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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a su homólogo francés, Emmanuel MacronEFE

Crisis energética

Los apuros de Francia dispararán el recibo de la luz de los españoles este invierno

París confirma que comprará toda la electricidad española posible, estresando al mercado y obligando al sistema a acudir a la generación a partir de gas

El parón nuclear Francia lleva meses sufriendo tendrá consecuencias para los consumidores españoles este invierno. La entrada en vigor de la «excepción ibérica» supuso un salvavidas para París en plena crisis energética. El incremento de la demanda gala ha provocado que el sistema español se haya visto obligado a acudir a las centrales de ciclo combinado, disparando la generación a partir del gas, lo que a su vez ha encarecido el recibo de los consumidores.

Ahora, con un invierno incierto por delante, el Elíseo ha confirmado que importará de España durante el próximo invierno casi toda la electricidad que permiten las interconexiones actuales.

El eterno parón nuclear francés

París arrastra un serio problema energético. Tan sólo 30 de los 56 reactores nucleares aportan servicio a un sistema que en condiciones normales aporta el 70 % de la electricidad interna al país. Las eternas labores de mantenimiento y los problemas de corrosión detectados, han obligado a Macron a buscar fuera de sus fronteras la electricidad con la que iluminar los hogares de sus ciudadanos.

La declaración de intenciones del gestor energético francés anticipa un invierno complejo para España. Los picos de compras francesas añadirán mayor presión sobre el mercado ibérico, que tendrá que volver acudir a la generación a partir del gas para poder responder al incremento de la demanda.

Francia consume el 10 % de toda la producción de electricidad española

La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, lo explicaba este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. La titular de Transición Ecológica defendió que el incremento en el consumo del gas natural para generación de electricidad registrado desde este verano se debe a tres factores: el parón de las industrias de sus instalaciones de cogeneración, «enchufándose al consumo eléctrico»; la sequía, «lo que ha supuesto una caída drástica en la generación hidroeléctrica», y la situación que atraviesa el parque nuclear francés, «ya que hemos vivido un incremento de la demanda exportadora desde Francia».

Uno de estos tres factores está garantizado. Los bajos precios españoles son el reclamo perfecto en un momento de gran presión para el Ejecutivo galo. Hace meses que las eléctricas españolas llevan denunciando que Francia se aprovecha del tope al gas, disparando la factura doméstica. Según los datos de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (aelec), el país vecino se come el 10 % de toda la producción de luz española, lo que en paralelo dificulta el ahorro planteado por Bruselas en el consumo de gas.

Las capacidades de interconexión entre España y Francia se limitan ahora a 2.800 megavatios. Un enlace que trabajará a pleno rendimiento durante los próximos meses y que está previsto incrementar hasta los 5.000 megavatios durante los próximos cinco años.