Calviño insiste contra los datos: «España es el país más avanzado en el despliegue de los fondos europeos Next Generation»

La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha pronunciado un discurso triunfalista sobre el estado actual de la economía española a pesar de que nos encontramos entre los pocos países de Europa que aún no ha recuperado su PIB prepandemia. Entre los aspectos que ha resaltado ha señalado que nuestro país «es el más avanzado de Europa en el despliegue de los fondos Next Generation». Preguntada por El Debate a qué se deben las quejas de las empresas que dicen que no reciben estos fondos, ha vuelto a insistir en la misma idea, a pesar de los bajos datos de ejecución que ha estado publicando la Intervención General de la Administración del Estado.

La ministra ha destacado lo buenos que le han parecido los datos de inflación presentados hoy, a pesar de que la inflación subyacente ha vuelto a subir propiciada por un aumento de los precios de los alimentos. Preguntada por nuestro periódico sobre si este hecho puede llevar a que se plantee de nuevo la idea de Yolanda Díaz de controlar los precios de los alimentos, ha repetido la idea expresada en su discurso de que espera que la inflación subyacente baje en 2023. No ha respondido la pregunta directa.

Calviño se ha mostrado satisfecha de que «las empresas que han recibido beneficios caídos del cielo, la banca y las empresas energéticas», hayan decidido «arrimar el hombro» y sumarse en buena medida al acuerdo de ayudas a los hipotecados más vulnerables.

Sobre la subida de salarios, el llamado pacto de rentas al que la CEOE se resiste, ha señalado que «haremos lo posible para que se llegue a ese gran acuerdo social».

Calviño ha destacado la que define como una buena política económica por parte de su Gobierno, avalada como ha dicho por la revisión al alza de la previsión de crecimiento económico por parte de la OCDE, el que estima buen funcionamiento del mercado de trabajo, con afiliación récord a la Seguridad Social, el buen funcionamiento de todas las medidas puestas en marcha a raíz de la pandemia y la crisis de Ucrania, y su compromiso que ya se está ejecutando de reducir para 2025 el déficit público al 3 % del PIB y la deuda al 110 %.