Sueldos
La brecha salarial se amplía en el Ibex 35: el abismo entre el jefe y el empleado
Algunos presidentes y consejeros delegados de las principales empresas españolas cobran 200 veces más que sus empleados. La brecha se amplía también entre las retribuciones de los miembros del consejo y trabajadores
Sindicatos y patronal siguen sin avanzar en la revalorización de los salarios. El diálogo social sigue roto, mientras la crisis de la inflación encara su enésimo mes en máximos y la recesión se acerca a España. Sin embargo, la tensión hacia la que avanza la economía no se encara de la misma manera dentro de las grandes empresas.
En 2021, la brecha salarial que separa a los consejeros ejecutivos del Ibex 35 y los empleados de las empresas se ensanchó. Los miembros de los consejos de las empresas cotizadas en el selectivo español cobran 60 veces más de media que sus subordinados. La diferencia es mucho mayor en varias de las multinacionales más grandes.
Según publica la CNMV, la retribución media de los consejeros ejecutivos subió más de un 7 % el año pasado. En concreto, cobraron una media de 1,7 millones de euros. En contra, el sueldo de los empleados lleva años estancado. El regulador de los mercados cifra en 50.000 euros brutos al año la retribución media de todos los trabajadores que ocupan puestos inferiores.
Las cifras se disparan si se comparan salarios de empleados y consejeros delegados. El centro de estudios Enonomic Policy Institute (EPI) acaba de publicar el informe sobre retribuciones en Estados Unidos. El documento revela que los líderes de las grandes empresas norteamericanas vieron subir su remuneración anual un 11 %. La diferencia con el sueldo de sus empleados es abismal. La institución afirma que los responsables de las compañías cobran 399 veces más que uno de sus subalternos.
Diferencia de sueldos abismal, también en España
Lo mismo ocurre a este lado del Atlántico. El consejero delegado de Inditex, Óscar García Maceiras, cobrará este año un sueldo fijo de 2,5 millones de euros, más un variable ligado al cumplimiento de objetivos. En total, podría percibir casi 4 millones de euros. Según datos que el grupo textil presentó ante la CNMV, los empleados de la compañía cobran una media de 21.000 euros. Es decir, el Ceo cobra 190 veces más que la mayoría de sus trabajadores. Su presidenta no ejecutiva, Marta Ortega, percibirá una asignación fija de 900.000 euros a los que se suman otros 100.000 euros en concepto de miembro del consejo de administración de la textil.
Durante los últimos años, varios responsables de las grandes empresas españolas han visto crecer sus nóminas. El presidente de BBVA, Carlos Torres, ha sumado 471.000 euros a su sueldo fijo en solo dos años. En total, según el informe de retribuciones de la compañía, Torres cobró 7,83 millones de euros entre salario fijo, especie, variable y bonus por objetivos cumplidos.
Su consejero delegado, Onur Genç, se embolsó 6,81 millones de euros el año pasado. El resto de los miembros con carga no ejecutivo de la mesa del consejo perciben salarios que van desde los 172.000 euros a los 567.000 euros que cobra Jaime Caruana, exgobernador del Banco de España. El salario medio que cobran los empleados es uno de los más altos entre las 35 cotizadas, 73.000 euros brutos anuales.
Los sueldos de los empleados de las cotizadas van desde los 16.000 a los 114.000 euros brutos al año
José Bogás, consejero delegado de Endesa, ganó 2,12 millones de euros en 2021. Los datos aportados por la energética desglosan su sueldo en un remuneración fija y variable que suman 1,976 millones, a las que se añade una aportación de 29.000 euros en concepto de derechos económicos consolidados y otros 123.000 euros en especie. En el resto de su consejo, destacan las retribuciones recibidas por Juan Sánchez-Calero (657.000 euros) o Ignacio Garralda (244.700 euros). El salario medio de un empleado en Endesa asciende a 73.000 euros, uno de los más abultados de las empresas que cotizan en el selectivo español.
Según Josh Bivens, el director de investigaciones del EPI, las compensaciones «desorbitadas» que reciben los máximos responsables de las empresas suponen una importante contribución a la creciente desigualdad y una que podría limitarse sin dañar al conjunto de la economía.
«Tenemos que poner en marcha soluciones políticas que reduzcan los incentivos de los CEO para extraer concesiones económicas y que limiten su capacidad para hacerlo», señaló en un comunicado. Más cuando los beneficios no acompañan.
Un ejemplo lo tenemos con IAG. Su consejero delegado, Luis Gallego renunció a un bonus de un millón de euros en 2021 por la caída de la actividad que el grupo había sufrido durante los años de pandemia. El holding perdió 2.933 millones en 2021 fruto del impacto que la covid-19 tuvo en su negocio. Gallego, que pudo ganar más de 2,5 millones, acabó percibiendo 1,52 millones de euros. Sus empleados cobraron una media de 39.000 euros brutos.