Investidura en Italia
Meloni anuncia una reforma fiscal que desafía a la política monetaria
La primera ministra anuncia una amnistía fiscal y un plan para reducir la carga sobre familias y empresas. Meloni critica las subidas de tipos del BCE
Giorgia Meloni arranca su mandato con un desafío al Banco Central Europeo (BCE). La nueva primera ministra italiana anuncia una reforma fiscal dirigida a aumentar la renta de las familias, y critica la normalización monetaria aplicada por Christine Lagarde. “La decisión del BCE es considerada por muchos como una opción arriesgada y que corre el riesgo de tener repercusiones en los préstamos bancarios a hogares y empresas", dijo la líder del Gobierno durante su intervención en la cámara italiana.
La institución monetaria puso fin a la compra de bonos soberanos el pasado mes de julio, una decisión que también ha censurado Meloni. En su lugar, la italiana opta por una política económica alejada de las recomendaciones de los organismos internacionales. «Estamos, por tanto, en medio de una tormenta. Nuestro barco ha sufrido varios daños, y los italianos nos han encomendado la tarea de llevar el barco a puerto en esta travesía tan difícil», ha asegurado antes de anunciar una «tregua fiscal» para proteger a los hogares del impacto de la inflación.
Una amnistía fiscal y rebaja de la carga sobre familias y empresas
El primer lugar quiere reducir la presión fiscal mediante una reforma «equitativa» del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) basado en los tipos de familia y extender un impuesto plano a autónomos que facturen hasta 100.000 euros anuales.
Además, su propuesta buscará reducir la carga fiscal «sobre empresas y familias» a través de «un pacto». Una expresión que ya había sido utilizada por el ex primer ministro, Matteo Salvini, quién apuesta por regularizar la situación de las familias con el fisco. Meloni no ha dado demasiados detalles de su plan fiscal, pero si ha anticipado que se trata de un "compromiso económico imponente, que va a agotar gran parte de los recursos disponibles, y nos obligará a posponer otras medidas que nos hubiera gustado”.
El nuevo gabinete prepara también una reforma de las pensiones, «se deben reconocer garantías adecuadas para quienes se jubilan después de una vida de trabajo o quisieran ir allí», dijo. En concreto, el objetivo es garantizar la sostenibilidad del sistema, premiando a aquellos que decidan extender su vida laboral.
No cederá ante el «chantaje de Putin»
Tampoco ha ignorado el reto que presenta la enorme crisis energética. Meloni ha despejado la incógnita sobre su política, rechazando que «ceder al chantaje de Putin» sea la solución más conveniente. "La libertad tiene un coste”, dijo, antes de afirmar que Italia seguirá siendo un socio del pueblo ucraniano que se opone a la agresión de Rusia.
No dio detalles -sin embargo- de sus planes de supervivencia energética, ni confirmó que su Gobierno vaya a seguir la senda marcada por el liderado por Mario Draghi, que meses antes de abandonar el cargo firmó un acuerdo con Argelia por el que el país magrebí ampliará sus exportaciones de gas.
Tan solo se mostró partidaria a aumentar las prospecciones de gas italiano: «Nuestros mares territoriales tienen yacimientos de gas que debemos explotar completamente», dijo, en un momento en el que Italia ha atajado la dependencia con Rusia haciendo de Argel su principal proveedor de esa materia.
Críticas a la Oposición
Por último, arremetió contra la Renta de Ciudadanía, un controvertido sistema de subsidios impuesto por los populistas del Movimiento 5 Estrellas la anterior legislatura, que calificó de «derrota».
«La pobreza no se combate con el asistencialismo, la puerta de la dignidad del hombre es el trabajo. Queremos mantener y, cuando sea posible, aumentar el obligado apoyo económica para los sujetos verdaderamente frágiles que no estén en condiciones de trabajar. Pero para el resto, la solución no puede ser la Renta de Ciudadanía sino el empleo», apostó.
Asimismo, aprovechó la oportunidad para animar desde el Parlamento a la inversión extranjera: «Si el Gobierno logra hacer lo que tiene en mente, apostar por Italia podría ser no solo una inversión segura, sino incluso un negocio», terminó.