos Next Generation, pero, sobre todo, con la falta de control en el seguimiento de estos. Los goles que le están metiendo me recuerdan a aquel jugador de futbol que metía goles hasta con la parte trasera del cuerpo, de cuyo nombre no quiero acordarme.

Con el conflicto de la guerra de Rusia y Ucrania, no solo la lía sino que además incumple sus propias consignas como veremos a continuación.

Y, para terminar, se inmiscuye en las elecciones generales de un país soberano como es Italia, donde hace unos comentarios sobre la que ha sido la ganadora de las elecciones Giorgia Meloni, que recuerda más a una «desaboría», que a la máxima representante de la Comisión Europea.

Pero veamos porque digo que incumple sus propias órdenes con respecto al boicot y a las sanciones a Rusia. No solo no han servido para nada, sino que ha fortalecido a Rusia hasta pagarle completamente la factura de la guerra, encima con cachondeo por parte de Vladimir Putin, que ha estado jugando con Alemania como le ha dado la gana hasta terminar cerrando el gaseoducto Nordstream 1 y dejando de suministrar gas al país de nacimiento de Úrsula.

Eurostat acaba de publicar un informe con los resultados a julio las exportaciones de la Unión Europea a los 10 principales países con los que realiza comercio internacional y las importaciones que ha realizado la Unión Europea de esos países.

Veamos esos resultados:

En los 7 primeros meses del año, las exportaciones de la Unión Europea han crecido un 13,9 % que equivalen a 115.000 millones de euros.

Solo hay un país que decrece y ese es Rusia, que lo hace un 33 % que compra 16.833 millones menos a la Unión Europea. Es decir, las sanciones de la Unión Europea a Rusia han servido para castigar a la UE que le ha vendido menos a Rusia.

El otro país que casi no crece es China que simplemente compra un 0,6 % más que los 7 primeros meses del 2021.

Por otro lado, el país que más comprar a la UE y además es el que más crece en compras es Estados Unidos, que ha crecido en este año un 27,2 %, llegando a comprarnos 287.462 millones de euros, aumentando en valor absoluto 61.000 millones de euros las compras en solo siete meses.

A Estados Unidos le sigue en importancia en valor absoluto el Reino Unido, que además incrementa sus comprar a la UE en un 17 %, que implican 27.000 millones más.

Suiza es el cuarto país en importancia, detrás de China, que crece también un 17 % y supera la barrera de los 100.000 millones de compras, con un incremento en valor absoluto de 15.441 millones.

Turquía suma 10.000 millones más de compras, Noruega 5.200 millones más, Japón 4.900 millones más, Corea del Sur 3.700 y la India 2.900.

Ahora bien , cuando lo miramos desde el punto de vista de lo que la Unión se ha visto obligado a comprar, nos damos cuenta de la barbaridad que está suponiendo la Agenda 2030 en el modelo energético a la que tanto le gusta aludir a Von der Leyen y que puede llevar a una profunda crisis a Europa.

Las importaciones han crecido un 48,8 % pasando de 776.700 millones de euros a 1,156 billones de euros, lo que representa importar 379.300 millones más de euros.

China es país más favorecido por esta crisis, pues, mientras que sus compras a nosotros no crecen, sus ventas a la UE han crecido un 42,5 %, pasando de 247.000 millones a 352.000 millones.

Los otros dos grandes ganadores son sin duda Noruega, que se está forrando con la venta de petróleo del Mar el Norte, que le ha permitido crecer un 150 % sobre el año pasado, incrementando las ventas en 50.000 millones de euros, justo la mitad de la aportación al fondo soberano para la jubilación, y Rusia, que ha crecido un 70 % sus ventas, llegando a vender a Europa, en plenas sanciones económicas, 137.000 millones de euros, equivalentes a 56.500 millones más que el año pasado.

Gracias a las sanciones, la Balanza Comercial se ha ido a favor de Rusia en más de 100.000 millones de euros que le está sirviendo para financiar una guerra a la que de momento no se le ve fin.

El resto de los países, también incrementan sus cifras de venta, entre ellas Estados Unidos que lo hace de forma sustancial, con casi 68.000 millones más de euros.

La crisis energética está siendo muy dura para Europa, más debido a la nefasta Agenda 2030 energética y el añadido de unas sanciones a Rusia que al único que han beneficiado es al mismo sátrapa que ha sido uno de los generadores del problema.

Y Úrsula tan contenta y feliz como una perdiz, que no cumple con sus obligaciones y que además se permite ser un verso libre cuando no le corresponde.