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El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, se ha impuesto a la candidata del presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, detrás en la imagen.Lu Tolstova

La semana económica

Garamendi salva la trama catalana y representará a los empresarios cuatro años más

Los hilos movidos desde el único territorio que no estaba a favor del actual presidente de la CEOE no fructificaron

La batalla por dirigir la CEOE tuvo algún escarceo durante los treinta días previos a la celebración de las elecciones, pero al final el resultado fue contundente: Antonio Garamendi obtuvo 534 de los 643 votos que se contabilizaron el pasado jueves y vio de este modo avalada la petición de la mayoría de los empresarios para que les represente cuatro años más.

Garamendi sabía que le apoyaban todos los territorios menos uno, y ese uno son los empresarios catalanes. El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, no ve con buenos ojos su menor protagonismo, y movió la candidatura de su vicepresidenta Virginia Guinda para tratar de hacer frente al actual presidente de la CEOE. La candidata ha tenido el apoyo de medios como La Razón, del catalán Grupo Planeta, y de periodistas como Toni Bolaño, asesor de Sánchez Llibre y exdirector de Comunicación del exministro con el PSOE José Montilla, pero no ha sido suficiente.

Los catalanes quieren tener más voz; en particular, sus empresas medianas y pequeñas. La patronal que se atribuye la mayoría de su representación en la región, Pimec, quiere extenderse por España y quitar el protagonismo a Cepyme, que forma parte de la CEOE. Se suma a su jugada Conpymes, una confederación que agrupa a asociaciones de todo tipo en España. Entre ellas se encuentran algunas tan importantes como la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Uatae (asociación de autónomos cercana a CCOO) y Fenadismer, organización de transportistas con gran peso en el fracaso de la última huelga.

Los rumores dicen que desde Moncloa se está apoyando este movimiento para restar protagonismo a CEOE. La realidad es que Conpymes presentó en abril un recurso ante la Audiencia Nacional tras haberle denegado el Ministerio de Trabajo su petición de mayor representatividad y no haber conseguido reunirse con Yolanda Díaz.

La competencia siempre es buena, y en este contexto los empresarios han decidido de manera abrumadora que Antonio Garamendi y la CEOE son quienes mejor le representan. No es de extrañar, pues la patronal no solo tiene consigo a las grandes empresas: también a las pymes. Agrupa más de 200.000 organizaciones sectoriales que tienen bajo su paraguas a 1.380.000 empresas registradas en la Seguridad Social y cientos de miles de autónomos. En los últimos cuatro años se han sumado a la CEOE 148 empresas y 55 organizaciones más y se ha incrementado notoriamente el número de personas que participa en sus comisiones. Aunque todo en la vida se puede hacer mejor y no hay nadie perfecto, los empresarios consideran hoy por hoy que Garamendi es su mejor representante. No obstante no deja de ser una buena noticia que Pimec se canse de los postulados nacionalistas y trate de crecer en Madrid con una nueva asociación de jóvenes empresarios, y que Conpymes, cuyo presidente, José María Torres, ha dejado claro que no es independentista, intente también con fuerza defender a sus asociados por toda España.