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Con la crisis energética, aumentan los casos de enganches ilegalesEuropa Press

Energía

Los 'enganches' ilegales aumentan por la crisis energética

El aumento del precio de la luz lleva a muchas empresas a conectarse a la red pública de manera ilegal

Todos recordamos aquella imagen de la Cañada Real (Madrid) de casas sin luz en pleno invierno mientras los coches de alta gama estaban aparcados en los garajes. Hay sectores de la Cañada que han vivido los últimos años enganchados a la luz pública porque no tenían contadores en sus casas ya que esas edificaciones siempre han estado en un limbo legal.

Desde El Cañaveral se accede a algunos de los sectores de la Cañada RealCR

En 2022 esas conexiones ilegales florecen como método ilegal de ahorro energético. El precio de la luz hunde a los negocios y los avisos de que el invierno será duro y caro no dejan de llegar.

Pérdidas

Según El Mundo, hay unas 200.000 conexiones ilegales por toda España que genera pérdidas de 2.000 euros al año a las compañías de electricidad.

El mapa de enganches tiene los puntos calientes en Cataluña, Madrid, Toledo o Granada. Ya no es un tema de renta bajas o viviendas en situación de alegalidad, como es el caso de la Cañada Real, ahora se da en barrios de alto poder adquisitivo y en negocios.

Las plantaciones de marihuana o el minado de criptomonedas han sido las laboras que más consumo energético ilegal se han llevado en los últimos años. En el tema del cannabis, las plantaciones requieren muchas horas de luz. Naturgy ya afirma en su último informe que en 2021 hicieron 491 actuaciones contra este tipo de consumo ilegal. Endesa lo hacía con datos: 1,5 TWh de consumo ilegal solo en plantaciones. En el minado, los ordenadores trabajan sin descanso las 24 horas del día.

La práctica de enganchar un negocio a la red pública también se ha generalizado en los últimos meses. Pequeñas fábricas, hoteles o restaurantes que han sido descubiertos consumiendo una electricidad que no les corresponde.

Energía perdida

Las eléctricas saben del problema porque miden los consumos al detalle y reconocen que desde marzo de 2020 la energía perdida es un 10 % superior. Por cierto, esta cifra es muy inferior a la del 28 % que se alcanzó durante la crisis de 2008.

Aunque las nuevas tarifas permiten que no haya cortes a familias vulnerables, siempre hay casos de quienes quieren vivir de la luz de Estado y que, extrañamente, no son detectados por las energéticas, aunque su capacidad para conocer el fraude sea muy alta.

Las propias empresas aseguran que se puede sacar una conexión directamente desde el tendido eléctrico a una casa o negocio, también se puede manipular un contador o hacer un puente para que no mida todo el suministro. Ante esto, las energéticas avisan de que conocen perfectamente la energía que entra por diferentes fuentes y la que se consume, por lo que saben con detalle el agujero que hacen este tipo de consumidores.