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Situación económica  El Banco de España corrige el cuadro macroeconómico del Gobierno un día después de la presentación de los Presupuestos

Eleva al 8,7 % su previsión de inflación media para este año y rebaja al 1,4 % el crecimiento del PIB en 2023. La nueva previsión dispararía el gasto en pensiones en 15.000 millones más

El Banco de España ha publicado su informe trimestral de la economía española. Anuncia que la inflación media este año será más alta de lo previsto y el crecimiento del PIB en 2023 será más bajo de lo anunciado.

En concreto, la entidad dirigida por Pablo Hernández de Cos espera que la inflación media cierre 2022 en el 8,7 %, frente al 7,5 % que preveía anteriormente, y que el crecimiento del PIB descienda al 1,4 % en 2023, 1,5 puntos menos de lo que había anunciado en sus previsiones de junio. La nueva previsión de inflación dispararía el gasto en pensiones en 15.000 millones más, si efectivamente se ligan al IPC, como ha establecido el Gobierno.

La mayor inflación proyectada, unas condiciones de financiación menos favorables, el aumento de la incertidumbre y el debilitamiento de la demanda global son las causas de este menor crecimiento del PIB esperado en 2023, según el Banco de España.

Por lo que se refiere al incremento de la inflación, el Banco de España explica su empeoramiento «por las sorpresas que se han observado recientemente en el avance de los precios, por las nuevas sendas previstas a futuro para los precios de la energía y por el hecho de que se considera un euro más depreciado que en el ejercicio de junio».

Frente a este escenario negativo, hay algún dato positivo. La entidad ha revisado al alza el crecimiento del PIB para este año (del 4,1 % lo sube al 4,5 %). Como se comentaba anteriormente, el BCE prevé que el PIB suba un 1,4 % en 2023. En 2024 espera que lo haga un 2,9 %.

En cuanto a la inflación, tras la subida media del 8,7 % de este año, en 2023 aumentará un 5,6 % y en 2024 un 1,9 %, según la entidad.

El Banco de España incide en que los riesgos de estas proyecciones, que están sometidos «a una extraordinaria incertidumbre, se encuentran orientados a la baja para la actividad y al alza para la inflación».

Ucrania, clave en la evolución

El Banco de España apunta que un alivio eventual en la incertidumbre generada por la invasión de Ucrania, algo que hoy en día parece difícil esperar, «debería dar pie a una mejora de la actividad», en un contexto en el que «están empezando a aparecer algunas señales incipientes de que los cuellos de botella que han aquejado la producción y el transporte mundiales podrían estar empezando a remitir, y de que las presiones inflacionistas podrían estar alcanzando su pico, como indica un cierto abaratamiento de la mayor parte de las materias primas, tras haber alcanzado niveles de precios muy elevados».

La entidad indica que las señales de pérdida de dinamismo de la actividad económica española se han multiplicado en los últimos meses. «El levantamiento de la mayor parte de las restricciones frente a la pandemia, que ya había impulsado la actividad en el segundo trimestre, ha favorecido la continuación de la reactivación del turismo internacional en los meses de verano. Sin embargo, el ritmo de crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social, cuyo vigor había sorprendido al alza durante la primera mitad del año, se desaceleró en el tercer trimestre», indican.

El encarecimiento de la energía ha repercutido en la cesta de la compra y ha reducido el poder adquisitivo de los hogares. El elevado coste de las materias primas energéticas y la inseguridad respecto al suministro afecta a la producción de las industrias más electrointensivas.

Junto a la persistencia de la inflación, la reducción de la confianza y el mantenimiento de un elevado grado de incertidumbre, el Banco de España alerta de que «es probable que el turismo receptor pierda cierto dinamismo una vez que se ha satisfecho el grueso de la demanda embalsada tras la pandemia. Adicionalmente, cabe esperar un debilitamiento de la demanda externa en un contexto de tensionamiento simultáneo de la política monetaria en numerosas jurisdicciones».

Posible mejora a partir de la próxima primavera

Aunque remarca que la incertidumbre es muy elevada, el Banco de España afirma que la actividad económica podría mostrar un mayor dinamismo a partir de la próxima primavera: «A lo largo de 2023 se contempla una moderación progresiva de los precios de bienes energéticos y alimenticios de acuerdo con las sendas de los mercados de futuros, una mitigación muy gradual de los cuellos de botella y de las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania y una traslación relativamente contenida de los aumentos de los costes y los precios pasados a los precios finales de los productos y a las demandas salariales».

La entidad indica que también contribuiría a la reactivación económica de nuestro país «un mayor despliegue relativo de los proyectos de inversión asociados al programa europeo Next Generation EU». El organismo advierte de que el despliegue de los fondos se está desarrollando con un «cierto retraso» con respecto a las proyecciones de junio. Estima que los fondos que llegarán este año serán de unos 12.000 millones, frente a los más de 20.000 millones que preveían anteriormente.

Mejores previsiones de déficit y deuda

En cuanto a la evolución del empleo, la institución ha mantenido la previsión para este año. Espera una tasa media de paro del 12,8 %, aunque subiría ligeramente al 12,9 % en 2023 y terminaría 2024 en el 12,4 %.

El organismo mejora sus estimaciones de ingresos y gastos para este año. El déficit público quedará en 2022 en el 4,3% del PIB, frente al 4,6% previamente estimado. Además hay mejores perspectivas también para 2023, con una tasa del 4 % frente al 4,5 % previo, pero empeora una décima la de 2024, al 4,3 %.

Ha mejorado sus estimaciones para la deuda en 2022, tras situarla ahora en el 113,3 % del PIB, frente al 114,9 % previsto anteriormente. De cara a 2023, la deuda se situará en el 110,7 % del PIB, mejor que la estimación previa del 113,2 %, y en 2024 bajará del umbral de 110 % y se colocará en el 109,9 %, mejor que en las previsiones anteriores (112,5 %).